¿Qué es el esperanto y cuántas personas lo habla?

Las raíces del esperanto se basan en gran medida en el latín, con notables influencias del ruso, polaco, inglés y alemán. Es la lengua construida más famosa, y su popularidad parece estar creciendo.
¿Qué es el esperanto?

El planeta es el hogar de muchos idiomas. Las estimaciones más recientes afirman que hay alrededor de 7000 idiomas en uso en la actualidad. Entonces, ¿por qué elegiría alguien crear uno nuevo? Muchas personas crean idiomas para enriquecer el mundo de la ficción, lo que probablemente sea el motivo más común para hacerlo, en una época de entretenimiento en la que series como Juego de Tronos o La llegada gozan de una extraordinaria popularidad. Pero, hace algunos años, algunas personas crearon una lengua con una misión más ambiciosa: acercar a todos los habitantes del mundo. Este objetivo de unidad global fue el motivo de creación del esperanto. ¿Pero qué es el esperanto? Bueno el esperanto es una lengua creada hace más de un siglo en Polonia. A pesar de que no todos hablamos esperanto en la actualidad, se trata de la lengua construida más popular, y continúa atrayendo nuevos hablantes. En algunas ocasiones, hablar esperanto puede parecer un hobby tan solo para los apasionados de los idiomas, pero ha tenido una función histórica esencial en el mundo. Y realmente merece la pena conocer un poco más acerca de qué es el esperanto en este momento, porque está experimentando un resurgimiento evidente.

¿Dónde se inventó el esperanto?

Ludwik Lejzer Zamenhof, un doctor polaco, creó el esperanto al final de la década de 1800. Él solo fue capaz de construir las bases de la lengua y la llevó al mundo real hasta el final de su vida. A pesar de que Zamenhof era médico de profesión, no era un principiante en los idiomas. Zamenhof afirmó que el ruso era su idioma nativo (el área de Polonia donde vivió era parte de la Federación Rusa), pero hablaba polaco en el día a día.

Diversas pruebas también evidencian que aprendió yidis de su madre, y estudió alemán, inglés, español, lituano, italiano y francés. Además, Zamenhof aprendió lenguas clásicas en la escuela: hebreo, latín y arameo. De hecho, el esperanto no fue la primera lengua construida con la que estuvo involucrado. Primero aprendió un poco de Volapük, lengua creada en Alemania casi una década antes que el esperanto. El dominio de tantos idiomas tuvo un tremendo impacto en la creación del esperanto, el 14º idioma de Zamenhof.

Zamenhof tenía una muy buena razón para querer añadir otra lengua a su repertorio. Durante su vida, el estaba fascinado por la idea de crear un idioma tolerante, libre de los horrores de la guerra. Zamenhof era de descendencia judía y vivió en Polonia en la época de los pogromos rusos, y a medida que el antisemitismo crecía, él soñaba que un día las personas vivirían en un mundo sin barreras ni desigualdades. Para convertir su sueño en realidad, creyó que lo mejor que podía hacer era crear una lengua auxiliar internacional.

La idea fundamental de una lengua auxiliar internacional es que no es el idioma nativo de nadie, sino que las personas pueden aprenderla como una segunda lengua de manera rápida, para facilitar una conversación sencilla con individuos de todos los rincones del mundo. El esperanto no está pensado para reemplazar a otros idiomas, sino para complementarlos.

Puede que te preguntes por qué no es posible utilizar un idioma existente como lengua auxiliar internacional. Por ejemplo, todo el mundo podría aprender inglés, además de su idioma nativo, y, de este modo, todos nos podríamos comunicar. Se trata de una pregunta muy buena, en particular si consideramos que el inglés ya es básicamente una lengua auxiliar internacional, que muchas organizaciones internacionales utilizan como lengua franca. El problema con el uso del inglés es que confiere una gran ventaja a las personas y lugares que ya hablan inglés. El esperanto intenta evitar los problemas políticos y culturales al ser una lengua neutra.

¿Cómo se construyó el esperanto?

Después de años de trabajo en su nueva lengua, Zamenhof publicó Unua Libro en Varsovia, el 26 de julio de 1887. Fue publicado bajo el seudónimo de Doktoro Esperanto, que significa “Doctor con esperanza”, y la segunda parte de este dio nombre a la nueva lengua. Este libro, que literalmente se traduce como “Primer libro”, sentó las bases del esperanto con 920 raíces léxicas que, combinadas con 16 sencillas reglas gramaticales de la lengua, podían formar decenas de miles de palabras.

Las raíces del esperanto estaban basadas en gran medida en el latín, con notables influencias del ruso, polaco, inglés y alemán. Esto se hizo a propósito, para que las personas que ya hablaran un idioma que descendiera del latín tuvieran muchas más facilidades para aprender la nueva lengua. Muchos esperantistas aseguran que, gracias a su sencilla gramática, la familiaridad del vocabulario latino y la transcripción fonética, puedes aprender mucho más rápido que cualquier otro idioma.

Zamenhof renunció a controlar el esperanto poco después de que los fundamentos fuesen publicados. Su disposición positiva a recibir las opiniones de otros y su voluntad de fomentar la evolución del lenguaje contribuyó a que la lengua no fuera estrangulada por sus propias restricciones. Zamenhof participó activamente en la difusión del esperanto durante el resto de su vida, y aseguró que la lengua sería capaz de sobrevivir después de su fallecimiento.

No obstante, el esperanto no está libre de imperfecciones. El esperanto tiene un sonido similar al español, similar al italiano y, en general, similar a los idiomas europeos. Eso no es una coincidencia, y la influencia europea sobre el esperanto puede ser un punto débil, dependiendo de la parte del mundo en la que vivas. Debido a la fuerte influencia europea, las personas que hablan idiomas asiáticos tienen una notable desventaja para aprender y hablar esperanto. Las reglas sencillas del esperanto pueden contribuir a facilitar el aprendizaje para los hablantes de Asia si lo comparamos con otros idiomas, pero irremediablemente pierde parte de su “neutralidad” dada su inclinación occidental.

¿Cómo se ha utilizado el esperanto a lo largo de la historia?

Poco después de la publicación de Unua Libro, el esperanto tuvo un arranque muy rápido en Europa y Norteamérica.  Se comenzaron a formar sociedades y se publicaron varios libros. Y fue una gran noticia que Neutral Moresnet, un pequeño principado entre Bélgica y Alemania, lo declarara como su idioma oficial. El principado incluso cambió su nombre a Amikejo, que en esperanto significa “amistad.” Durante al menos algunas décadas, parecía que el esperanto estaba progresando para cumplir los sueños de Zamenhof.

Luego tuvo lugar la Primera Guerra Mundial. Muchos abandonaron el uso del esperanto porque la supuesta lengua utópica no fue capaz de impedir que Europa estuviera en guerra. La adhesión de Amikejo por parte de Bélgica disolvió el único estado que había adoptado el esperanto como su lengua oficial. Cuando la Guerra vivía sus días más turbulentos en 1917, Zamenhof falleció. Después de la Guerra, hubo un intento de revitalizar la lengua, e incluso la Sociedad de las Naciones la consideró como un modo de comunicación oficial, pero el idioma sufrió un duro golpe con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Foto del primer Congreso de esperanto mundial en 1905.
Foto del primer Congreso de esperanto mundial en 1905.

El esperanto sufrió una terrible oposición durante la Segunda Guerra Mundial, tanto por parte de Adolf Hitler como de Josef Stalin. Tristemente, los tres hijos de Zamenhof fueron asesinados durante el Holocausto debido a sus raíces judías. Pero la lengua logró sobrevivir, siendo enseñada en los campos de concentración y utilizada por las víctimas.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el esperanto desapareció casi por completo. Fue capaz de sobrevivir al siglo XX solo gracias a pequeños grupos de apasionados del esperanto. La lengua siempre tuvo un carácter marginal y normalmente no se tomaba en serio, pero lo importante es que se evitó su extinción.

¿Cuántas personas hablan esperanto en la actualidad?

Es difícil calcular exactamente cuántas personas hablan esperanto, pero según algunas estimaciones existen al menos 2 millones de hablantes en el mundo actualmente. Y, a pesar de que el esperanto fue creado para ser una lengua auxiliar, hay alrededor de unas 1000 personas que utilizan el esperanto como su primera lengua, algunas de las cuales fueron entrevistadas en el anterior vídeo. El hablante nativo más famoso es el millonario filántropo húngaro-americano George Soros, cuyo padre era un devoto de la lengua. El esperanto está hoy más vivo que nunca y está experimentado una importante revitalización.

El esperanto no tiene carácter oficial en ningún país, pero ese no es el único parámetro para medir el éxito de un idioma. Existen libros, música y otros tipos de entretenimiento. El evento más importante para el Esperanto es el Universala Kongreso, que fue fundado por Zamenhof y se ha celebrado en una ciudad diferente casi todos los años desde 1905. En sus comienzos se trataba de un encuentro dedicado a la discusión y ajuste de la lengua, pero actualmente es una celebración para sus hablantes.

¿Por qué las personas hablan esperanto?

Para algunos se trata de un reto, otros suscriben la idea de Zamenhof de un mundo pacífico, pero quizás la razón más importante que se suele citar para aprender esperanto es la colectividad. Además de en la reunión anual, los hablantes de esperanto se solidarizan con su colectividad de muchas maneras, tanto de forma online como en la vida real. Internet ha supuesto sin duda alguna un importante impulso  para la lengua, conectando a hablantes de todos los rincones del planeta y creando una comunidad. En el sitio web Pasporta Servo, puedes encontrar a esperantistas de todo el mundo que dejan que otros hablantes de la lengua se alojen en sus hogares por un precio muy económico, o incluso gratuitamente, cuando están de vacaciones. Hay una emisora de radio, un subreddit activo, grupos locales y mucho más.

A los hablantes de esperanto les apasiona el sueño de Zamenhof de crear una lengua que permita a las personas de todo el mundo conectar los unos con los otros. Sí, es cierto que solo una pequeña fracción del mundo habla esperanto, pero entre aquellos que lo hacen, Zamenhof ha logrado su sueño de ver a las personas unidas por un idioma común. La lengua con el nombre que significa “esperanzador” todavía inspira esperanza entre millones de personas hoy.

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