¿De dónde viene la palabra ‘Pascua’, sus símbolos y tradiciones?

Las historias detrás de lo que simbolizan el conejo, los huevos, la comida de Pascua, y más.
Tradiciones de pascua

Si nos centramos en la celebración en sí, es como si la Pascua se le hubiera ocurrido a alguien improvisando. Un conejo de gran tamaño lleva cestas llenas de chocolate a los niños, quienes se pasan todo el día buscando huevos. A todo esto hay que añadir que la Pascua se celebra el día en el que Jesucristo resucitó. ¿Qué cuándo es? Espera, que voy a mirar el calendario lunar. Sin duda, las tradiciones de Pascua por todo el mundo son una caja de sorpresas.

Toda esta extraña mezcolanza tiene raíces históricas y se remonta en gran medida a la expansión del cristianismo. Cuando los cristianos iniciaron el proceso de evangelización y conversión a su religión, intentaron incorporar otras festividades a las tradicionales del cristianismo. Una retrospectiva a los orígenes de nuestras fiestas modernas puede revelar mucho sobre el significado real de las tradiciones de Pascua en todo el mundo. Ten en cuenta que se trata de una festividad extremadamente rica en costumbres que difieren según cada país y que solo hemos podido rascar un poco la superficie de lo que significa esta celebración.

Origen de la palabra Pascua

Comencemos por la palabra inglesa “Easter”. Este vocablo se remonta del inglés antiguo Easterdæg, que significa más o menos lo mismo que en la actualidad. Se cree que este término proviene del aún más antiguo protogermánico austron-, nombre de la diosa de la primavera y la fertilidad. Antes del surgimiento del cristianismo en la Inglaterra anglosajona, el comienzo de la primavera estaba marcado por una celebración a esta diosa. La festividad cristiana absorbió la palabra, así como muchas de las tradiciones de Pascua.

El idioma alemán también presenta un equivalente similar (Ostern), pero en la mayoría de los demás idiomas la raíz etimológica difiere. Muchos idiomas europeos, en particular las lenguas romance, derivan su palabra del latín pascha. En español se dice Pascua, en francés Pâques, en sueco påsk y de manera similar con otros ejemplos. Incluso en inglés medio, la palabra Pasche se usaba para la festividad antes de que se extendiera Easter. Como dato curioso, muchos idiomas, entre ellos el español, usan la misma palabra para referirse tanto a la Pascua cristiana como al Pésaj, la festividad judía de una semana de duración y que suele ocurrir en torno a las mismas fechas. Para diferenciarlas, a esta segunda se la denomina Pascua judía o Pascua hebrea.

La fecha de Pascua

La celebración de la Pascua no presenta una fecha fija en el calendario moderno y, por tanto, puede celebrarse en cualquier momento entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Para descubrir la fecha exacta hay que centrarse en el primer domingo tras la primera luna llena (llamada también luna pascual) después del equinoccio de primavera. 

Pero, ¿por qué?  En el Nuevo Testamento no se incluye ninguna fecha, por lo que los primeros cristianos tuvieron que apañárselas y hacer todo lo posible para ubicar ciertos eventos. Sus investigaciones registraron la muerte y resurrección de Jesús después de la festividad judía Pésaj, por lo que intentaron hacer que la Pascua cristiana coincidiera con el final de la Pascua hebrea. Dado que el calendario judío está ligado a los ciclos de la luna, esta festividad también lo está.

Pero eso no es todo, el calendario esconde otro misterio más con respecto a este día festivo: la Pascua ortodoxa se celebra más tarde que la no ortodoxa. La iglesia ortodoxa usa el calendario juliano, llamado así por Julio César, para calcular sus fechas, mientras que casi todos los demás usan el calendario gregoriano, que fue presentado por el Papa Gregorio XIII. Debido a esta diferencia, los cristianos ortodoxos en Rusia, Grecia, algunos países del Medio Oriente y ciertos países de la antigua Unión Soviética celebran la festividad en una fecha diferente.

El conejo de Pascua

Si siempre te ha confundido la existencia del conejo de Pascua, no te preocupes, suele pasar. Hasta a Jacob Grimm, uno de los hermanos Grimm que viajó por Alemania recopilando cuentos populares, le resultaba “incomprensible” la existencia del conejo de Pascua. Todo apunta a que se relaciona con la diosa sajona Ēostre, vinculada a los orígenes de la fiesta de Pascua. Es posible que la infame habilidad del conejo para procrear lo haya convertido en un potente símbolo de fertilidad en relación con la primavera. Y a partir de aquí, de alguna manera, el pobre animal se vio obligado a cumplir con el deber de traer cestas llenas de chocolate y esconder huevos para los más pequeños.

Dejemos de lado su significado exacto… Lo importantes es que la tradición luterana alemana del conejo de Pascua se extendió por todo el mundo cristiano. Es parte de las festividades en el Reino Unido y los Estados Unidos, también en Dinamarca (Påskehare), los Países Bajos (paashaas), Austria y Suiza (Osterhase). 

Pero el conejo no es el único que trae regalos en esta época. En Australia, donde los conejos son considerados una plaga, el protagonismo de la fiesta se lo lleva un marsupial: el bilbie de Pascua. En Noruega, el animal elegido es un pollito, el Påskekyllinger, que también es un símbolo común de Pascua, incluso en aquellos países que se decantan por el conejo. Suecia y Finlandia toman un rumbo muy diferente con la Bruja de Pascua. En esta fiesta, los niños se ponen a trabajar disfrazándose de brujas y llevando dibujos de puerta en puerta a cambio de golosinas. Pero, sin duda, el país que tira más de imaginación es Francia, donde las campanas de las iglesias de cada pueblo y ciudad vuelan el Viernes Santo a Roma para ser bendecidas y, de camino, recolectan algunos dulces para luego dejárselos a los niños el domingo de Pascua. Por último, tenemos a Italia y su ausencia de elemento místico. En este país los obsequios provienen directamente de padres o abuelos.

Los huevos de Pascua

La tradición de teñir huevos de Pascua se remonta a mucho tiempo atrás. Los huevos en sí mismos se ven como un símbolo (bastante literal) de nacimiento, por lo que tiene sentido que hayan sido parte de la celebración de la primavera. Pero el uso de huevos en Pascua está ligado a que los primeros cristianos eligieron huevos teñidos de rojo como símbolo de la resurrección de Jesús. De hecho, los griegos ortodoxos se decantan exclusivamente por este color a la hora de teñir los huevos. Sin embargo, el estilo más popular se relaciona con los tonos pastel sencillos como se puede apreciar en las tiendas de todo el mundo las semanas previas a la Pascua. Mención especial para los pysanky, los huevos de Pascua ucranianos que presentan una compleja decoración con cera.  Este tipo de decoración de huevos se realiza en muchos países eslavos con raíces en las tradiciones paganas.

Pero los huevos de Pascua esconden mucho más que una capa de pintura. La festividad presenta una variedad de juegos y actividades realizadas con huevos que varían de una cultura a otra. Entre ellas tenemos la clásica búsqueda de huevos de Pascua, donde los niños deben encontrar estos huevos pintados (aunque hoy en día muchas personas usan versiones de plástico con chocolate).  Al igual que el conejo de Pascua, la búsqueda de huevos se originó en Alemania. Concretamente en el siglo XVII, cuando los luteranos alemanes escondían huevos para que mujeres y niños los encontraran. El evento fue popularizado en Inglaterra por la reina Victoria en el siglo XIX, algo que aceleró su difusión. 

Otra tradición es el rodado de huevos de Pascua, que consiste en rodar huevos a modo de carrera. Este juego presenta diferentes versiones según el país. En el Reino Unido, donde se originó esta carrera de huevos rodados hace cientos de años, los niños decoran los huevos y los hacen rodar por una colina cubierta con césped o alguna otra superficie para ver cuál cruza la línea de meta primero. Al otro lado del charco, por ejemplo, los niños usan cucharas de madera para hacer rodar sus huevos. Esta carrera es un evento de gran importancia para la Casa Blanca, que lleva celebrándolo más de 200 años.

Otro gran evento es el juego de romper huevos.  En inglés se denomina egg tapping y en español el combate de huevos. En el juego hay dos personas, cada una con un huevo duro (la mayoría de las veces pintado, pero no siempre). Los dos se turnan para golpear el huevo de la otra persona, con la esperanza de romperlo y dejar el suyo intacto. Los primeros registros de este juego apuntan al siglo XIV, y sus variaciones se juegan en el norte de Inglaterra (eggjarping), en el sur de los Estados Unidos (egg paquing o pocking), Croacia, Alemania (Ostereiertitschen), los Países Bajos (Eiertikken) y Grecia (tsougrisma). Esta tradición está presente incluso en algunos lugares donde no se celebra la Pascua. En Assam, India, por ejemplo, la gente juega una versión del juego llamada Koni-juj.

La comida de Pascua

Los huevos duros se llevan un alto porcentaje de la base gastronómica de la Pascua, pero hay mucho más. A pesar de que existen algunos platos en común, la cena de Pascua puede variar mucho dependiendo del país y de las personas con las que te sientes a cenar.

En muchos lugares, el cordero asado es la pieza central de la fiesta de Pascua. En el Reino Unido se trata de un cordero asado con gelatina de menta, en Italia comen arrosto d’agnello, en Alemania Lammbraten o en Francia gigot d’agneau. Irónicamente, la tradición de comer cordero es anterior al cristianismo. Su origen se encuentra en el judaísmo, quienes comían y siguen comiendo cordero durante la Pascua.

Y tras la comida, el postre o, mejor dicho, el pastel de Pascua. A veces se le llama pastel de cordero porque los panaderos le dan forma de cordero, pero hay varias iteraciones. Los italianos hornean la Colomba Pasquale, que tiene forma de paloma (más o menos) y los austriacos, así como en Reino Unido, se decantan más por un panecillo con su Osterpinze y hot cross bun, respectivamente. En España, hay gran variedad de dulces para Pascua como las torrijas o la Mona de Pascua que suele estar decorada con huevos. Rusia tiene un pequeño pastel cubierto de azúcar glas llamado Kulitsch, así como un pastel de queso aún más dulce llamado Pashka.

En cuanto al resto de comidas, las tradiciones de Pascua varían bastante. En Polonia, el brunch del domingo de Pascua es el evento central de la celebración. En la mayoría de los casos, consiste en comidas abundantes con huevos rellenos (jajka faszerowany), borscht blanco, sopa de centeno (żurek) y mucho más. La fiesta griega de Pascua, que se celebra después de un servicio religioso de medianoche, también es un evento colosal con cordero, pan especiado (tsoureki), pasteles de queso (tiropitas) y spanakopita, entre otros platos. 

Existen tantas tradiciones de Pascua como culturas que la celebran por todo el mundo. Con sus raíces en el cristianismo, judaísmo y religiones paganas, entre otras, es una festividad difícil de definir.

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