“El aprendizaje de idiomas online es más impersonal”. “Las clases online no te ofrecen un plan de estudios completo”. “El aprendizaje online es menos estructurado que las clases presenciales”. “Las clases online son más fáciles que las clases ‘reales'”. ¿Estás completamente de acuerdo o no con alguna de ellas? Incluso si tienes suficiente experiencia con el aprendizaje online como para saber dónde empieza la verdad y dónde termina el mito, seguramente cuando comenzaste tu curso online tenías alguno de estos prejuicios. Aunque es cierto que el aprendizaje de idiomas online nunca recreará por completo la experiencia de una clase presencial, hay buenas razones para creer que no tiene por qué ser así necesariamente, y que eso no es para nada negativo. Aquí hay algunos de los conceptos erróneos más comunes que la gente tiene sobre el aprendizaje de idiomas online antes de ponerse manos a la obra.
Mitos comunes sobre el aprendizaje de idiomas online
1. La experiencia es más impersonal/No recibirás atención individual.
Es natural asumir que la falta de proximidad física se traduce en una falta de familiaridad en tu experiencia de aprendizaje. Noël Wolf, profesora de idiomas, ha descubierto en su experiencia impartiendo clases de idiomas en línea que pueden ser, y a menudo lo son, tan personales como las clases presenciales. “Hoy en día, nos hemos acostumbrado a comunicarnos en línea y ya no lo vemos como algo antinatural”, dice Wolf. Por eso, son preferibles las clases pequeñas. Tendrás la ventaja de conectar con otros estudiantes de un nivel similar y, además, estarás en un grupo lo suficientemente pequeño como para recibir mucha atención individualizada de tu profesor/a.
2. No es tan interactivo como el aprendizaje en persona.
Quizá tengas la costumbre de sentarte en las reuniones de Zoom con la cámara apagada y el micrófono silenciado. Pero el aprendizaje de idiomas online puede ser incluso más interactivo que una clase tradicional, aunque parezca mentira. Lo que te falta en la inmediatez del cara a cara, lo compensas con el uso de foros, chats y salas de descanso que te permiten interactuar con profesores y otros alumnos en tiempo real. Además, las clases online suelen tener menos gente que las presenciales, por lo que hay más tiempo para la participación. Ciertas herramientas que no están tan disponibles o racionalizadas para su uso en un aula tradicional, como las encuestas y los vídeos, hacen del aprendizaje de idiomas online una experiencia más interactiva.
3. Es demasiado fácil y/o de menor calidad en comparación con el aprendizaje en el aula.
Existe la creencia generalizada de que el aprendizaje de idiomas online es menos comprensivo que las clases de idiomas tradicionales, pero a menudo es justo lo contrario. Las clases online suelen ser una experiencia multimedia completa que incluye vídeo, audio y material escrito. Según Wolf, una idea errónea muy extendida es que el hecho de no tener libros significa que no existe una estructura. “¡Es todo lo contrario!”, afirma. “La ausencia de papel significa que todos los documentos se guardan y no pueden perderse”.
4. Tanto tiempo frente a la pantalla cansa y es más difícil concentrarse en casa.
Vale, en realidad hay algo de verdad en esto. En general, es cierto que a algunas personas les puede resultar más difícil concentrarse en casa. Es más fácil distraerse entrando a redes sociales, con objetos de tu casa o con alguna tarea del hogar. Y demasiado tiempo frente a la pantalla puede ser agotador. Sin embargo, ten en cuenta que los cursos online te ofrecen una flexibilidad y una comodidad que no tienen las clases tradicionales. Es más fácil adaptar el aprendizaje de idiomas online a tu horario porque no necesitas añadir un desplazamiento extra. Además, dispones de varias franjas horarias entre las que elegir. Así te resultará más fácil estudiar a tu ritmo, adaptándote a tus necesidades para que puedas mantener la atención y no te canses. Además, Wolf señala que la mayoría de las clases presenciales duran 90 minutos, por lo que el desplazamiento merece la pena. Las clases online suelen durar entre 45 y 60 minutos, lo que facilita la concentración y el compromiso. Por tanto, las clases online no serán idénticas a las presenciales, pero eso no es motivo para descartar por completo el aprendizaje de idiomas online. Es una herramienta útil que puede facilitar el aprendizaje de un idioma y hacerlo más accesible, así que sin duda merece la pena darles una oportunidad.