Pensemos solo en Latinoamérica, donde en la inmensa mayoría de los países se habla español. Naturalmente, con un idioma con tantos hablantes nativos dispersos en partes variadas del mundo, la lengua ha evolucionado junto con quienes la hablan.
¿Qué importancia tiene esto cuando estás estudiando español? Seguramente ya te has encontrado con distintas palabras para nombrar la misma cosa, como la palabra zumo que se usa principalmente en España para designar lo que muchos latinoamericanos denominamos con la palabra jugo. Sin embargo, si estás aprendiendo español y estás en México, y pides un zumo de naranja, el mesero claramente entenderá que quieres un jugo de naranja. Y no solo tenemos palabras distintas para la misma cosa, sino que también tenemos pronunciaciones distintas para la misma palabra. ¿Cómo se pronuncia la palabra cereza? Depende de la variedad de español que hables, o que estés aprendiendo. Aquí te doy cinco trucos para ayudarte a practicar y mejorar tu pronunciación en español.
La riqueza de nuestro lenguaje hará que tu experiencia al aprender español sea de lo más interesante, a la vez que te sumerges en la rica cultura del mundo hispanohablante.
1. La práctica hace al maestro (y a la maestra)
Aprender un nuevo idioma es como empezar una rutina de ejercicio: al principio puede resultar difícil y quizá hasta un poco intimidante. Sin embargo, entre más lo practicas, más confianza irás adquiriendo y tendrás más seguridad al hablar con otras personas. Para formar el hábito de practicar el idioma, te recomiendo que intentes practicar por lo menos 15 minutos cada día. Hay muchos materiales a tu alcance, y dependiendo de tus actividades diarias, estos minutos de práctica los puedes combinar con una actividad de aprendizaje. Por ejemplo, si tienes un largo camino en autobús desde tu casa a tu trabajo, puedes escuchar un pódcast que te ayude a practicar tu comprensión oral. O, por ejemplo, si quieres tomar un descanso corto en el trabajo, puedes hacer una lección de Babbel en la que practiques tu producción oral y veas cómo se usan distintas frases en un contexto cotidiano. Encuentra la mejor manera de incorporar estas actividades a tu rutina diaria, y verás que aprender un idioma se volverá un hábito casi sin que te des cuenta.
2. La variedad es la sal de la vida
Dependiendo de la variedad de español que quieras aprender o estés aprendiendo, notarás que hay varios sonidos que se pronuncian de manera distinta. Tomemos el caso característico de la z en palabras como zorro y la c en palabras como cera. Si estás aprendiendo el español que se usa en muchas partes de España, notarás que en estas dos palabras tanto la z como la c se pronuncian presionando tu lengua entre tus dientes. Sin embargo, esto no es el caso en América Latina, en donde los sonidos z y c de zorro y cera se pronuncian como se pronuncia la s de sopa, en donde la punta de la lengua se apoya en los dientes de abajo. Como dato adicional curioso, esta pronunciación característica de los sonidos z, c, y s te permitirá identificar de dónde es el hispanohablante.
Además de la riqueza de variedades de español que encontrarás en tu aprendizaje de la lengua, te recomiendo que utilices una amplia variedad de materiales para ejercitar tu comprensión y uso del idioma. Por ejemplo, hay varios pódcast que modelan aspectos de la lengua y explican brevemente las diferencias de pronunciación, por si quieres profundizar en el tema. Pero si prefieres algo más visual, puedes mirar videos en línea de distintos hablantes que explican características de la cultura hispana al mismo tiempo que explican particularidades de la pronunciación y la lengua. Escuchar a hablantes nativos utilizar el idioma te ayudará a adquirir una amplia gama de vocabulario, además de que te permitirá ejercitar distintas habilidades de comprensión oral y visual. Entre más materiales variados utilices, más se abrirá tu panorama sobre las variedades del español.
3. Pon atención a los pequeños detalles
Cada idioma tiene sus particularidades características, y el español cuenta con varias propiedades únicas, como la única letra ñ. Para hablantes cuyas lenguas maternas no tienen este sonido, cómo pronunciarlo puede resultar confuso y hasta difícil. Sin embargo, entre más escuches el sonido y más practiques el decirlo en voz alta, te resultará más fácil adquirir una pronunciación natural. Cada vez que veas una nueva palabra, procura repetirla en voz alta varias veces, porque eso ayudará a que la recuerdes más fácilmente. Y no solo repitas la palabra de manera aislada: procura siempre utilizarla en una oración para que además recuerdes cómo usarla. Por ejemplo: La niña come dulce de piña. Así recuerdas la palabra en un contexto, y será más fácil que no la olvides.
Del mismo modo, procura repetir frases que tengan el sonido que te causa dificultad para que lo practiques lo más que puedas. Los trabalenguas, aunque no lo creas, pueden ayudar a que pronuncies mejor los sonidos que te causan dificultades. Así que si tienes problemas con la ñ, puedes intentar decir: Una araña sueña con una cabaña que tiene una telaraña. Si la cabaña no tuviera una telaraña, la araña no soñaría con una cabaña y una telaraña. El chiste no es que digas el trabalenguas lo más rápido que puedas, sino que articules con cuidado cada palabra. Si el trabalenguas completo resulta muy difícil, intenta decir solo la primera oración, y paulatinamente agrega la siguiente, hasta que logres decir todo el trabalenguas. Esto puede resultar un reto divertido, y te ayudará a mejorar tu pronunciación.
4. Haciendo y deshaciendo se va aprendiendo
Recuerda que los errores son parte fundamental del proceso de aprendizaje. Así que no te preocupes si de repente cometes algunos errores al pronunciar palabras que te resulten difíciles. La fluidez viene con la práctica, y en menos de lo que esperas, serás capaz de pronunciar los sonidos adecuadamente. Si necesitas más práctica con ello, te recomiendo que escuches el idioma que aprendes lo más que puedas. Escuchar a hablantes nativos decir frases en el idioma que estás aprendiendo te ayudará a ejercitar tu oído. Pero escucharlos no es suficiente, también te aconsejo que repitas las frases como ellos las dicen. Las lecciones de Babbel ofrecen muchas oportunidades para que tú participes en conversaciones de la vida diaria que hemos escrito especialmente para ti. Practicar en un contexto seguro te ayudará con tu fluidez, y te dará seguridad para que te lances a practicar con otras personas.
5. No pierdas la oportunidad de platicar con hablantes nativos
Sé que puede resultar intimidante, sobre todo si apenas estás empezando a aprender un idioma y no te sientes con la seguridad de seguir una conversación sobre temas profundos como la situación política del mundo o tus sueños para el futuro. Sin embargo, aún si acabas de comenzar y tienes un nivel muy básico, aprovecha la oportunidad de practicar lo que sabes con algún nativo. Actualmente es muy fácil encontrar compañeros con quien practicar, ya sea a través de internet, o tomar los cursos de idiomas en vivo de Babbel, o si vives en un contexto multicultural y tienes la oportunidad de encontrar hablantes que te ayuden a practicar. Puedes incluso ir a tomar un café con un hispanohablante y practicar tu español con las frases que sabes decir hasta ahora. Escuchar al hablante ayudará a que ejercites tu oído, y puedas entender mejor cuando hablas con otras personas, o cuando escuchas material en línea.
Espero que estos tips te ayuden en tu aventura de aprender español. Aprender un nuevo idioma te permite conocer nuevas culturas y entender mejor a los hablantes de ese idioma. Aprovecha todas las herramientas que actualmente están a tu alcance para ayudarte en este divertido proceso.