El miedo al fracaso es una característica innata del ser humano. Incluso cuando hemos dedicado tiempo y esfuerzo para aprender algo a fondo, muchos de nosotros todavía nos ponemos nerviosos por cometer errores y, a veces, nos callamos cuando es hora de poner a prueba nuestra nueva habilidad.
Este es un fenómeno particularmente común cuando se trata de hablar un nuevo idioma. No importa cuánto hayamos estudiado o qué tan bien conozcamos la gramática y el vocabulario, todavía tenemos miedo de hablar el idioma en voz alta. ¿Qué pasa si cometemos un error? ¿Y si nos avergonzamos a nosotros mismos?
Bueno, eso es bueno. Los investigadores han descubierto que si cometemos errores, aprenderemos de ellos y es menos probable que los cometamos la próxima vez. En pocas palabras: cometer errores es la mejor manera de aprender un idioma porque es la mejor manera de aprender, punto.
La ciencia detrás de aprender de nuestros errores
Varios estudios científicos han analizado lo que sucede en nuestro cerebro cuando cometemos errores. Uno de estos estudios, de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, evaluó a estudiantes universitarios para ver cómo reaccionaba ante los errores, pero lo hizo en función de su “mentalidad”.
En pocas palabras, se les pidió a los participantes que clasificaron una serie de afirmaciones y luego las clasificaran en dos grupos: personas con mentalidad de crecimiento e individuos con mentalidad fija. Las personas con mentalidad de crecimiento tienden a creer que la inteligencia se puede desarrollar a través del esfuerzo y piensan en los errores como oportunidades de aprendizaje. Las personas de mente fija se inclinan más a creer que la inteligencia no se puede cambiar, y si comete errores, simplemente carece de habilidad.
Los estudiantes tenían que completar una tarea en la computadora, haciendo clic en la extraña en una cadena de letras, y su actividad cerebral se registró en todo momento. Cuando los participantes con una mentalidad de crecimiento cometieron errores, los investigadores encontraron que la actividad cerebral estaba relacionada con la conciencia y la atención a esos errores. Estos individuos también mostraron más precisión en la tarea después de cometer errores, lo que sugiere que aprendieron de ellos.
Por otro lado, cuando los participantes de mentalidad fija cometieron errores, hubo menos actividad cerebral relacionada con la atención a los errores, y estos individuos mostraron menos precisión después de cometer errores que los de mentalidad de crecimiento.
Hay dos conclusiones clave de este estudio. La primera es que si prestas atención a tus errores, puedes aprender de ellos y reducir tus posibilidades de cometer más. En segundo lugar, debe abordar los nuevos desafíos con la actitud correcta. Por cliché que suene, creer en su capacidad para aprender de los errores y mejorar realmente afecta su precisión en el futuro.
La práctica en cometer errores en el mundo real marca la diferencia
Además de la investigación científica, también hay muchas razones prácticas y anecdóticas para aceptar los errores al aprender un nuevo idioma.
Practicar su nuevo idioma en situaciones del mundo real es extremadamente importante para ganar la confianza para hablarlo. Pero en el camino hacia ese nivel de confianza, probablemente te equivocarás varias veces. ¡Y eso es algo bueno!
Piensa en la última vez que cometiste un error vergonzoso. Ahora, piensa si alguna vez volverás a hacer ese mismo. La respuesta es probablemente un rotundo “¡No!” La vergüenza es una poderosa herramienta de memoria, especialmente si los errores fueron incómodos.
Hay mucho que decir sobre controlar tu ego en la puerta, salir y simplemente dar lo mejor de ti. No puedes mejorar hablando un idioma a menos que lo intentes, y practicar con un hablante nativo o fluido que pueda darte retroalimentación en tiempo real es una de las mejores maneras de mejorar.
¡Así que sal y habla! Comete errores, aprende de ellos e inténtalo, inténtalo de nuevo. Solo te hará sentir mejor.
Este artículo se publicó originalmente en la edición inglesa de Babbel Magazine.