Quién no quiere simplemente esto: aprender idiomas de manera rápida y eficaz. ¿Pero te cuesta concentrarte a la hora de estudiar y te distraes una y otra vez? Entonces te tenemos buenas noticias: podemos entrenar nuestra capacidad de comprender nuevos contenidos de aprendizaje más rápidamente con la ayuda de prácticos ejercicios de atención plena, conocidos en inglés como mindfulness exercises.
Y es que entrenar la mente permite adquirir una mayor capacidad de concentración y una mayor eficacia en el aprendizaje. Si nos cuidamos a nosotros mismos cultivando nuestra mente y nuestro cuerpo, no tardaremos en sentir los efectos positivos en nuestra vida cotidiana. Puedes integrar fácilmente los siguientes ejercicios en tu rutina diaria para fortalecer paso a paso la constancia de tu mente.
1. Ejercicios de atención plena en la vida cotidiana.
Ejercitar la atención no solo sirve para reducir el estrés, sino que también favorece la concentración. Al fortalecer la capacidad de percibir detalles, propicia asimismo una vida más consciente en el aquí y ahora.
La concentración y la perseverancia son particularmente importantes cuando se está aprendiendo un idioma. Entonces, cuanto más abandones el ritmo vertiginoso para hacer una pausa reflexiva en la vida cotidiana, tanto mejor podrás concentrarte con el paso del tiempo: todo lo que tienes que hacer es concentrarte una y otra vez en la tarea que tienes delante de ti.
Ya sea que estés pelando patatas o lavando los platos… Tómate el tiempo para sentir las cáscaras o el agua tibia en el fregadero. Sumérgete completamente en ello. Cuanto más a menudo te des cuenta de este tipo de cosas en el día a día, tantos más beneficios obtendrás para tu cerebro. El cerebro es como un músculo que necesita ser ejercitado. Si de ahora en adelante enfocas cada vez tu atención en una sola cosa, en poco tiempo verás que se te hace muchísimo más fácil aprenderte el vocabulario de un nuevo idioma.
2. Haz pausas una y otra vez.
Piensa en una señal que a partir de ahora te recuerde hacer pequeños ejercicios de atención plena en tu vida cotidiana. Puede ser en el momento de esperar el cambio de un semáforo en rojo o de hacer fila en la caja del supermercado. Cada vez que aparezca este signo, detente y siente lo que pasa en tu interior. ¿Cómo estás en ese momento? ¿Sientes tensión o estrés? Luego relaja los hombros por un rato. ¿Estás corriendo de A a B todo el tiempo? Entonces di «¡Alto!» y reflexiona sobre el sol que ves en el cielo o los pájaros que hay en los árboles. Cualquier cosa que te devuelva al aquí y ahora es buena para tu cerebro, ya que estos pequeños descansos le permiten recuperarse brevemente. Y solo a un cerebro descansado le gusta aprender.
3. Practicar regularmente la meditación de consciencia plena.
Está demostrado científicamente: la meditación cambia las estructuras de nuestro cerebro. El truco reside en la regularidad. Con el tiempo encontrarás tu enfoque interior gracias a la meditación de consciencia plena. Esto hará que estés más tranquilo y relajado, y que seas menos propenso a distraerte a la hora de estudiar. Además, si llegas a distraerte, podrás retornar a tu tarea más rápidamente. Diez minutos de meditación al día son suficientes para comenzar, ya sea con la ayuda de una aplicación o en grupo. Depende totalmente de tus preferencias. Lo principal es que tu entrenamiento mental se convierta en una parte integral de tu vida cotidiana.
4. Breves ejercicios de respiración.
Nuestra respiración es nuestra ancla y garantiza que el oxígeno sea transportado automáticamente a nuestro cerebro. Pero especialmente cuando pensamos mucho y durante un tiempo prolongado, puede suceder que olvidemos la forma de respirar correctamente. En lugar de hacer inhalaciones largas y profundas, nos sentimos tan estresados en la vida cotidiana que solo tomamos mínimas porciones de aire. El resultado es que nos falta la concentración al momento de estudiar, ya que nuestro cerebro necesita oxígeno para poder pensar con energía y claridad.
Benefíciate de pequeños ejercicios de atención mientras respiras: inhala profundamente y cuenta mentalmente hasta cuatro, contén la respiración y vuelve a contar hasta cuatro, luego exhala y cuenta hasta ocho.
Así ralentizas tu respiración, lo que te brinda una sensación de calma y de relajación. Es el punto de partida ideal para aprender algo nuevo y no tener que luchar por la concentración mientras estás estudiando.
5. Pequeños rituales de té.
Una taza de té puede hacer maravillas. Esto se debe a que los seres humanos tienen una capacidad de asimilación limitada y suelen necesitar pequeños descansos: en el caso ideal, 15 minutos de pausa cada 90 minutos, lo que coincide con el tiempo perfecto para prepararse una taza de té y retornar brevemente a sí mismo. El té verde es el más apropiado para ello, ya que también calma los nervios. De esta forma, tomar té se convierte en un pequeño ejercicio de atención plena que da energía a la mente, ya sea por la mañana o en el momento de mayor cansancio en la tarde.
6. Ejercicios de yoga para el cuerpo y la mente.
También el yoga te ayuda a encontrar tu equilibrio interior: después de un largo día de estudio en tu escritorio, es una verdadera bendición hacer algo bueno por tu cuerpo. Especialmente los ejercicios de Shavasana como posición de descanso te brindan una sensación de equilibrio y relajación. Simplemente acuéstese en el suelo con los brazos y las piernas estirados, e inhala y exhala lentamente. Tus extremidades descansan, tu mente vuelve a estar fresca y, después de este ejercicio de atención plena, podrás asimilar más fácilmente la información nueva.
7. Meditar caminando: ejercicios de atención plena de camino a algún lugar.
Está demostrado científicamente: caminar es un superpoder. Mientras movemos nuestro cuerpo tenemos pensamientos completamente diferentes que cuando nos sentamos delante de un escritorio todo el día. Podemos aprovechar este superpoder para el aprendizaje de idiomas: si meditamos mientras caminamos como un ejercicio de atención plena, no solo le permitimos a nuestro cerebro descansar después de una exigente lección de idiomas, sino que también nos llenamos de nueva energía. Los ojos se relajan al contemplar el verde de las plantas y los árboles, y los sentidos se agudizan al entrar en contacto con la naturaleza. Todo esto nos permite recargar nuestras baterías para asimilar nuevos contenidos de aprendizaje.
8. Medir los progresos alcanzados.
En ocasiones es posible que ni siquiera recuerdes lo que has aprendido en los últimos días o semanas. Un paso importante para modificar esta situación es medir los pequeños éxitos que has logrado. Puedes hacerlo en forma de reflexión al final de la semana, anotándolo en un cuaderno antes de irte a la cama o dejar que Babbel lo haga por ti automáticamente: Babbel guarda tus progresos cada día y hace un seguimiento semanal de tu actividad de aprendizaje. De esta manera siempre sabes cuánto has avanzado en el idioma que estás aprendiendo. Estos pequeños éxitos quedan grabados inconscientemente tanto en el cuerpo como en la mente, con el resultado de que sin pensarlo te sentirás más agradecido/a por todo lo que has logrado. Además, al mismo tiempo crecerá tu motivación ante el camino que tienes por delante.
9. Entrenamiento mental como un activo de no hacer nada.
¿Sabías que no hacer nada regularmente es crucial para que progreses en tu aprendizaje? De acuerdo con el lema «cuanto más, mejor», tendemos a incluir más y más tareas en un solo día. Pero no hacer nada es un arma secreta para todos los que suelen tener sesiones de trabajo intensas y prolongadas.
Porque solo en apariencia no estamos haciendo nada al sentarnos en un sillón y mirar por la ventana. En realidad, nuestro cerebro sigue funcionando a toda velocidad y consume alrededor del 90 % de la capacidad original que requiere cuando nos concentramos conscientemente.
Durante este tiempo nuestro cerebro hace conexiones importantes, y puede suceder que de repente tengas una idea brillante. Esta es la razón por la cual los destellos de inspiración vienen a nosotros justamente cuando no estamos sentados delante de un escritorio. Es más, También después de una unidad de vocabulario, lo recién aprendido se ordena y estructura mejor en el cerebro. ¡Así que no hagas nada más a menudo! Es una estrategia perfecta para esos momentos en los que quieres estudiar y no consigues concentrarte. Como ves, los ejercicios de atención plena pueden ser muy simples…
10. Trabaja respetando tu biorritmo.
Todo el mundo tiene su propio biorritmo, que dependen de que las personas sean madrugadoras o duerman más tiempo. Esta diferencia determina si tu fase más productiva tiene lugar ya por la mañana o más bien por la tarde. Entonces lo más importante es proteger ese tiempo. Aunque este es probablemente el ejercicio de atención plena más obvio, también es el más difícil de implementar, porque para aprender de forma realmente eficaz y concentrada necesitamos un entorno tranquilo para trabajar. Entonces, si puedes disfrutar de un momento de calma con regularidad para aprender idiomas y trabajar, notarás tus progresos muy rápidamente. Sin tensionarte ni sobrecargar tu cerebro.
Con Babbel también puedes aprender idiomas sin conexión a Internet, lo que te libera de distracciones para que aproveches al máximo cada sesión de aprendizaje.
Este artículo se publicó originalmente en la edición alemana de Babbel Magazine.