Vivir durante un tiempo en otro país tiene muchas ventajas: en Europa los estudiantes formamos una red, conocemos nuevas culturas e idiomas de forma auténtica y trabamos amistades que trascienden las fronteras. Además, crecemos al enfrentar los desafíos que conlleva vivir en el extranjero. ¡Desde el comienzo mi deseo fue estudiar en Cracovia tres años! Aunque Polonia no es el primer país que se nos viene a la mente cuando consideramos “estudiar en el extranjero”, nuestro vecino del este tiene mucho que ofrecer: una naturaleza impresionante, ciudades encantadoras, delicias culinarias, una interesante historia y personas muy hospitalarias. En este artículo revelaré las siete razones que me llevaron a estudiar en Cracovia.
1. La fascinante arquitectura
Cracovia es la segunda ciudad más grande de Polonia. Se salvó en gran parte de los estragos de la guerra, por lo cual el casco antiguo y el antiguo distrito judío de Kazimierz conservan un aire casi mediterráneo. El paisaje urbano combina imponentes edificios, como la Lonja de los Paños en la mitad de la plaza del mercado, la universidad en el centro de la ciudad, el Castillo de Wawel y la iglesia gótica de Santa María, con construcciones nuevas y modernas que albergan museos y centros de convenciones. Cracovia ofrece además varios museos en sitios históricos auténticos, como la Fábrica de Oskar Schindler y la farmacia en la Plaza de los Héroes del Gueto, así como pinturas históricas de carácter patriótico y arte contemporáneo.
2. Cultura de sol a sol
Cracovia es considerada la capital cultural de Polonia no solo por sus numerosos museos e iglesias, sino también por los múltiples eventos que tienen lugar durante todo el año. Los visitantes siempre encontrarán un evento adecuado, sobre todo durante el verano, ya sea el festival de los pierogi, el de las cometas, el de la cultura judía o alguno de los muchos otros festivales de música y cine. Quienes no hablan polaco no están excluidos de las actividades culturales: en los festivales de cine se presentan las películas en su idioma original con subtítulos en polaco. Durante el festival de la cultura judía se ofrecen muchos talleres y lecturas en inglés y, además, el Instituto Goethe de Cracovia ofrece la oportunidad de asistir a lecturas y ver películas y conciertos en alemán. Si vas a estudiar en Cracovia, ¡prepárate también para disfrutar de la vida nocturna!
3. Estudiar en la segunda universidad más antigua de Europa
La universidad más grande de Polonia es la Universidad Jaguelónica, fundada en 1364 como la segunda universidad más antigua de Europa. Junto con la Universidad de Varsovia, es una de las mejores del país. Si estudias en Cracovia, ¡también ganarás este punto positivo para tu curriculum vitae! Entre los alumnos más famosos de la Universidad Jaguelónica se encuentran Nicolás Copérnico y el papa Juan Pablo II. La sede central se encuentra en el casco antiguo de la ciudad, pero la universidad tiene facultades por toda Cracovia. Los alumnos extranjeros representan el 6 % del estudiantado y son así una parte importante y activa de la vida universitaria. Organizan sus propias reuniones y cafés de idiomas, en los cuales el intercambio entre diferentes culturas tiene una gran importancia.
4. Los polacos
No solo los estudiantes internacionales son una compañía agradable. También la mayor parte de la población polaca de Cracovia es abierta y está acostumbrada a que las personas hablen en inglés. Por esta razón, en muchas tiendas y restaurantes los empleados también hablan inglés, aun cuando se alegran cada vez que escuchan mis intentos de hablar polaco. Muchas personas en Cracovia quieren aprender otro idioma y se reúnen en tándems. En los tándems, cada cual desempeña el papel de experto en su lengua materna. Yo tengo un tándem alemán-polaco con una polaca: yo le enseño alemán y ella me ayuda a aprender polaco. También las numerosas escuelas de idiomas, los cines que presentan películas con subtítulos en inglés y la gran oferta de restaurantes y cafés internacionales evidencian que Cracovia es una ciudad cosmopolita y polifacética.
5. Conocer la vida judía
Uno de los aspectos especialmente interesantes de Cracovia es la vida religiosa. Además de numerosas iglesias católicas, Cracovia también tiene muchas sinagogas e instituciones judías. Después de la Segunda Guerra Mundial quedaron muy pocos miembros de la comunidad judía en la ciudad. Ahora el número de personas que profesan la religión judía ha vuelto a aumentar. La vida judía forma parte de la ciudad y se manifiesta, por ejemplo, en la cocina de los restaurantes, en el festival dedicado a la cultura judía, que es uno de los más grandes del mundo, y en los rabinos que caminan por el barrio de Kazimierz. La población judía de Cracovia invita al diálogo y abre sus puertas para visitar el centro de su comunidad. Desde que estoy en Cracovia, suelo participar en estos eventos para aprender más sobre el judaísmo.
6. Costo de vida asequible
Hablemos ahora de los aspectos prácticos de la vida cotidiana de los estudiantes. Cracovia también es adecuada para realizar estudios universitarios porque es una ciudad asequible. Ya sea a la hora de hacer la compra, salir a comer o ir al cine, en Polonia todo es un poco más barato que en Alemania, lo cual es muy conveniente para muchos de nosotros. Por ejemplo, no solo para los estudiantes, el bar mleczny («bar de leche») es un vestigio de la época del comunismo. Este y otros sencillos restaurantes ofrecen deliciosa comida polaca a un precio razonable. No sé a ciencia cierta si cocinar uno mismo resultaría más barato.
7. Aprender polaco en Polonia
Los estudiantes que, como yo, realizan sus estudios en inglés, fortalecerán sus conocimientos del idioma a la vez que aprenden y practican el polaco en la vida cotidiana. Por cierto, en la Universidad Jaguelónica los cursos de lenguas son obligatorios para todos los estudiantes. Pero no hay que aprender necesariamente polaco; también se puede elegir español, francés o ruso. En mi caso, al estar matriculada en Estudios de Europa Central y del Este, agradezco mucho los cursos de polaco. Además, me satisface mucho estudiar en un país y aprender su historia como parte de mis estudios. Esto me permite conversar con mis amigos y conocidos polacos, y comprender sus ceremonias, por ejemplo, la del Día de la Independencia, celebrada el 11 de noviembre.
Si deseas estudiar en una ciudad hermosa, llena de historia, que respira un ambiente internacional y en la que siempre pasa algo, ¡hazlo en Cracovia!