Ilustraciones por Martín Asca
Antes de comenzar, te lo advertimos: Canadá es un país grande, más bien gigante.
Hacen falta 77 Inglaterras, 28 Alemanias o seis Alaskas (el estado más grande de los EE. UU., que curiosamente se encuentra unido a Canadá) para lograr el equivalente de la superficie total de Canadá. Estamos hablando del segundo país más extenso del mundo, que tiene seis zonas horarias. Es por esto que para mí no tiene sentido hablarte de los lugares turísticos de Canadá o recomendarte qué visitar en el vibrante barrio chino de Toronto si estás haciendo camping en las Montañas Rocosas a 3000 km de distancia. Y tiene aún menos sentido recomendarte los mejores Bed and Breakfast en Vancouver si estás pasando un fin de semana en Montreal, a casi 4000 km de distancia.
De modo que alejémonos un poco de la típica guía de turismo para Canadá y concentrémonos en algunas de las mejores experiencias que puedes vivir en casi cualquier parte de este inmenso país.
1. Ve a Tim Hortons y pide un double double
Cuando el jugador canadiense de hockey Tim Horton abrió un restaurante de comida rápida en 1964, probablemente no sabía que estaba creando un icono en Canadá. La cadena tiene ahora alrededor de 4500 establecimientos y a los canadienses les encanta. Tim Hortons (también conocido cariñosamente como “Timmies”) es famoso por sus donuts y café. Si deseas impresionar a los lugareños, pide un café siguiendo el verdadero estilo canadiense y pide un double double, o lo que es lo mismo: un café con “doble de azúcar y doble de nata“. Si eso es demasiado dulce para ti, puedes pedir un regular (con uno de azúcar y uno de nata) o un regular with milk (con uno de azúcar y uno de leche).
2. Aprende los adorables nombres del dinero canadiense
La persona detrás del mostrador del Tim Hortons donde has pedido el café seguramente esté muy impresionada por la manera en la que lo has hecho. Podrás dejarla con la boca abierta si te aprendes los nombres de las monedas canadienses con las que pagas porque los canadienses tienen motes para su moneda:
- Un céntimo es conocido como penny, pero no te molestes en recordarlo porque ya no están en circulación. D. E. P. penny canadiense.
- Cinco céntimos son un nickel.
- Una moneda de diez céntimos es un dime.
- 25 céntimos son un quarter. Merece la pena darles la vuelta a estas monedas porque las caras tienen diferentes motivos. El reno es el grabado estándar.
- A la moneda de un dólar se la conoce como loonie, ya que tiene la imagen de un loon (gavia o colimbo), un ave acuática canadiense común.
- A la moneda de dos dólares se la conoce como toonie, ya sabes, porque son dos loonies. Estas no tienen un toon común en el reverso (todavía no se ha descubierto dicho animal), sino un oso polar. Impresionante, ¿no?
3. Aprende a usar “eh” de manera correcta
Muchas personas utilizan el “eh” en exceso cuando vienen a Canadá, pero no tienes que dejar de hacerlo: usa este pequeño sonido mágico al final de una frase cuando quieras decir right? (¿de acuerdo?), isn’t it (¿no es así?), don’t you agree? (¿no estás de acuerdo?).
4. Escucha atentamente cómo los canadienses pronuncian out y about
A pesar de que es muy divertido, South Park no es precisamente una fuente fiable para conocer la manera en que los canadienses pronuncian out y about. Cuando estés en Canadá, escucha con atención la manera en que los canadienses realmente hablan. Dependiendo de dónde te encuentres y quién lo diga, puede sonar como boat /bəʊt/, boot /buːt/ o incluso como estas adorables focas.
5. Experimenta la vida subterránea
¿Conoces alguna película apocalíptica en la que las personas tienen que vivir bajo tierra debido a alguna catástrofe? Bueno, pues imagina eso sin la catástrofe. En Canadá hace mucho frío, por lo que algunas ciudades como Montreal tienen una inmensa red de centros comerciales subterráneos que conectan diversas paradas de metro, formando casi una segunda ciudad bajo tierra.
6. Alquila un coche y haz una excursión a pie
Con la mayoría de la población de 35 millones concentrada en una estrecha franja al sur del país, Canadá tiene una impresionante naturaleza virgen sin explorar. El único problema es que posiblemente no puedas llegar sin un coche. Alquila un coche, conduce hacia el norte durante una o dos horas y luego haz una excursión a pie. Merecerá la pena, ¡te lo aseguramos!
7. Conduce por una calle larga, realmente larga
Puesto que los canadienses tienen un país tan grande, sus calles necesitan ser extralargas. Yonge Street, una ruta que conecta las orillas del lago Ontario con el lago Simcoe, aparecía en el libro Guinness de los récords como la calle más larga del mundo con un total de 1896 km. Sin embargo, esto se debe a una inclusión errónea de Yonge Street en la carretera de Ontario Highway 11. No obstante, la calle tiene nada menos que 86 kilómetros de longitud, ¡y no es la única que pertenece al “Club de calles canadienses realmente largas”!
No te extrañes si vives en la misma calle que un amigo, pero vuestras casas se encuentran en los extremos opuestos de la ciudad, o si quieres asistir al concierto de tu pareja en el 555 de Dundas Street West en el centro de Toronto, y descubres que el evento realmente se celebra en el 555 Dundas Street West fuera de Toronto en Etobicoke (algo que parece que le ocurrió al autor de este texto). Y las cosas se pueden complicar todavía más. Podrías ir al 555 de Dundas Street West y darte cuenta de que en realidad deberías haber ido al 555 Dundas Street East, que, como supones, ¡se encuentra al otro lado de la ciudad!
8. Haz amigos en un bar
No importa si vives o si estás de vacaciones en Canadá, terminarás dándote cuenta de que los canadienses son, como norma general, abiertos y simpáticos, y es fácil entablar una conversación con cualquiera en un bar o pub. Un consejo: infórmate un poco acerca del equipo de hockey local para que puedas intimar hablando del deporte favorito de Canadá.
9. Descubre la impresionante diversidad cultural y lingüística de Canadá
Es muy probable que escuches idiomas diferentes cuando estés en Canadá. En primer lugar, hay dos idiomas oficiales: el inglés y el francés. En segundo lugar, mientras que un país como EE. UU. se puede describir como un país homogéneo, Canadá es un verdadero mosaico cultural. De hecho, más del 20 % de la población nació fuera de Canadá. Esto hace posible que exista una gran riqueza cultural: da un paseo por cualquier ciudad canadiense y podrás escuchar chino, ruso, coreano, árabe, tagalo, punyabi, español, italiano… o, si lo prefieres, dirígete fuera de las ciudades y escucha idiomas aborígenes como las lenguas inuit, ojibwa, micmac y cree. En Norteamérica existen muchos idiomas además del inglés y probablemente encuentres a canadienses que los hablan.
BONUS: si quieres practicar un poco tu inglés y aprender un poco más sobre Canadá, escucha a un canadiense de la vida real en uno de los episodios de nuestro podcast en inglés Chatty con Leche: