Ilustrado por Elda Broglio
Todos conocemos el proceso de organizar un viaje o unas vacaciones: hacer un presupuesto, encontrar vuelos a buen precio, ubicar y reservar un hotel, un hostal o un Airbnb donde alojarse y, por último, encontrar qué ver. Si eres como yo y no siempre tienes el tiempo de organizar un recorrido turístico profesional o de invertir horas viendo blogs de viaje en YouTube, esta miniguía te será de gran ayuda.
Portugal es uno de mis países favoritos porque reúne casi todo lo bueno: el Atlántico, el buen tiempo, el vino, la historia y la comida deliciosa. Oporto es el perfecto ejemplo de una ciudad llena de historia, pero fácil de recorrer. Si tienes pensado visitar Oporto, te presentamos un recorrido con 8 cosas para que camines por ella y la veas desde otra perspectiva.
Un monumento: Muralhas Fernandinas
Nuestro recorrido comienza en el centro de Oporto con uno de los monumentos más vistos, pero menos visitados: las Muralhas Fernandinas. Camina por el Largo 1º de Dezembro, pasa bajo el arco que te lleva a la iglesia de Santa Clara y sube a la cima de la muralla por las escaleras de piedra. Desde esta parte de la muralla verás la ciudad de Gaia a la orilla del río Duero, los puentes de Maria Pia y Luis I, el funicular dos Guindais y los bellos barcos rabelos. Estos recorren constantemente el río Duero y son el medio de transporte tradicional para los barriles de vino de Oporto. Por cierto, si te gusta el vino puedes visitar las bodegas y degustar un “ruby cabernet” (tinto y joven), un “lacrima” (blanco, joven y dulce), un “cosecha” o un “vintage” (si prefieres los vinos maduros y refinados).
Una iglesia: Sé do Porto
La construcción de la catedral de Oporto se inició en el siglo XII y se terminó en el siglo XVIII. La capilla funeraria y el claustro fueron añadidos en los siglos XIV y XV respectivamente. Uno de los aspectos más llamativos de esta iglesia es la evidencia de los diferentes periodos arquitectónicos de Portugal, con detalles góticos y barrocos bajo un mismo techo. Si quieres retroceder aún más en el tiempo, en el número 5 de la rua de Dom Hugo encontrarás vestigios de una construcción que se remonta al Imperio romano y a la Edad de Hierro —lo que evidencia que esta zona ya había sido habitada antes de la creación de Portugal—.
Un café: Majestic Café
Casi al comienzo de la rua de Santa Catarina encontrarás el café más famoso de Oporto: el Majestic Café. Si quieres un expresso pide um chimbalino, si quieres un café con leche pide um galão, si tienes sed y prefieres una cerveza pregunta por um fino o uma imperial. Para ordenar un pastelito pregunta por um queque (masculino), ¡pero cuidado, eh! No lo confundas con su versión femenina queca, porque pasarías de pedir comida a pedir otra cosa…
Una librería: Lello
Al final de la rua dos Clérigos está Lello, la librería más antigua de Oporto y una de las más bonitas del país. Al entrar te toparás con unas impresionantes escaleras, de ahí en adelante siéntete libre de moverte por donde quieras. Asegúrate de echarle un vistazo a las páginas de la edición portuguesa de tu libro favorito , de toparte al menos con dos autores lusitanos en uno de los sillones de la librería, de tomar algunas fotos y de comprar algún souvenir para ojear durante o después del viaje.
Un jardín: Palácio de Cristal
Cuidado, no te confundas si Google te muestra el de Madrid. Os Jardins do Palácio de Cristal de Oporto son el lugar perfecto para una hacer una pausa —y no te asustes, la cúpula de concreto que ves a la entrada no es el Palacio de Cristal original—. Este último fue demolido en 1953 y sustituido por el Pabellón Rosa Mota que se encuentra justo frente a la cúpula. Te aconsejo que lo ignores y continúes por la derecha hacia los jardines. Piérdete en medio de los verdes alrededores hasta encontrar un mirador escondido con una hermosa vista sobre el río Duero. Una vez hayas recargado energías, sal de los jardines y gira a la izquierda en dirección a la rua de Entre Quintas y sigue el estrecho camino que te llevará al Museo Romántico. Si tienes tiempo visita este museo y cuando termines visita los jardines de la Casa Tait que se encuentran justo frente a este.
Un restaurante: Lupin
La francesinha es una de las comidas más populares en Oporto. Según cuentan, el famoso sándwich fue creado por un emigrante portugués después de regresar de Francia en un intento por renovar el croque-monsieur. La francesinha es un sándwich de pan, rebanadas de queso derretido y varios tipos de carne, acompañado normalmente de patatas fritas. Ahora bien, si eres vegano, en Lupin podrás degustar su versión vegana y, lo mejor, no tendrás que prescindir de la salsa tradicional.
Un museo: Serralves
El museo Casa de Serralves es el museo más importante de Oporto y cuenta con exposiciones regulares y con una variada colección de arte contemporáneo. Además del museo te recomiendo visitar la Casa de Serralves, un edificio Art Deco construido en la década de 1930. Si tienes tiempo aprovecha para dar un paseo por los vastos jardines, si caminas hasta el final te encontrarás con un bonito lago y con un granero. Para finalizar el día, disfruta de un expresso en el café del museo.
Un must: el paseo en barco
Si te queda algo de tiempo o si los museos no son lo tuyo, te recomiendo que hagas un paseo de una hora en bote por el río Duero. Así podrás ver los tradicionales puentes que salen en las postales. El puente más antiguo, que ya está en desuso, es el puente de Maria, construido por Gustav Eiffel (exacto, el mismo que construyó la torre en París). El siguiente puente, el D. Luis, con su imponente estructura metálica, se construyó en 1880. Por último verás el puente de la Arrábida, construido en concreto en la década de los 60.