5 lugares que visitar en Moscú

Hay una serie de cosas que merece la pena saber antes de lanzarse a la conquista de la capital más grande del mundo. Estos son los 5 lugares que debes visitar en Moscú si quieres resolver los enigmas de la misteriosa alma rusa.
Qué hacer en Moscú

Sueñas con descubrir Moscú, ¿pero te da algo de miedo? ¡No dejes que los prejuicios te desanimen! Ante todo, Moscú es una ciudad muy agradable para vivir, con un patrimonio histórico cuya riqueza es comparable únicamente a los innumerables tesoros que alberga. Aquí tienes las 5 cosas completamente imprescindibles que debes visitar en Moscú en cuanto pongas tus maletas en la pista de uno de los dos aeropuertos de la ciudad.

Добро пожаловать в Москву: ¡Te damos la bienvenida a Moscú!

1. Cansarse hasta el agotamiento en la Plaza Roja

La Plaza Roja (Красная площадь) es mucho más que el epicentro de Moscú. Es el símbolo de todo un país, la imagen que nos viene automáticamente a la mente cuando evocamos la palabra “Rusia”. ¿Una palabra heredada de la época comunista? Para nada, ¡los rojos no tienen nada que ver! Красная en ruso moderno significa “roja”, pero antes de que el idioma ruso diera este giro, esta palabra también significaba bonita. La Plaza Roja es, ante todo, la plaza bonita. ¡Y sin duda es mucho más que una simple anécdota lingüística, porque la belleza de este lugar es única! De ahí que merezca la pena informarse bien antes de visitarla para no perderse ninguna de sus curiosidades.

La Place Rouge est la plus belle place de Moscou

La plaza acoge 5 monumentos ineludibles a los que cualquier persona que visite la metrópolis tiene el deber moral de rendir pleitesía.

  1.  El Museo Estatal de Historia (Исторический музей): el enclave ideal para saciar el apetito de los fanáticos de la cultura rusa.
  2. El GUM (ГУМ, pronunciado como “Goum”), abreviatura de Главный Универсальный Магазин (que significa “Principales Tiendas Universales”): un centro comercial gigantesco que vale la pena visitar por la suntuosidad de su arquitectura interior.
  3. Frente al museo de historia, se alza la catedral de San Basilio el Bienaventurado (Собор Василия Блаженного), un templo que destaca por sus llamativos colores. Es verdad que no todos los que viajan a Rusia lo visitan, ya que la entrada no es gratuita. Sin embargo, si alguna vez te has preguntado a qué se parecería el castillo de la Bella Durmiente en el país de los sóviets, te aconsejamos que vayas a verlo sin dudarlo.
  4. Delante del GUM se erige una fortaleza inexpugnable, la residencia del presidente de la Federación: el Kremlin (Кремль). Si tenías pensado visitar un solo lugar en Moscú, no lo dudes, es este. Este lugar esconde tesoros insospechables, iglesias y catedrales extraordinarias.
  5. Por último, un pequeño mausoleo (Мавзолей Ленина), custodiado cuidadosamente por militares que no destacan precisamente por su sentido del humor. En su interior descansa el cuerpo de Lenin desde hace casi un siglo, conservado en perfecto estado y expuesto a los ojos de los curiosos peregrinos rusos… o de cualquier curioso en general.

Como ves, con todo esto para recorrer esta plaza se necesita (fácilmente) todo un día.

2. Contemplar la catedral de Cristo Salvador

¿Qué sería de Rusia sin sus esplendorosas catedrales ortodoxas? “Un país en mejores condiciones”, habría respondido seguramente Stalin. Y por eso mandó dinamitar la catedral del Cristo Salvador.

Actualmente el templo se ha reconstruido gracias al resurgimiento de la fe que se experimentó tras la caída de la URSS. ¡Es uno de los edificios más bellos de toda la ciudad! Si viajas a Moscú, te recomendamos admirarlo desde todos sus ángulos (la entrada es gratuita), además de atravesar el puente del Patriarca para disfrutar de la vista desde la orilla opuesta del Moskova. ¡De noche todavía es más romántico!

3. Descansar en el convento de Novodevichy

Recorrer Moscú puede agotar rápidamente a cualquiera. Por eso visitar este remanso de paz para descansar nunca viene mal. La capital alberga numerosos parques muy agradables, entre los que destacan el parque Gorki y el estanque del Patriarca. Pero lo que realmente nos interesa aquí es contemplar el espacio verde algo alejado del centro y que rodea este convento de nombre impronunciable, Novodevichy (Новодевичий).

El convento puede visitarse a cambio de un módico precio pero, para variar, quizá merezca la pena gozar simplemente de la calma del lago y del parque que, además, ofrecen una hermosa vista de este monasterio.

4. Disfrutar de una vista panorámica impresionante

Y si hablamos de vistas, ¿desde dónde se contempla el mejor panorama? Ha llegado la hora de desvelar uno de los lugares secretos mejor guardados por los moscovitas.

Desde la última planta de la Tienda Central para niños (Центральный детский магазин), podrás contemplar una vista espectacular de la agitada capital rusa. En esa misma planta también hay un museo muy interesante y original con juguetes de la época soviética. ¡Pero lo más impresionante de todo esto es que es gratis!

5. Desplazarse en metro

Y acabamos con el tesoro más preciado de Moscú: ¡su metro! Si alguna vez te has subido a algún metro, este seguramente será el más difícil de olvidar: el metro moscovita tiene toda la pinta de un laberinto de palacios subterráneos, repletos de magníficas columnas, mosaicos de colores y lámparas de araña doradas. ¡Nada que ver con el encanto discreto y gris de la estación subterránea de Châtelet-les-Halles!

Entre las estaciones de metro más bellas destaca Komsomolskaya (Комсомольская) con sus espectaculares techos, Kievskaya (Киевская) y sus imágenes con propaganda comunista y Plóshchad Revolutsii (Площадь Революции), con su impresionante ejército de esculturas.

Ahora ya puedes desafiar a la ciudad más grande de Rusia (y de Europa). La capital del frío ha dejado de tener secretos para ti… ¡o casi!

¡Aprende algo de ruso antes de visitar la capital de los Zares!
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