Vamos a ver: se entiende, es bonito, suena bien y las palabras son muy muy parecidas al español. ¡Eso y que a quién no le gustaría aprender a bailar samba como las garotas del carnaval! Quizá estoy exagerando, pero tal vez estas 5 motivaciones se quedan cortas para aprender este idioma tan lindo.
1. Samba, fútbol, surf
No sé a ti, pero yo pienso en portugués y me teletransporto a las playas infinitas de Portugal o Brasil, pienso en carnaval, en gente bailando y en el famoso “Jogo Bonito”. ¡Qué gusto! Todo cosas buenas, relajadas, divertidas… ¡hablar portugués es como estar de vacaciones!
2. Es muy fácil
si el español es tu lengua materna, aprender portugués es FACILÍSIMO. Ambos idiomas son tan parecidos, que en la tabla de similitud léxica (es decir, en la tabla que mide la similitud entre las palabras de dos o más idiomas) el portugués y el español son los idiomas más parecidos, con un 89 % de palabras en común. Ambos son, sorprendentemente, más parecidos entre ellos que el español con el italiano (82 %) o incluso con el catalán (85 %). ¡Los datos hablan por sí solos!
3. Mucha gente habla portugués
No solo se habla en Brasil (220 millones de personas) y en Portugal (11 millones de personas) sino que el portugués también es el idioma oficial de muchos países africanos, como por ejemplo Mozambique, Angola o Cabo Verde. En total, más de 250 millones de personas en el mundo hablan portugués como lengua materna.
4. Para disfrutar de su música
En Portugal podrás disfrutar de los famosos fados, que es para los portugueses un poco lo que el flamenco es para nosotros, los españoles. Se trata de unas canciones muy sentidas cuya letra merece ser entendida. En cuanto a Brasil, allí encontramos una mezcla muy diversa de estilos con gran variedad de ritmos africanos e indígenas. Si tocas instrumentos, ¡no dudes en apuntarte a alguna jam session brasileira! La música y la danza son sus señas de identidad.
5. Para conocer a los vecinos
Ya seas latino, paraguayo, boliviano, argentino, venezolano o español, tanto los brasileños como los portugueses son nuestros vecinos. ¡Qué casualidad! Compartimos casi todo, cultura, aspecto, gastronomía… ¡Casi todo menos el idioma! ¿No merece la pena dedicarles un poco de nuestro interés por su lengua y su cultura? El próximo viaje a sus playas, a sus bonitas ciudades o a su selva los podrás disfrutar el doble.