Acentos británicos, de villanos y otros clichés en las películas

Desde el acento británico de los faraones egipcios hasta las escenas en el extranjero donde todos hablan un inglés acentuado, la fórmula de Hollywood para representar lo «extraño» o la «otredad» se basa en ciertos estereotipos peculiares y anticuados.
Acentos en el cine

“¡Prepárense para la noche de inauguración del servicio nacional de televisión!”, anunció una voz en perfecto inglés británico en noviembre de 1956. Excepto que aquella noche no fue el nacimiento de la televisión británica, sino el de la televisión australiana.

Pocas cosas recuerdan tanto aquella época como la sonoridad y el tono afectado de un acento británico. Así hablaban los locutores de los noticiarios, al igual que las glamurosas estrellas de cine como Cary Grant y Katharine Hepburn. Estos acentos dominaron en la televisión y el cine de los Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, por no hablar del Subcontinente.

Aún hoy, medio siglo después, las películas y las series de televisión de Hollywood siguen recurriendo a tropos acostumbrados a la hora de usar acentos. Los mundos de fantasía son británicos, los villanos de Disney suenan indefectiblemente como si estuvieran saliendo de un carruaje de lujo con una copa de Pimm’s en la mano, y las películas ambientadas en otros países están llenas de personajes que hablan inglés con un fuerte acento «extranjero». ¿Por qué nos seguimos sintiendo atraídos por estos estereotipos?

Inglés “estándar”

«Eliza», dice el profesor Henry Higgins en My Fair Lady, «debes quedarte aquí durante los próximos seis meses aprendiendo a hablar bonito, como una dama en una floristería». Este musical acerca de un profesor decidido a librar a Eliza (Audrey Hepburn) de su acento cockney fue escrito en 1956. Ya para ese entonces la idea de «hablar correctamente» era un blanco perfecto para la parodia. No obstante, en muchos sentidos todavía no hemos logrado superarla.

La pronunciación aceptada (Received Pronunciation) también se conoce como RP, the Queen’s English (el inglés de la reina), Standard English (inglés estándar) o BBC English (inglés de la BBC). Todos conocemos ese acento claro y autoritario del sur de Inglaterra que elimina todos los sonidos y variaciones regionales. Es el que sonó en los boletines vespertinos de todo el mundo cuando se inventó la televisión. Era la opción predeterminada en las colonias, así como en Gran Bretaña.

En Estados Unidos existía una versión ligeramente modificada, conocida como Mid-Atlantic accent o Transatlantic accent (acento medioatlántico o transatlántico). Se trataba de una mezcla de inglés estándar británico y estadounidense, aprendida conscientemente y de gran popularidad en los internados y en el mundo de la actuación y de Hollywood. Basta recordar el tono pijo característico de Cary Grant o, para ofrecer un ejemplo retroactivo, el de Pete Campbell en Mad Men. Era una forma de hablar que denotaba clase, estatus y educación. Y también fue un lugar común en la década de los 30 y los 40, después de la presentación de las primeras «talkies» (películas sonoras) en 1927. Este estilo de «acento cinematográfico» pasó de moda después de terminada la Segunda Guerra Mundial.

Los británicos son malvados

¿Alguna vez has notado que en las películas de Hollywood todos los malos son interpretados por británicos?

Desde que Alan Rickman capturó al público estadounidense en Die Hard y Robin Hood: Prince of Thieves —o incluso desde antes, con Peter Cushing en Star Wars y Anthony Hopkins en Silence of the Lambs—, la opción predeterminada del «acento cinematográfico» malvado es el inglés estándar británico. Educado, distinguido y burlón: inglés. 

Disney parece tener una inclinación particular por las villanas británicas, desde la malvada reina de Blancanieves hasta Cruella de Vil en 101 dálmatas. Las villanías cometidas en el mundo de Disney parecen compartir un acento transatlántico. Según el profesor de lingüística Bob Kennedy, cuando se lanzó Cinderella en 1950 «se había establecido una suerte de prototipo de la villana madura, y en parte ese prototipo incluía el uso de un acento transatlántico (que tenía una connotación de poder)».

Los acentos y dialectos condensan características culturales que permiten servirse directamente de los estereotipos populares. Tomemos otro grupo de personajes comunes: la adorable y desvergonzada clase trabajadora con acento cockney, las Eliza Doolittle y los Michael Caine. Tan pronto abren la boca, sabes de dónde provienen, qué estatus tienen y probablemente qué papel desempeñarán en la película.

Merece la pena señalar que generalmente estos sutiles signos se pasan por alto cuando las películas han sido dobladas a otros idiomas. En la regrabación se tiende a usar acentos estándar, salvo que las variedades regionales sean centrales para la trama. Por ejemplo, la versión alemana de My Fair Lady dobló el acento cockney de Eliza Doolittle al acento berlinés, mientras que en Italia se usó una mezcla de los acentos italianos de Nápoles, Ciociaria y Apulia. Dios sabrá lo que hicieron con el lamentable intento de Dick van Dyke de hablar con acento cockney en Mary Poppins.

En ocasiones los personajes cockney también pueden ser malos, como Sir Ben Kingsley en la película Sexy Beast o el sinnúmero de canallas en Snatch de Guy Richie. Tienen, sin embargo, un carácter diferente: brutal, impulsivo, visceral, en lugar del tipo altivo y genialmente maligno. Hablando de Snatch, Brad Pitt se merece una mención de honor por su interpretación de un acento prácticamente ininteligible. Para los mercados extranjeros fue todo un desafío a la hora de hacer el doblaje: los españoles hicieron que el personaje hablara en su propia variante regional de «jerga de gitanos», mientras que los alemanes y los franceses se limitaron a hacerlo mascullar con gran rapidez.

Incluso la Tierra Media es británica

El cine histórico y el cine fantástico son géneros en los que predominan los acentos británicos, ya sea que se desarrollen en reinos ficticios, como la Tierra Media y Poniente, o en el mundo antiguo real, representado en películas épicas de espadas y sandalias como Exodus, Gladiator y la serie de televisión Rome.

En la trilogía de El señor de los anillos de Peter Jackson, el plan inicial era que los hobbits hablaran con un acento rural de Gloucestershire, a excepción de los más educados, Frodo y Bilbo, quienes naturalmente hablarían el inglés de la BBC. Pero este inglés terminó siendo el de casi todos los acentos de las películas de El señor de los anillos, con alguno que otro giro para diferenciarlos entre sí. Se trata quizás de un reflejo de la «alta fantasía», el clásico género al que Tolkien ayudó a dar forma.

En Game of Thrones, en cambio, no hay un solo acento hegemónico, sino que abundan los acentos regionales, desde Sheffield hasta Escocia y Gales. Existe una tremenda variedad, aunque sin mucha consistencia. Por ejemplo, hay algunos acentos paneuropeos muy inusuales.

Pero ¿por qué tiene que ser inglés británico? ¿No existe una variedad de acentos ? El novelista que escribió Game of Thrones, George R. R. Martin, ha dicho que los acentos de Inglaterra funcionan mejor para la fantasía, ya que el género tiene sus raíces en la Edad Media.

Otra respuesta posible es que al usar acentos extranjeros que no dejan de ser conocidos (y comprensibles) para el público estadounidense, los cineastas pueden conducir a los espectadores fuera de su mundo ordinario, a un lugar a la vez extraño y familiar. Por supuesto, también hay consideraciones prácticas: una parte de Game of Thrones fue rodada en las Islas Británicas y a menudo los papeles fueron asignados a actores locales.

Inglés que no es inglés en Hollywood

Un cineasta atrevido de Hollywood es alguien que osa poner a prueba los conocimientos de idiomas extranjeros de su público, al igual que su paciencia. No sorprende entonces que Quentin Tarantino rompiera todas las reglas en Inglourious Basterds y escribiera largas escenas en alemán, francés e italiano. Puso la lengua en el centro y en primer plano, por ejemplo cuando el coronel Landa pasa deliberadamente del francés al inglés para que los judíos que se esconden debajo de las tablas del piso no entiendan, o cuando el teniente Archie Hicox debe hablar alemán para encubrir su identidad.

Este tipo de tratamiento auténtico de las lenguas extranjeras es extremadamente escaso (ver La pasión de Cristo, que fue filmada por completo en arameo y latín). Cuando pensamos en idiomas extranjeros en las películas de Hollywood, es probable que se nos venga a la mente la imagen de un montón de nazis hablando inglés con un fuerte acento. Vee haf seen zat before, ya?

Hollywood se ha alejado de esta convención durante los últimos años, y las películas que incluyen personajes extranjeros o eventos en el exterior han adoptado una estrategia diferente. Los personajes que «deberían» hablar un idioma diferente tienen un ligero acento o un ritmo particular, o usan un extraño giro vocal. Ya no se presentan como una mera caricatura de un extranjero hablando inglés. El hombre más buscado es un ejemplo reciente. Los acentos de la película son ciertamente extranjeros, pero no es fácil identificarlos. Basta con que logren conducir a la audiencia a otro mundo.

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