Cómo establecer y cumplir un propósito de año nuevo para aprender idiomas

Deja que el 2023 sea el año para dedicarte a un nuevo idioma.
Una chica aprendiendo cómo cumplir un propósito de año nuevo para aprender idiomas

La llegada del nuevo año es una oportunidad para permitirte un nuevo comienzo. Si bien técnicamente el 1 de enero es tan solo otro día, pasar a un calendario en blanco puede hacerte sentir que todo es posible. Esa sensación puede durar unos días, unas semanas, tal vez incluso un mes, pero después regresa la normalidad y cumplir un propósito de nuevo año pueden caer en el olvido.

Ya es un cliché que los propósitos son difíciles de cumplir. De modo que si 2024 es el año en el que no solo deseas proponerte una meta en materia de aprendizaje de idiomas, sino también cumplir un propósito, vas a necesitar ayuda.

Por esta razón hemos elaborado una guía acerca de cómo establecer y cumplir un propósito. No te liberará del compromiso que tú mismo/a debes asumir con el idioma que quieras aprender, pero te pondrá en el camino correcto y te ayudará a evitar las trampas más comunes.

Con esto en mente, y tal vez una suscripción a Babbel para comenzar, estarás listo/a para abordar el idioma que desees en 2024.

Cómo hacer un propósito de año nuevo para aprender un idioma

A la hora de proponerte aprender un idioma en el nuevo año, uno de los mayores problemas que tú mismo puedes crearte es formular tu meta de forma demasiado vaga.

Aunque “aprenderé alemán el próximo año” suene muy bien, en realidad no te ayudará cuando comiences a hacerlo. ¿Qué tan bien quieres aprender alemán? ¿Qué esperas lograr con el nuevo idioma? No es lo mismo aprender una lengua que tejer un suéter; tu relación con el idioma que aprendes puede durar por el resto de tu vida.

Debes decidir cómo quieres que comience esta relación. Hay formas diferentes de hacerlo, pero uno de los métodos más populares es el de los objetivos SMART. Desarrollado en la década de los años 80, SMART es el acrónimo para describir los objetivos como específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), relevantes (Relevant) y de duración limitada (Time-bound).

Si bien este procedimiento fue diseñado para proyectos laborales, se aplica muy bien a cualquier cosa a la que desees dedicarte.

Específico

Como ya hemos mencionado, establecer un objetivo como “aprender un idioma” no resulta útil al no ser lo suficientemente específico. ¿Qué quieres hacer con el nuevo idioma? ¿Qué deseas lograr? Estas preguntas pueden exigirte un poco más de reflexión, pero tener algo específico que capte tu atención te ayudará a alcanzar tu objetivo.

Ejemplos de objetivos específicos:

  • Quiero aprender español para poder leer artículos de noticias en ese idioma.
  • Quiero ser capaz de tener una conversación con un hablante nativo.
  • Quiero viajar a Alemania y poder comunicarme en alemán.

Medible

El aprendizaje de idiomas es un objetivo difícil de perseguir.

No hay puntos de referencia claros en el camino, y tu dominio personal del idioma es más algo que percibes por intuición que por la cantidad de palabras de vocabulario que hayas aprendido. Aun así, te será muy útil contar con una forma de medir tus avances. Es fácil que pierdas la motivación al sentir que estás estancado, mientras que tener pruebas concretas de tu progreso te mantendrá en marcha.

Formas de medir tu progreso:

  • Completar un cierto número de lecciones en una aplicación.
  • Llevar un diario de aprendizaje para realizar un seguimiento del vocabulario que estás aprendiendo.
  • Leer o escuchar algo en el idioma cada semana o cada dos semanas para evaluar tu nivel de comprensión.
  • Usar una medida estándar como los niveles incluidos en el MCER.

Alcanzable

Aunque puede parecer el aspecto más obvio al fijar una meta, es sorprendentemente fácil de olvidar. Lo que suceda en tu vida durante el próximo año puede facilitar pero también dificultar que llegues a dominar completamente el idioma de tu elección. Realmente debes tratar de pensar en lo que tiene más sentido para ti, porque poner el listón demasiado alto solo te desanimará.

Relevante

Si te mudas a un nuevo país, la relevancia de tu objetivo de aprender otro idioma resulta obvia. Pero aunque no tengas una razón tan clara como esta, querrás saber qué hace que esta meta sea relevante para tu vida. Por supuesto, aprender un idioma es algo gratificante por sí mismo. Sin embargo, para mantener despierta tu motivación tienes que haber encontrado una motivación fuerte desde el inicio.

Ejemplos de lo que puede hacer relevante tu propósito: 

  • Has planeado un viaje a un lugar en el que se habla ese idioma.
  • Siempre has querido leer la obra de un autor en el idioma original.
  • Te encanta la música que se canta en ese idioma.
  • Vives en un área mayoritariamente bilingüe o te mudarás a ella.
  • Quieres conectarte con tus orígenes, que están relacionados con un idioma que aún no hablas.

De duración limitada

Un propósito de nuevo año necesariamente está limitado en el tiempo, pero no por ello estás obligado/a a definir tu cronograma como todo “un año”. Fijar tan lejos la fecha de finalización puede hacerte más difícil mantenerte motivado/a. Por ello es más recomendable que establezcas una meta que esté a unas pocas semanas o meses de distancia, y varias metas de ese tipo a lo largo del año. Un objetivo tal podría ser: “Quiero poder leer un texto simple en italiano para fines de marzo”. Dividir tu propósito en partes que vayas logrando a lo largo del año es una excelente manera de mantenerte avanzando, y tener varias metas simples y a corto plazo hará que tu propósito de aprendizaje de idiomas te resulte menos abstracto.

Cómo cumplir un propósito de año nuevo de aprender un nuevo idioma

Ya fijaste tu propósito de año nuevo para aprender una nueva lengua, lo cual siempre es un primer paso importante. Ahora se trata de que realmente hagas el trabajo para cumplirlo. A continuación te presentamos algunos de los obstáculos más comunes y algunas estrategias para sortearlos.

¿Has perdido interés en tu objetivo?

Idealmente, la energía invertida en establecer tu objetivo significa que estás absolutamente seguro/a de tu motivación y lleno/a de entusiasmo por cumplir un propósito. Sin embargo, la vida no siempre transcurre de forma ideal y, al cabo de un tiempo, lo que alguna vez amaste puede comenzar a parecerte obsoleto.

  • Revisa tu motivación. Puede parecer obvio, pero revisar tu motivación puede ayudarte a recuperar el ánimo de aprender. Si volver a pensar en tu motivación no es suficiente, tal vez debas hacer algo relacionado con lo que te impulsa a aprender una nueva lengua: comienza a planear un viaje que te sumerja en ella, lee obras de su literatura (traducidas al español) o mira algún programa o serie. Tal vez así se encienda de nuevo la chispa de tu motivación.
  • Varía tu aprendizaje. Tener una rutina es genial, pero quedar atrapado en ella no lo es. Si solo has estado haciendo lecciones en una aplicación, tal vez debas probar un pódcast. Si te has centrado en un vocabulario específico, agrega algunos términos nuevos. Hay muchísimos recursos para aprender idiomas, así que no tienes que limitarte a uno o dos.
  • Date gusto. Si bien aprender un idioma es trabajo, se supone que también implica diversión. De vez en cuando deberías darte gusto con algo. Sal a comer para celebrar que has comprendido algo nuevo, o haz una fiesta cuando hayas completado un cierto número de lecciones. Probablemente sabes cuál es la mejor manera de darte gusto, pero sería ideal que lograras descubrir cómo vincular la celebración con el aprendizaje.

¿Sientes que has dejado de progresar?

Tal vez comenzaste sintiendo un gran interés, pero en el aprendizaje real de repente te has topado con un muro. Aunque empezaste muy bien, ahora te parece que has dejado de mejorar. Este fenómeno se conoce como la meseta, y es algo con lo que probablemente te encontrarás sin importar lo que estés aprendiendo.

  • Acuérdate de tus logros. Una cosa que debes saber sobre la meseta es que no es realmente una meseta. Incluso si te parece que ya no estás aprendiendo, definitivamente lo estás haciendo. Aunque sientas que ibas mucho más rápido cuando comenzaste a aprender el idioma, eso es en gran parte una ilusión. Lo que encuentras después no es tanto una meseta como una nueva fase de aprendizaje, tan importante como la anterior.
  • Reconsidera cómo estás haciéndole seguimiento a tus avances. Como comentamos en la sección anterior, tener una forma de medir tu aprendizaje es invaluable. Si al realizar el seguimiento de tus objetivos terminas sintiendo que no has hecho ningún progreso, averigua si la falla está en el criterio de medición. Por ejemplo, si solo has estado rastreando tu vocabulario, considera si también puedes tener en cuenta la parte de la gramática que estás estudiando. Hay tantos aspectos del aprendizaje que es muy probable que no los abarques todos con una sola medición. 

¿Estás luchando para alcanzar tus metas?

Tal vez todavía estés interesado y sigas progresando, pero no al ritmo que deseabas. No te dejes frustrar, porque a veces simplemente la vida se interpone en tu camino. A continuación te presentamos un par de opciones para esta situación.

  • Reformula tus objetivos. Si crees que no alcanzarás tus metas en el tiempo que fijaste, es posible que debas reconsiderar tu cronograma. Puede sonar como rendirse, pero no lo es. Después de todo, si la frustración se hiciera tan grande que te llevara a rendirte por completo, te sentirías mucho peor. Recuerda que el aprendizaje de idiomas no es necesariamente algo que haces solo por un rato para dejarlo después. Estás construyendo una base para el resto de tu vida.
  • Incorpora un poco más de flexibilidad. Uno de los aspectos más importantes al crear una rutina de aprendizaje es incluir la flexibilidad. Un plan como “Aprenderé diez palabras de vocabulario todos los días” puede sonar bien, pero la rigidez de esta restricción puede tener un efecto estresante. Y si no ves realizada tu intención, puedes sentirte inclinado a rendirte. En vez de ello, establece metas como “Haré lecciones cinco de los siete días de la semana”. De esa manera, si por cualquier motivo pierdes un día, no habrás “fracasado”.

¿Qué sigue?

Como hemos mencionado varias veces, el aprendizaje de idiomas no es algo que puedas hacer durante un año para después dejar de pensar en ello, a menos que tengas un propósito muy específico. Si has alcanzado satisfactoriamente los objetivos de tu propósito de año nuevo, los siguientes pasos son simplemente ampliar lo que ya has hecho. Establece nuevos objetivos (SMART) con nuevos cronogramas, sigue esforzándote y haz todo lo posible para evitar desanimarte cuando tengas dificultades. No hay un camino directo que lleve al dominio de un idioma, así que date el espacio para fallar y volver a intentarlo para cumplir un propósito. ¡Por un 2024 lleno de idiomas!

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