Los alemanes afirman orgullosos: Deutsche Sprache, schwere Sprache (idioma alemán, idioma difícil), con un retintín de Schadenfreude en sus voces. Pero deja que comparta contigo un pequeño secreto: el alemán no es tan complicado. Es cierto, tiene cierta reputación, quizá consagrada por las citas más que poco favorecedoras de Mark Twain. Y sí, se te presenta con 16 formas distintas de artículos definidos. Pero, por lo menos, es sumamente previsible. Por el contrario, el español cuenta con innumerables formas verbales, excepciones, etc., algunas de ellas pueden hacer errar hasta al estudiante más aplicado.
En artículos anteriores, hemos cubierto consejos genéricos para aprender un idioma. En este artículo, nos centramos en consejos específicos para aprender alemán. Estos consejos te ayudarán a superar algunos de los obstáculos que puedes encontrarte al comenzar un nuevo idioma, a acelerar tu progreso y a hacer que el idioma no te imponga tanto.
He recopilado estos consejos tras seis años de enseñanza de idiomas, siete años de aprendizaje (¡nunca se deja de aprender idiomas!) y de hablar alemán, entre muchas otras experiencias con diferentes recursos y métodos. Entre los recursos di con este libro, un intercambio de idiomas y lecciones formales, apoyadas por aprendizaje mediante aplicaciones para que así sea la combinación más útil.
Consejo 1: aprende siempre nuevas palabras en tu contexto natural
En alemán, sin duda se te presentarán desde el comienzo características gramaticales asombrosas. No te preocupes. El alemán se vuelve notablemente más sencillo una vez has superado los primeros obstáculos conceptuales. Como probablemente ya sepas, los sustantivos alemanes pueden ser masculinos, femeninos o neutros: der, die y das, respectivamente. Aprender desde el principio todos los sustantivos con su artículo correspondiente es muy buena idea. Así que cuando aprendas que mesa es Tisch, asegúrate también de aprender que mesa es masculino; por tanto, der Tisch. Y que la taza que colocas encima de la mesa es femenina. Die Tasse y der Tisch.
Aprender palabras en su contexto gramatical es de vital importancia para evitar confusión e inexactitud en el futuro. Este enfoque no solo es válido para colocaciones de artículo y nombre, sino para cualquier aspecto del alemán, sea la estructura de oraciones subordinadas o la colocación de determinadas preposiciones en algunos casos. Si todo esto te suena a gramática china, no te preocupes; trataré de explicártelo mediante los siguientes consejos.
Consejo 2: utiliza verbos modales
¿Qué son los verbos modales y por qué nos gustan tanto? Los verbos modales son verbos muy comunes (poder, deber) que expresan ideas de posibilidad, permiso, deseo y obligación. Del mismo modo que en español, los verbos modales en alemán se emparejan con el infinitivo y proporcionan un alto grado de fluidez desde el principio. Por eso nos gustan tanto. Si aprendes la conjugación de estos verbos junto con algunos de los verbos que se usan con mayor frecuencia, podrás expresar un gran abanico de acciones. Aprende verbos como gehen (ir), spielen (jugar) y lernen (aprender). Imagina la cantidad de cosas que puedes comunicar simplemente combinando estos infinitivos con los verbos modales können (poder) y müssen (deber/tener que):
Puedo jugar a fútbol. / Tengo que jugar a fútbol. | Ich kann Fußball spielen. / Ich muss Fußball spielen. |
Puedo ir a la fiesta. / Tengo que ir a la fiesta. | Ich kann zur Party gehen. / Ich muss zur Party gehen. |
Puedo aprender alemán. / Tengo que aprender alemán. | Ich kann Deustch lernen. / Ich muss Deutsch lernen. |
Si te sientes ambicioso, conjuga los verbos en pasado: Ich konnte (ayer) Fußball spielen. / Yo podía jugar a fútbol (ayer). O añade un adverbio para marcar el futuro: Ich kann später Fußball spielen. / Podré jugar a fútbol más tarde. Por supuesto, tendrás muchos vacíos en tu vocabulario y gramática, pero al menos podrás formar algunas oraciones simples, útiles y completas. Y los vacíos están para llenarlos. Este enfoque sobre verbos modales me ayudó a entablar rápidamente conversaciones en alemán, italiano y francés al comienzo de mi aprendizaje.
Consejo 3: no dejes que “der”, “die” o “das” te desalienten
Te dirán que hay 16 formas de referirte al artículo definido y no hay rima ni razón por la que los sustantivos son masculinos, femeninos o neutros. Sí, hay 16 formas diferentes, pero hay una razón detrás de la mayoría de ellas. E incluso hay alguna rima dependiendo de si es masculino, femenino o neutro; algo que no muchos alemanes saben.
Cualquier palabra que termine en –keit o –heit, como die Krankenheit (enfermedad) y die Dankbarkeit (gratitud), o –ung y –schaft, como die Bedeutung (significado) y die Botschaft (embajada) son, como has podido adivinar, femeninos. Lo mismo sucede con cualquier palabra que termine en –ie, -in, -sion, -tät o –ur. Esto cubre una gran parte de las palabras más usadas. Súmale a eso los patrones para sustantivos masculinos (cualquiera que acabe en –ling o –ismus, por ejemplo) y sustantivos neutros (-tum y –tel, por ejemplo), y podrás hacerte con el control de los escurridizos artículos.
Consejo 4: hazte con el control de los casos que rigen las preposiciones
Las preposiciones son, generalmente, palabras cortas (a, ante, bajo) que introducen sintagmas preposicionales que indican tiempo, lugar y dirección. Estas pequeñas palabras engorrosas a menudo causan confusión entre los estudiantes de idiomas. ¿Cómo responderías a un estudiante que pregunta por qué alguien “va a la estación” y no “va en la estación”? Las preposiciones alemanas pueden ser un gran engorro, pero a los estudiantes de alemán nativos españoles no les sonará tan raro: al igual que en español, las preposiciones alemanas a menudo actúan como partículas que alteran el significado de un verbo.
Pido perdón en caso de que me haya pasado con la explicación gramatical. Sin embargo, la razón por la que menciono las preposiciones alemanas es porque son otro atajo para poder utilizar los casos correctamente. La mayoría de las preposiciones alemanas actúan con un único caso, lo que supone que, si usas una preposición, debe ir seguida de un determinado caso. Si aprendes la preposición y al mismo tiempo aprendes el caso que rige, podrás hablar de forma sorprendentemente precisa para ser principiante. Por ejemplo, las preposiciones mit y gegen, que significan con y contra, respectivamente. Mit siempre se usa en caso dativo, y gegen siempre se usa en caso acusativo. Por tanto, sabemos que los objetos en las siguientes oraciones difieren entre ellas:
Juego a fútbol con él. | Ich spiele Fußball mit ihm. |
Juego a fútbol contra él. | Ich spiele Fußball gegen ihn. |
Consejo 5: entiende la forma en la que funciona el idioma
Los consejos anteriores quizá sean demasiado gramaticales, pero el alemán está repleto de normas gramaticales cuando comienzas a estudiarlo. Por mucho que te resistas, el idioma probablemente te convierta en un friki de la gramática. Los conceptos no son complicados, pero sí ponerlos en práctica a la velocidad de tu discurso. Requiere práctica: repetirte frases, inventarte historias en la ducha, cantar en tu cabeza de camino al trabajo. Empezarás a interiorizar las normas y, de repente, saldrán de tu boca oraciones de forma casi automática.
Tu conocimiento de prefijos alemanes te ayudará a descifrar verbos nuevos. Aprenderás que ent- siempre significa “quitar” o “retirar”, así que deducirás que ent + decken (cubrir) significa “descubrir”. También aprenderás que ent + gehen (ir) significa “escapar”. Sabrás que la palabra Entscheidung es die Entscheidung simplemente porque termina en –ung, y sabrás que, si haces algo con alguna otra cosa, esa alguna otra cosa siempre irá en dativo. Todo tendrá sentido y comenzarás a entender cómo funciona el idioma.
Para mí, el alemán funciona como por bloques. No me refiero a la forma en la que los hablantes unen palabras para formar palabras nuevas, como Schaden y Freude, pero también a la forma en la que hablan. Como los verbos quedan relegados al final de las oraciones, las historias se desarrollan por bloques, cada segmento queda encorchetado. Los alemanes siempre me han parecido bastante fáciles de entender; mucho más que a los hablantes de lenguas romance. Atribuyo esto a consonantes con un sonido más fuerte y mucho más a las oraciones.
Si he conseguido aclararme con una educación monolingüe, estoy seguro de que tú también podrás. ¡Y por supuesto que vale la pena!