El viaje de un usuario de Babbel surfeando por Latinoamérica

Aunque Christian no se considera un gran estudiante de idiomas, se pudo relacionar en todos los países de habla hispana a los que viajó. La historia de un surfista en América Latina.
Christian mit seinem Surfboard am Strand

Christian Reiher vive en Berlín y es matemático, además de un surfista apasionado. Desde que comenzó a practicar este deporte en Inglaterra, no ha podido dejar de hacer surf. Es fácil encontrar a Christian en su club de surf berlinés, Surfer’s Connection Berlin, o en otros paraísos surferos alrededor del mundo. Recientemente estuvo en Centroamérica y Sudamérica durante varios meses. Antes del viaje, otro surfista de Surfer’s Connection le aconsejó que probara Babbel. Y así, usando la app antes y durante su viaje, ¡aprendió español.

La historia de su viaje

Christian pasó la mayor parte de su viaje en Costa Rica y Nicaragua, donde las condiciones para hacer surf son mejores. “Al principio tenía un plan, pero finalmente lo descarté”, dice sobre su viaje. Se dejó llevar y viajó a Ecuador y Perú, a Colombia y Bolivia como surfista, instructor de surf y, a veces, simplemente como mochilero.

Su experiencia aprendiendo español

Christian ya había empezado a practicar español antes de su viaje, no solo porque sabía que necesitaría el idioma para salir adelante, sino también para poder aprenderlo y dominarlo lo más rápido posible. “Creo que es una pena que tanta gente viaje a otro país sin aprender el idioma”, dice Christian. «Limitas tus posibilidades y experiencias si ni siquiera aprendes algunas palabras del idioma propio del país”. Comenzó a estudiar español gracias a dos cursos para principiantes en la universidad y luego siguió aprendiendo con Babbel.

«Aprender idiomas no me resulta particularmente fácil», explica Christian. «Aprender nuevas palabras puede ser difícil», y el simple hecho de aprender un idioma solo funciona dependiendo de la situación y de manera muy diferente a la de un curso de idiomas. Al principio de su viaje, comprender a los nativos, con su ritmo de conversación rápido, era a menudo un desafío. Aquí es donde Babbel le resultó especialmente útil. Siempre llevas tu teléfono contigo para buscar mapas y escuchar música, y de la misma manera, puedes utilizar Babbel como ayuda para entender las conversaciones cotidianas.

¿Su momento favorito para usar Babbel?

Los largos viajes en tren de un destino a otro. «Para mí ha sido especialmente útil que Babbel entrene todas las habilidades necesarias: escuchar, leer, escribir y hablar», explica Christian. «He utilizado la aplicación siempre que he querido aprender algo de forma estructurada como, por ejemplo, aprender a decir la hora o a profundizar mi vocabulario».

Aunque Christian no se considera un gran estudiante de idiomas, se pudo relacionar en todos los países de habla hispana a los que viajó. Su truco es muy fácil: esforzarse por hablar. Es posible expresarse incluso con un vocabulario relativamente reducido (y a los hablantes nativos les encanta cuando la gente se esfuerza por hablar su idioma). Incluso el vocabulario más sencillo ayuda con la orientación diaria.

Así es como la habilidad de Christian para comunicarse ha ido mejorando cada vez más. En algún momento de su viaje, se desplazaba con ocho personas en un minibús. Durante el viaje, conoció a un hombre sentado a su lado y entabló una conversación con él. Se alegró de lo mucho que esa persona compartió con él, de su trabajo en la construcción, de su hija pequeña a la que le encantaba bailar y de los peligros del virus Chikungunya. «Para mí fue una pequeña victoria», dice Christian, porque en ese momento estaba claro que era capaz de mantener una conversación de más de una hora en español.

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