Si tienes suerte, puede que al aprender un idioma extranjero logres descubrir esa palabra mágica que consigue describir algo mucho mejor que tu idioma materno. Es como encontrar un pequeño tesoro, pues en el sentido de que no tenga equivalente en español, podría tratarse incluso de una palabra “intraducible”. Las personas provenientes de una determinada región del mundo muy seguramente tienen necesidades diferentes a las de quienes viven en el otro extremo del mismo continente. Incluso cuando se trata de aquellas “cosas universales” que todos compartimos, como las emociones, los pensamientos o los miedos, puede que dependiendo del idioma, unos gocen de una variedad más amplia para expresarlos y otros de un nivel más preciso para definirlos. A continuación, damos un vistazo a la manera en la que diferentes idiomas perciben y definen palabras de tranquilidad y conceptos relacionados con las emociones: es muy probable que aumentes rápidamente el vocabulario para describir lo que sientes, amplíes el reconocimiento de tus experiencias de bienestar y conozcas un poco más sobre otras culturas. Te darás cuenta de que las palabras de tranquilidad enumeradas a continuación están ligadas a ciertas tradiciones culturales. Quizá ya las hayas experimentado y solo te faltaba encontrar esa palabra concisa para describirlas.
1. Upekṣā (sánscrito)
Mantener la calma en momentos estresantes es una de las habilidades más útiles de las que puede gozar una persona. Pocos seres parecen destilar tanta tranquilidad como los monjes budistas. El sánscrito es un lenguaje prominente dentro de los himnos budistas y los cantos de adoración. Upekṣā define un profundo estado de equilibrio y calma en la mente de los budistas. Probablemente la traducción más cercana es “ecuanimidad” y representa uno de los cuatro inconmesurables del budismo en el camino hacia la liberación. A diferencia de lo que podríamos considerar como guardar la calma bajo presión, mantener nuestros nervios a raya mientras hacemos una presentación en público o sufrimos los últimos minutos del partido de nuestro equipo favorito, Upekṣā se refiere a ese tipo de tranquilidad que lleva años alcanzar: un estado en el que la mente no se deja desequilibrar por los altibajos, fortunas o desgracias de la vida.
2. Dwaal (afrikaans)
Así como hay palabras de tranquilidad envidiable, también existen términos para referirse a esos estados menos disciplinados de la mente que, a veces, sin querer, podemos activar y desactivar. Aunque mi abuela es colombiana y no creo que pueda señalarme algún parentesco con la cultura sudafricana, para mí, su expresión “estar ausente, pero de cuerpo presente” define perfectamente lo que significa estar en un dwaal. Es una expresión utilizada para describir esos momentos en los que nos quedamos mirando a un punto fijo hasta que alguien o algo nos trae de nuevo a la realidad. Si nos queremos poner un poco más prácticos, podría usarse incluso para describir la tabula rasa que sigue a una larga noche sin dormir o al consumo excesivo de alcohol. La palabra incluso es utilizada por los angloparlantes en Sudáfrica, quienes dirían que alguien distraído o desatento está en un dwaal.
3. Litost (checo)
La tristeza es una parte fundamental de las emociones de cualquier persona. Y como dicen por ahí, después de la tormenta viene la calma, así que posiblemente es normal que una gran tristeza, venga acompañada de un largo y merecido periodo de relajación. Refiriéndose a ella, el autor checo Milan Kundera dijo que difícilmente podía imaginarse que alguien entendiera el alma humana sin esta palabra. Litost describe un sentimiento de tristeza o de arrepentimiento y se refiere a ese estado de contemplamiento propio desencadenado por la repentina claridad sobre la propia desgracia. Kundera dedicó parte del “Libro de la risa y el olvido” a este término y a su significado, mientras que la banda X Ambassadors tituló así uno de sus álbumes en 2012.
4. Kukelure (noruego)
Aquellos que tienen la suerte de vivir en Noruega nunca están demasiado lejos de un lugar en donde pueden sentarse a contemplar una increíble vista y admirarla con nada más que sus propios pensamientos como compañía. En algún lugar entre soñar despierto y procrastinar, los noruegos tienen kukelure, un estado que toma los elementos reflexivos de un soñador y la inactividad de un procrastinador, para definir a los momentos de pensamiento profundo en los que no se hace absolutamente nada más.
5. Seijaku (japonés)
A lo largo de los siglos, wabi-sabi se ha convertido en un elemento integral del estilo de vida tradicional japonés. Es decir, reconocer la belleza de la vida cotidiana en su fugacidad y en sus imperfecciones. En medio de la sociedad agitada en la que vivimos, muchos de nosotros rara vez tenemos el tiempo de hacer una pausa y reconocer dicha belleza. Dentro de los ideales wabi-sabi se encuentra la palabra seijaku, que reduce la velocidad del día a día para permitir que nos relajemos. La especificidad de la palabra ya nos dice que no es algo que se consigue a lo largo de una vida estricta de entrenamiento budista, ni escapando de la rutina yéndose de vacaciones a la playa por dos semanas. Por el contrario, solo necesitamos unos breves momentos cada día para recuperar la calma y tranquilizarnos, antes de continuar con nuestras actividades.
6. Chouzourévo (griego)
6:00 a. m., hace frío afuera, todavía no ha salido el sol y en estos momentos no existe otro lugar en el mundo en el que quisieras estar más que en tu cama. ¿Conoces esa satisfacción de apagar la alarma después de darte cuenta de que, de hecho, no tienes que levantarte para nada? Este término griego describe la sensación de recostarse felizmente por un tiempo indefinido. Chouzourévo hace referencia a la acción de holgazanear en la cama y a esa comodidad infinita que se logra con ello.
7. Mamihlapinatapai (yagán)
Si te consideras hopeless romantic muy seguramente habrás leído acerca de esta más que otras palabras de tranquilidad. Sin embargo, internet parece haberle dado el significado equivocado, pues esta no se refiere implícitamente a dos amantes. La connotación de esta palabra originaria de la tribu de Tierra de Fuego se refiere a una mirada fuerte y compartida que conecta a dos oradores en una manera que está más allá de las palabras. Podría connotarse como un momento de comunicación no verbal en el que la mente de dos personas, en la que ninguna de las dos toma el primer paso de una interacción más allá del contacto visual.
8. Ayuramat (inuktitut)
“Así es la vida” se puede utilizar como ese pensamiento conciliador que sigue a una desgracia, sin la garantía de un mejor desenlace en el futuro. “Lo hecho, hecho está” funciona bien para indicar el punto final de una acción (buena o mala). De manera parecida en la filosofía, pero en una perspectiva más positiva, ayuramat toma un enfoque pragmático de eventos que no se pueden modificar, pero le añade un poco de esperanza. Este término evoca esa pequeña sensación de confort cuando le dices a alguien que no tiene sentido preocuparse por aquellas cosas que no se pueden controlar. Claro está, si tenemos en cuenta las frías temperaturas y condiciones de vida de los inuit, no es difícil imaginarse que esta palabra se use con frecuencia cuando uno de los factores más importantes de su vida es el tiempo indomable.