¿Cuáles son las partes del discurso?

Por fin ha llegado el momento de repasar la diferencia entre adjetivos y adverbios.
Un hombre y una mujer jugando rompecabezas y hablando sobre las partes del discurso

Las partes del discurso son los componentes básicos de la gramática. Probablemente lo hayas estudiado en la escuela de primaria, pero en realidad son mucho más complejos de lo que recuerdas. No me cabe duda de que sabes distinguir un sustantivo de un verbo, pero ¿y si te pregunto la diferencia entre una preposición y un adverbio? Si te apetece hacer un repaso rápido, aquí te presentamos una guía con todas las partes del discurso. Es cierto que no se piensa en ellos a diario, pero el hecho de repasar estas definiciones ayuda a que el aprendizaje de idiomas sea mucho más fácil.

Por el bien de este artículo, todos los ejemplos a continuación serán palabras en español (si estás leyendo esto, probablemente sepas un poquito de español). De todas formas, todos los idiomas tienen las mismas partes del discurso, aunque pueden aparecer en diferentes lugares de la oración. Un sustantivo es un sustantivo, no importa en qué idioma.

Y como última anotación antes de comenzar, recuerda que las palabras pueden matizar diferentes partes del discurso, según el contexto. Se puede “cuidar” (verbo) o hablar del “cuidar” (sustantivo) o tener algo “cuidado” (adjetivo). Todo depende de cómo uses la palabra.

Partes del discurso

Sustantivos

Ejemplos: piano, coches, teoría, planeta, sala de espera, balancín, humanidad, maleabilidad, gatos

Un sustantivo es una persona, lugar, cosa o idea. Es una de las categorías de palabras más grandes, porque necesita abarcar prácticamente cualquier objeto que puedas imaginar. Cada oración necesita al menos un sustantivo, pero a menudo hay varios.

Nombres propios

Ejemplos: París, Alemania, Tomás, Google, Rosalía

Los sustantivos comunes, como los mencionados en el ejemplo más arriba, se refieren a una categoría de cosas. En cambio, los nombres propios mencionados en el ejemplo anterior se refieren a una cosa específica. Un nombre común sería “planeta”, que puede referirse a cualquiera de los miles de millones de planetas del universo, pero el nombre propio de “Venus” se refiere únicamente a nuestro planeta vecino (o, en un contexto diferente, a una empresa de cuchillas de afeitar). En español, los nombres propios a menudo se diferencian al escribirse en mayúscula. Pero ten en cuenta que este no es el caso en todos los idiomas. En el idioma alemán, por ejemplo, se escriben en mayúscula todos los sustantivos; y en inglés, a diferencia del español o del francés, los días de la semana y los meses se consideran nombres propios y, por tanto, se escriben con mayúscula.

Pronombres

Ejemplos: ella, él, ellos, nosotros, ambos, tuyos, cualquiera

Un pronombre es una palabra que puede sustituir a otro sustantivo o conjunto de sustantivos. Para que funcione en una oración, debe ser obvio a quién hace referencia el pronombre, lo que se puede indicar en la misma oración (“Juana ha pintado su cuarto”) o en una oración anterior (“Júpiter es el cuarto planeta del sistema solar. Este es también el más grande”). Así mismo, hay una categoría de pronombres llamados posesivos, que indican que algo pertenece a otra cosa (“su coche”, “su casa”, “la idea es de ella”).

Qué pronombre usar se determina según a qué haga referencia el mismo. Un pronombre a menudo mostrará cuánto hay de algo, es decir, expresan número. (“¿Mi amigo? Él está ahí” vs. ”¿Mis amigos? Ellos están ahí”). Pero además, en el idioma español, y en algunos otros también, los pronombres expresan género gramatical. Todos los sustantivos tienen un género y los pronombres a menudo lo reflejan. En inglés, en cambio, solo se usan pronombres de género para referirse a personas, indicando si son hombres, mujeres, no binarios o cualquier otra identidad de género.

Verbos

Ejemplos: conducir, ser, manipular, cargar, caminar, hablar

Los verbos representan la acción del enunciado y describen lo que está sucediendo. Sin embargo, la palabra “acción” puede llevarnos al equívoco, puesto que los verbos no tienen que describir nada que esté sucediendo literalmente. La oración “Yo soy” está completa, a pesar de que no ha habido una acción en sí, simplemente el hecho de existir. Los verbos se conjugan con la finalidad de mostrar quién realizó una acción (“Yo camino”, “Tú caminas”, “Ella camina”, etc.) y cuándo se realizó dicha acción (“Yo camino”, “Yo caminaba”). 

Verbos auxiliares

Ejemplos: haber, deber, estar, ir, poder

A veces, un solo verbo no es suficiente en una oración. En ese caso, se puede agregar un verbo auxiliar. Estos pueden cambiar el significado de una oración de muchas maneras. Puedes decir “debería ir” para mostrar la obligación de ir; o decir “podría ir” para mostrar la posibilidad de ir; o “voy a ir” para indicar la intención de ir. Una manera de localizar a los auxiliares es buscando los verbos primarios y viendo si hay otros verbos cerca que afecten el significado de la oración.

Adjetivos

Ejemplos: alto, bueno, verde, incómodo, orgánico

En un mundo perfecto, los adjetivos se llamarían “adnombres” porque agregan algún tipo de descripción a los sustantivos. En español, el adjetivo casi siempre aparece justo después del sustantivo, aunque en algunos idiomas es al revés. También puede aparecer en una construcción como “El coche es rojo”. Normalmente hay un orden específico en el que deben aparecer los adjetivos, al cual seguramente te ciñas inconscientemente. Seguro que escribes “el lápiz corto morado”, en lugar de “el lápiz morado corto”.

Adverbios

Ejemplos: seguramente, pronto, bastante, felizmente

Los adverbios son un poco más complicados que los adjetivos porque se pueden aplicar a tres partes diferentes del discurso.

La más obvia, debido a su nombre, son los verbos, como en la oración “Él sonrió repentinamente”. Aquí, el adverbio modifica cómo se ejecuta el verbo.

La segunda categoría son los adjetivos, como en el ejemplo “la novela muy corta”. El adjetivo describe al sustantivo y el adverbio describe al adjetivo. Una manera de diferenciarlo es que se puede suprimir el adverbio (“la novela corta”), pero no el adjetivo “la novela muy”.

Por último, los adverbios pueden describir otros adverbios, como en la oración “Él deambuló muy lentamente”. “Lentamente” describe al verbo “deambuló”, pero “muy” describe al otro adverbio “lentamente”. 

Un truco y una manera rápida de identificarlos es que muchos adverbios terminan en -mente. Sin duda, este truco es muy útil, pero ten en cuenta que no todos los adverbios terminan en -mente, y que no todas las palabras que tienen esta terminación son adverbios.

Determinantes

Examples: el, unas, la, otro, alguno, aquella

Los determinantes son quizás la parte del discurso más difícil de definir. Aparecen antes de un sustantivo común y “determinan” a qué hace referencia. Pueden referirse a “un coche” o “el coche” o “cualquier coche” o “muchos coches” o “ningún coche”. Los pronombres posesivos encajan técnicamente en esta categoría, pero también pueden clasificarse como determinantes. Además, existen determinantes que se agrupan como adjetivos. Ese es el caso de los números o determinantes de cantidad (“la mitad de los perros”), pero funcionan de manera distinta a un adjetivo: se puede decir “Los perros son marrones” pero no “Los perros son mitad”. Si no lo ves claro, no te preocupes. Esta diferencia no es realmente relevante a no ser que sea un lingüista. 

Artículos

Ejemplos: el, la, los, las

Los determinantes más comunes son los artículos, que son definidos (“el”, que se refiere a una cosa específica) o indefinidos (“un” o “una”, que no se refiere a una cosa específica). 

Preposiciones

Ejemplos: a, desde, con, entre, para, por

Las preposiciones agregan información adicional a una oración sobre la relación entre diferentes cosas o conceptos. A menudo se refieren a una de estas cuatro cosas: ubicación (“comimos en el restaurante”), tiempo (“hemos estado comiendo desde el mediodía”), dirección (“corrimos hacia el este”) o espacio (“miramos entre las ventanas”). Casi siempre aparecen antes de un sustantivo, por eso se llaman “preposiciones”. En idiomas como el turco, el hindi y el japonés, son “posposiciones” porque aparecen después del sintagma nominal.

Conjunciones

Ejemplos: y, pero, o, además, sin embargo, es decir, excepto

Las conjunciones son bastante sencillas: unen dos cosas. Pueden unir sustantivos (“perros y gatos”), dos oraciones opuestas (“Él fue al cine, pero yo fui al banco”), adjetivos (“El perro no era ni alto ni rápido”), adverbios (“La tortuga lentamente pero con seguridad, ganó la carrera”) y más. Las conjunciones “y” y “o” son quizás las más versátiles y sencillas, aunque en español existen innumerables formas de unir oraciones e ideas.

Interjecciones

Ejemplos: guau, dios, no, sí, ey, ups 

Las interjecciones no encajan con la mayoría de las otras partes del discurso. De hecho, no aparecen en oraciones completas, a menos que estés citando a alguien. En cambio, las personas las expresan oralmente para mostrar sorpresa, emoción, enojo o cualquier otra emoción fuerte. 

Muletillas

Ejemplos: aaah, emmm, esto, o sea, a ver

Las muletillas son palabras de relleno que a menudo se ignoran por completo en la escritura, pero están siempre presentes en el discurso oral. Son los sonidos y las palabras que dices cuando estás pensando; o que llenan el espacio vacío entre tus otras palabras. Tienen mala reputación, pero son una parte importante de la comunicación oral.

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