Cómo controlar el miedo a hablar en otro idioma

¿Miedo a hablar? “Been there, done that!”. Nos pasa a todos y es un momento en el que nos sentimos invadidos por el pánico como si no pudiéramos seguir el discurso.
Cómo controlar el miedo a hablar en otro idioma

Ilustraciones de  Mateo Correal

Pongamos una situación utópica: tienes miedo a hablar en otro idioma, pero aun así lo intentas… pero justo cuando das ese gran paso se te olvida una palabra y te quedas en blanco. ¡No te preocupes, nos pasa a todos! Es un momento en el que nos sentimos invadidos por el pánico como si no pudiéramos seguir el discurso. Las siguientes técnicas te ayudarán manejarlo de la mejor manera:

1. ¡Más vale prevenir que curar!

La mejor manera de perder el miedo a hablar en inglés (o cualquier otro idioma es entrenar tu mente para encontrar sinónimos. Por ejemplo, si aprendes la palabra “chatterbox”, no te quedes con la traducción directa en tu lengua materna, si no con algunas descripciones y sinónimos como:

  • a person who likes to chatter
  • someone who talks a lot
  • a blabbermouth
  • a gabber
  • a jabberer
  • a tattletale
  • a bigmouth

Puedes procurar ser más espontáneo/a con la ayuda de un compañero que practique contigo ese idioma. Por ejemplo, poneros retos el uno al otro, como ver quién consigue describir una palabra más rápido o que uno diga una palabra y el otro escriba asociaciones con un tiempo limitado. De esta manera se ejercita el poder reaccionar ante un término que se olvida o que no se entiende. Es como cuando los actores se entrenan para poder improvisar, ¡así lo hacen mejor cuando están bajo presión!

2. Adivina y déjate llevar

Por ejemplo, alrededor de un 30 % del vocabulario en inglés fue tomado prestado del francés. Así que, cuando no sepas una palabra en francés, puedes intentar decirla en inglés con un acento afrancesado: ¡tienes muchas probabilidades de acertar!

A menudo, cuando hablamos otro idioma, pensamos en la palabra o la frase y luego dudamos. La mayoría de las veces, ese primer impulso es correcto. ¡Apuesta por tus impulsos!

3. Invéntate algunas palabras

Esto funciona especialmente si estás aprendiendo alemán, solo tienes que escoger 2 palabras que ya conozcas y juntarlas. Por ejemplo: Handschuh significa literalmente “zapato de mano” y quiere decir guante… ¿Ves qué fácil?
Incluso si no aciertas o no construyes bien la palabra, tu interlocutor seguramente te entenderá y agradecerá tu esfuerzo, ya que para él será más fácil entenderte (por ejemplo, si dices “aparato stop lluvia” seguramente querrás decir paraguas… y aunque la expresión no existe, ¡te entenderán seguro!).

Acostúmbrate a usar un diccionario en la lengua que estás aprendiendo, así las descripciones serán ya parte del aprendizaje y será más natural que seguir traduciendo en tu cabeza.

4. Usa el lenguaje no verbal

Sí, nos referimos a que uses tu cuerpo para expresarte: haz gestos, pantomimas, sombras chinescas… ¡todo vale! Mi madre lo hace todo el tiempo y habla de esta manera con personas de 500 países diferentes. De alguna manera, funciona.

5. Dilo en tu lengua materna (hablando de madres…)

Siempre es mejor intentarlo, que darse por vencido así que… di la palabra que te falta en tu lengua materna, PUEDE que esta sea lo suficientemente parecida y tengas suerte… ¡PERO solo esa palabra! El resto de la conversación debería ser en el idioma que estás aprendiendo, no vale acomodarse.

Extra: No olvides que una conversación se mantiene entre personas (¡sorpresa!) que ponen de su parte para entenderse, así que no toda la responsabilidad de la conversación recae sobre ti. La gente estará encantada de ver cómo haces un esfuerzo para hablar su idioma e intentarán entenderte, adivinar las palabras que no te salen e incluso ayudarte.

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