Te presentamos el último capítulo de nuestra serie de retratos de usuarios. En esta ocasión, las noticias nos llegan desde Glasgow, donde la estudiante Laura Watts ha estado aprendiendo portugués de Brasil con Babbel por su novio, Bruno. Nos gustó tanto su historia que hemos decidido cambiar un poquito el formato: abajo encontrarás la entrevista que le hicimos a Laura al contactarla por primera vez para informarnos sobre su experiencia de aprender por amor.
Antes de conocer a Bruno, ¿alguna vez pensaste en aprender portugués de Brasil?
No. En realidad, nunca antes había tenido contacto con el idioma, exceptuando quizá algunos artistas famosos de samba que había escuchado en la radio.
Antes de comenzar oficialmente nuestra relación, intercambiamos un par de palabras para bromear un poco. Bruno me enseñó portugués y yo le enseñé broad Scots; nos divertimos mucho oyendo cómo el otro destrozaba el idioma con su propio acento.
¿Cómo os conocisteis? ¿Y cómo este encuentro te llevó a aprender un idioma?
El primer día de universidad yo estaba hecha un manojo de nervios. La ansiedad y la emoción se mezclaron formando un nudo en mi estómago y me envolvieron en una niebla tan espesa que casi paso de largo junto a él. Bruno sonrió y se presentó en un inglés perfecto, haciendo que mis rodillas chocaran entre sí mientras soltaba una risita típica de colegiala.
Descubrimos que vivíamos en el mismo piso de la residencia de estudiantes, de modo que tan pronto me mudé pasamos la noche conociéndonos mientras tomábamos café. Rápidamente nos hicimos amigos. Pasábamos mucho tiempo juntos, salíamos a comer y hacíamos excursiones de un día por todo el país. Bruno era un estudiante de ingeniería civil que estaba en Glasgow para estudiar durante un año, y su inteligencia y humor brillaban más allá de cualquier barrera idiomática. A pesar de que hablaba el inglés casi a la perfección, ¡el acento escocés es especialmente difícil de entender!
Aunque siempre me pareció demasiado atractivo, disfrutaba mucho las horas que pasaba con él como para presionar para que tuviéramos algo más. No fue sino hasta la Navidad, cuatro meses después, que nos dimos un beso después de una larga caminata por mi ciudad natal. Nuestra relación se fue haciendo más estrecha a lo largo de los pocos meses posteriores, pero yo tenía presente todo el tiempo que él solo permanecería en Escocia por un año y quería cuidarme para no caer muy hondo después.
No obstante, a pesar de todas nuestras precauciones, cuando llegó el verano ya estábamos totalmente enamorados. Sentía que lo amaba y no lo dudé ni un instante cuando me preguntó si quería seguir con él después de que partiera. Nunca me imaginé a mí misma teniendo una relación a distancia, pero la sensación que tuve en el pecho al verlo abordando el avión fue suficiente para convencerme de intentarlo.
Cinco meses después, me encontraba a mí misma viajando por el soleado Brasil con el amor de mi vida justo a mi lado. La mayoría de su familia no habla muy bien el inglés, por lo cual comencé rápidamente a aprender portugués para poder comunicarme mejor con ellos. Me acogieron con gran calidez y se esforzaron mucho por conocerme, esto fue para mí una experiencia decisiva.
Ahora Bruno va a regresar para visitarme, ¡y yo no podría estar más feliz!
¿Qué opina Bruno de que estés aprendiendo su idioma?
Su rostro se ilumina cada vez que le hablo en portugués. Me ha dicho que no ve la hora de que yo pueda sostener una verdadera conversación con él. En sus propias palabras: «Solo has visto una parte mía, la que soy capaz de expresar a través de una lengua que no es la que hay en mi mente. Tan pronto puedas oír las palabras como las pienso, sin traducción, por fin me conocerás verdaderamente».
¿Cómo has estado estudiando?
Comencé con vídeos de YouTube, lo cual fue una manera agradable de ir entrando en materia. También tomé un curso a través de mi universidad a principios de año y esto me ayudó a comprender ciertos elementos básicos de gramática. Después de visitar Brasil, decidí adquirir una suscripción de Babbel de un año. La uso en mi teléfono móvil junto con otros libros y vídeos.
A veces siento todavía un poco de miedo al hablar (soy muy autocrítica en cuanto a mi acento), pero los ánimos que me da Bruno son suficientes para seguir persiguiendo mi meta. Los intercambios de idiomas son definitivamente una herramienta invaluable cuando se está aprendiendo una lengua, y conversar con un hablante nativo permite aprender modismos y expresiones coloquiales, más allá de la gramática estándar.
¿Te has encontrado con palabras o conceptos particularmente complicados?
Cometí un error muy común la primera vez que me acerqué a un vendedor ambulante y le pregunté por un água de cocô gelada. Pensé que estaba pidiendo agua de coco helada, pero acentué la sílaba equivocada en la palabra coco, ¡y terminé pidiendo agua de caca!
¡Un error fácil de cometer! ¿Esperas seguir mejorando tu portugués?
Sí. Ahora mismo tengo un montón de trabajo que hacer para graduarme y me resulta difícil encontrar momentos para sumergirme en el idioma. Tengo unas ganas enormes de que terminen mis exámenes, pues tendré mucho más tiempo para dedicarme a estudiar.
Gracias, Laura, ¡te deseamos la mejor de las suertes!