Novedades de nuestra serie de retratos de usuarios de Babbel. Te presentamos extractos de la vida de nuestros usuarios y sus experiencias al aprender un nuevo idioma. Si también deseas compartir tu historia con nosotros, simplemente déjanos un comentario abajo.
Después de finalizar sus estudios de Administración y Gestión de Empresas a los veinticuatro años de edad, Stephan, de nacionalidad alemana, tomó una decisión bastante extravagante: se propuso visitar cien países diferentes y aprender diez idiomas en el plazo de diez años. Ahora, poco después de cumplir treinta y cinco años, nos revela si pudo realizar su sueño.
«A decir verdad, hubiese podido comenzar mi trayectoria profesional directamente después de mis estudios, pero por alguna razón me pareció un camino demasiado recto y también un tanto monótono. Tenía ganas de hacer algo excepcional y lo que más me apetecía era descubrir el mundo entero por mi propia cuenta. Fue entonces cuando me asaltó la loca idea de viajar alrededor del mundo, como Phileas Fogg en la famosa novela de Verne, solo que no en ochenta días, como él, sino en el transcurso de los siguientes diez años. Además de querer visitar cien países diferentes durante este período, también me propuse aprender diez idiomas nuevos. ¿Una meta imposible? ¿Una visión muy poco realista? ¡El que nada arriesga nada gana!«.
¿De verdad conseguiste aprender diez idiomas?
«Hoy, exactamente diez años más tarde, hablo siete idiomas con fluidez: alemán, inglés, francés, español, italiano, portugués y ruso, mi idioma favorito hasta el momento. Además, soy capaz de sostener una conversación de manera aceptable en chino, y estoy aprendiendo sueco y turco con Babbel, aunque me vi obligado a hacer una pausa durante un tiempo. ¿La razón? Estuve haciendo un curso intensivo de croata en Dubrovnik hasta finales de año. De manera que sí logré aprender diez idiomas fascinantes en un período aproximado de diez años, ¡con lo cual cumplí la primera parte de mi sueño!
¿Que cómo lo logré? La mayoría de los idiomas los aprendí por medio de cursos intensivos en cada país, ya que cuando estaba en casa, solo, casi nunca encontraba el tiempo para estudiar ni podía concentrarme. Después conocí Babbel, una experiencia de aprendizaje completamente nueva para mí que me ha dado muy buenos resultados. Me divierto mucho gracias a la posibilidad de aprender en cualquier momento y en cualquier lugar. Lo más importante es comenzar a hablar desde el principio, independientemente de cuán rudimentarios sean nuestros conocimientos. Finalmente, el objetivo de aprender idiomas es ese: poder comunicarnos con otras personas. Ahora yo mismo organizo encuentros para practicar idiomas en cada vez más ciudades del sur de Alemania. Mi proyecto se llama My City Language Exchange«.
¿Y qué sucedió con tu plan de viajar a cien países diferentes?
«A veces ni yo mismo lo creo, pero lo logré: a finales del año pasado visité mi país número cien: Vietnam. Fue el 26 de diciembre, justo cuando cumplí los treinta y cinco años: ¡el regalo perfecto para mi cumpleaños y para las Navidades!
Los paquetes turísticos nunca me han interesado a la hora de viajar, ya que mi deseo es descubrir por mí mismo cada país y vivir todo lo que forma parte de esta experiencia: probé las especialidades culinarias más exóticas y, casi siempre con la ayuda de alguna plataforma como Couchsurfing o Airbnb, me hospedé donde personas muy diferentes, a las que seguramente no hubiese conocido de otra manera. También intenté hablar siempre, cuando menos, un par de palabras en el idioma del lugar, ya que es la forma más rápida y eficaz de romper el hielo. Viví tantos momentos increíbles e inolvidables –desde hacer esnórquel en la Gran Barrera de Coral o compartir un momento con los beduinos alrededor de una fogata en el desierto jordánico hasta viajar en el tren transiberiano de Moscú a Pekín– que me resulta imposible escoger el mejor de todos«.
¿Cómo sigue tu sueño ahora?
«Me siento muy feliz por todas las experiencias e impresiones que acumulé a lo largo de los últimos años. Viajar y aprender idiomas se convirtieron en una parte de mi vida de la que no quisiera prescindir y aún existen muchos lugares ignotos en mi mapa personal. Trabajo como consultor en recursos humanos en Alemania y España, y como lo hago de manera autónoma, dispongo de la libertad y la flexibilidad necesarias para mis viajes, lo cual no me permitiría un puesto fijo. Hace poco ingresé en el Travelers’ Century Club, un club reservado solo a aquellas personas que han viajado a cien o más países diferentes. Todos los miembros del club, tan apasionados por los viajes como yo, se ofrecen apoyo mutuamente, se dan recomendaciones e intercambian sus experiencias. Es muy interesante.
También creé mi propio blog, Polyglott-Wanderlust, ya que deseo motivar a más personas a viajar y a aprender idiomas, además de querer compartir mis experiencias. Me alegro mucho con cada nuevo visitante interesado en lo que escribo».