Parece que los vientos del cambio soplan más fuerte según nos acercamos al 2020 y los propósitos de Año Nuevo son prueba fehaciente de ello. Con un año más a nuestras espaldas, nos preparamos para tener grandes esperanzas en el año que llega y en las posibilidades de los 365 días que siguen. Y, como cada vez más y más gente se da cuenta de los beneficios de dominar más de una lengua, aprender un idioma se ha convertido en un propósito común. De todas formas, no importa cómo de honestas sean nuestras intenciones de cada mes de enero, ya que la mayoría de nosotros las abandonamos al poco tiempo: tenemos expectativas exageradas, no le dedicamos el tiempo suficiente o nos desmotivamos por la falta de tiempo, ¡pero no siempre tiene que ser así!
¿Quieres aprender un nuevo idioma en 2020? Te has planteado este reto con anterioridad, ¿pero en seguida te rendiste? Es totalmente normal. Llevar a cabo tu objetivo de aprender un idioma extranjero puede ser algo difícil a veces, pero será mucho más sencillo si sigues estos consejos.
1. Tómatelo con tranquilidad (¡pero no con demasiada calma!)
Cuando se trata de propósitos de Año Nuevo, tenemos la tendencia de exagerar demasiado. Queremos conseguir todo lo que no hemos sido capaces de hacer a lo largo de toda nuestra vida en las 3 primeras semanas de enero.
Lo contrario es aún más peligroso: “empiezo mañana” o “la semana próxima” o directamente “el año que viene”. Y de repente llega el año que viene y, con la resaca de las fiestas, decides posponerlo otra vez. ¿Por qué no el primer lunes del año nuevo? ¡Deja de ponerte excusas!
Menos mal que hay un camino lógico entre ambos extremos. Según el equipo de lingüistas de Babbel, es mucho mejor establecer una rutina de estudio con lecciones que solo te tomarán 15 minutos al día que darse un atracón de 4 horas de estudio una vez al mes. Si mantienes este hábito durante todo un año, cumplirás tu propósito sin derramar ni una sola gota de sudor.
2. No olvides el por qué de tu propósito
Mantener la motivación es crucial para conseguir cumplir tu propósito. Así que, para mantener tu entusiasmo, no olvides por qué te decidiste por este propósito. Si todavía necesitas motivación extra, ¡nosotros podemos ayudarte!
- Es bueno para tu cerebro. Tan bueno que, varios estudios han probado cómo puede prevenir la demencia senil y el alzhéimer.
- Puede impulsar tu carrera profesional y ayudarte a encontrar el trabajo de tus sueños
- Ayuda a mejorar tu experiencia viajera: puedes ahorrar dinero en los lugares en los que normalmente se aprovechan de los turistas y descubre lugares secretos que solo se encuentran conversando con la gente del lugar.
3. No te rindas cuando se ponga difícil
Vamos a aclarar una cosa antes que nada: aprender un idioma no es como jugar a un videojuego. A no ser que seas un genio de los idiomas, hablar otra lengua de manera fluida conlleva tiempo, esfuerzo y planificación. Si estás empezando de cero, te esperan unos cuantos retos a lo largo del camino.
Por ejemplo, “¿Cómo puedo aprender a conjugar un verbo sin saberme todavía los pronombres?” o “¿Cómo puedo practicar hablando, si me da miedo equivocarme todo el tiempo?”. La falta de vocabulario y el sentirse intimidado son temores propios de los que aprenden un nuevo idioma. Pero estos no son obstáculos infranqueables, sino simples baches en la carretera. ¡Así que no vale darse por vencidos! Darse cuenta de los pequeños obstáculos no es otra cosa que progresar en el aprendizaje.
¿No me crees? La próxima vez que te atores aprendiendo un idioma mira atrás y piensa en todas las cosas nuevas que has aprendido y que desconocías hace tan solo un mes. ¿No pensaste que eran difíciles entonces? Bueno, ya no son tan difíciles, ¿no? Así que anímate, celebra tu progreso y no te atormentes cuando no entiendas cosas nuevas en las lecciones, ¡todo llega!
4. Ponte retos realistas para evitar decepciones
La mejor manera de evitar desilusiones es no tener ningún tipo de expectativas. Si te has propuesto aprender un idioma, está claro que quieres conseguir algo, ¿no? Claro, seamos realistas.
Esperar hablar con fluidez después de estudiar durante una semana es simplemente absurdo. Así que no te presiones para conseguir lo imposible (a no ser que quieras tirar la toalla).
¿Qué pasaría si pudiéramos pedir comida en un restaurante tras aprender a diario durante unas 3 semanas? Bueno, ¡es posible! Nuestros compañeros de Babbel consiguieron hablar español después de aprenderlo durante menos de un mes. Y son gente normal, como tú y como yo.
5. Reserva tiempo para estudiar, pero sé realista
Creo que muchos conocemos el problema de hacer listas de cosas para hacer: puede que te recuerden qué tienes que hacer, pero no te dicen cuándo.
¡No desesperes! Como dijimos en el consejo n°1, la buena noticia es que solo tendrás que emplear 15 minutos al día para dedicarte al aprendizaje del nuevo idioma, pero realmente tendrás que estudiar 15 minutos cada día, ¡sin excepción! (y 15 minutos es menos de lo que dura un episodio de una serie).
6. Aprende lo que vas a usar… ¡y úsalo!
Si quieres empezar a hablar el idioma de inmediato, aprende a decir cosas que te serán útiles en la vida real. Empieza con palabras básicas y frases simples que se usan en las conversaciones a diario y luego aprende a hablar sobre cosas que te interesen (películas, comida, música, ¡cualquier cosa!).
Después de hacer eso, ¡pon en práctica lo que has aprendido! Si no usas tu nuevo idioma (ya sea leyendo, escuchando o hablando), nunca lograrás memorizarlo y no conseguirás tener esa sensación de éxito al aplicar tus nuevos conocimientos a la vida real. Supera el miedo de cometer errores y verás lo agradable y gratificante que es que alguien te entienda en otro idioma, aunque solo sean las cosas básicas al principio.
7. Utiliza herramientas que te puedan ayudar
Hay varias herramientas y técnicas para aprender idiomas que podrán ser más o menos efectivas, dependiendo del estilo de aprendizaje que te venga mejor. Durante el reto escandinavo en Babbel, mi compañera Nicki usó algunos trucos que le ayudaron a aprender mucho más rápido que yo, como memorizar vocabulario con tarjetas de manera organizada. Esto le ayudó mucho, ya que ella es una aprendiz visual, pero si aprendes mejor con audio, puede que los podcasts en el idioma que estás aprendiendo sean la mejor opción.
Y, al margen de tu técnica de aprendizaje, una app que incluya diferentes métodos para desarrollar tu compresión y expresión escrita y oral nunca estará de más.
Ahora que ya has empezado tu nuevo propósito con buen pie, nada te puede parar. ¡¿Qué esperas?!