La plasticidad cerebral y otras curiosidades que descubrí al aprender alemán casi a los 50

¿Te imaginas aprendiendo alemán casi a los 50? Bueno, pues yo tampoco me lo hubiera imaginado y para no hacer la historia muy larga: ¡es posible!
La plasticidad cerebral al aprender alemán a los 50

Si eres una persona curiosa, a la que gusta aprender cosas nuevas cada día y siempre quisiste aprender otro idioma, pero por cosas de la vida no lo lograste durante tu “juventud”, sigue leyendo, pues este artículo ha sido escrito para ti y no solo por las curiosidades en alemán, sino por la inmensa capacidad de tu mente, de la plasticidad cerebral y de mis motivaciones para aprenderlo.

Con el pasar de los años aprendemos a ver la vida de manera diferente, las prioridades y la forma de pensar cambian. Los intereses que nos motivaron en la juventud para llevar a cabo esto o luchar por lo otro, se transforman y, con las canas, le ponemos freno al ajetreo de otras épocas. De joven siempre quise aprender alemán, lo cual no fue posible, pero estoy segura de que en ese momento los motivos que tenía en mente para aprenderlo eran muy diferentes a los que me motivaron hace unos pocos años cuando comencé a estudiarlo casi a mis cincuenta. Y digo estudiarlo, porque más que aprenderlo, me he apasionado por entenderlo, escudriñarlo y descubrir cada día cosas maravillosas, no solo en su historia, sino también en su forma, su estructura y su uso correcto. 

A continuación te comparto algunas curiosidades lingüísticas del alemán que impulsaron mi aprendizaje casi a los 50.

1. Das Wort y sus plurales

Desde que comencé a aprender alemán, algo que me sorprendió es la especificidad que se tiene para expresarlo todo. A los alemanes no les gusta dejar el menor asomo de duda en una conversación o en un texto. Así, por ejemplo, me asombraba encontrar palabras con más de un plural, como das Wort (en español “la palabra”), a la que le corresponden los plurales die Wörter y die Worte. Las palabras y sus plurales son unidades con un significado o función definidos. Una oración se compone de Wörter, así como el diccionario es una colección de Wörter. De la misma manera, la gramática hace distinción entre diferentes tipos de Wörter como sustantivos, verbos, adjetivos y demás.

Entonces, ¿qué son die Worte? En resumidas cuentas die Worte son un compendio de palabras unidas entre sí como un todo coherente y que forman parte de un discurso, bien sea breve o extenso; por ejemplo, un discurso de bienvenida o de despedida, el prólogo de un libro o simplemente las “palabras” de aliento que te dirige un buen amigo en un momento de angustia o necesidad. Así, die Worte pueden ser efusivas, aburridas o emotivas. 

2. Dos bancos diferentes

Die Bank es una palabra que tiene dos acepciones: banco como entidad financiera y crediticia y banco como silla para sentarse. Para el singular no existe diferencia alguna, pues ambos son de género femenino y se escriben de igual manera; el plural, por el contrario, tiene dos formas y define claramente cuál es cuál.  Para formar el plural del primero se agrega la terminación “en”, die Banken; y al segundo “¨e” para que se convierta en die Bänke.

3. Presión o impresión

Der Druck tiene varias acepciones de las que derivan otras y a las cuales no voy a tratar por tiempo y espacio. Voy a referirme a der Druck como dos sustantivos diferentes, cuya complicación no se presenta necesariamente en español, pues se traduce al primero como presión y al segundo como impresión. Der Druck tiene sus variantes en alemán tanto en los plurales como en los verbos. Así, para der Druck como presión, bien sea hidráulica, atmosférica, osmótica o de cualquier otro tipo, existe el plural die Drücke. Sin embargo, si estamos hablando de der Druck, aquello que se produce desde el siglo XV gracias al invento del señor Johannes Gutenberg y cuyo noble oficio lo ejerce ein Drucker, se pluraliza die Drucke.

En cuanto a los verbos, drucken es un verbo transitivo que se refiere única y exclusivamente a imprimir, así podemos deducir claramente que der Drucker druckt die Drucke, mientras que drücken es un verbo transitivo, intransitivo y reflexivo.  Drücken como verbo transitivo se refiere a apretar algo o a alguien ejerciendo una fuerza o presión sobre ello, como al sacarle el jugo a una naranja: ich drücke den Saft aus der Orange.

El verbo intransitivo drücken se refiere a esa sensación de presión ejercida en alguna parte del cuerpo, como lo que sucede con la aterradora tortura de usar unos zapatos de talla más pequeña, hasta que llega el desgarrador momento en que nos atrevemos a decir: die Schuhe drücken mich.

Para el reflexivo sich drücken las cosas cambian un poco, este verbo es bien conocido coloquialmente por aquellas personas que suelen escabullirse, salirse por la tangente o escurrir el bulto para no asumir una situación. Pero si al terminar de leer este artículo, y por si fuera poco, da la casualidad de que te topas con el plural die Drucks, no te asustes, también existe y se usa de dos formas:

  • En la industria textil es el nombre dado a los patrones de impresión que se usan para estampar las telas.
  • Como sinónimo slang de la palabra Schüsse (disparos o tiros).

Espero que no sientas una fuerte Druck im Kopf, sino que te motives a continuar tu aprendizaje de un idioma que presiona, pero también impresiona.  

Nunca es tarde para aprender alemán o cualquier otro idioma
¡Comienza tu aventura!
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