Ilustraciones de Raúl Soria
“¡Cáspita!”, dijo nadie recientemente. “¡Recórcholis!”, dijo mi abuelo de 90 años el otro día. Cada idioma tiene sus expresiones ya pasadas de moda que dejan de usarse y que corren el peligro de ser olvidadas para siempre. Palabras o modismos que en su día fueron “una pasada” y que actualmente solo encontraremos en vídeos vintage de los años 90 cuando la gente vestía con chándal y tacones y/o alquilaba pelis del videoclub. Hoy queremos daros a conocer algunas palabras en alemán que brillan por su ausencia o por su desfase. Si estás aprendiendo o has aprendido este complicado idioma, te darás cuenta de que muchas veces las palabras se comprenden por lógica, por eliminación o incluso por sentido común. Volvamos a los inicios, volvamos a los orígenes, allá van:
1. Bauchpinseln (halagar a alguien)
Nos ha pasado a todos, ¿no? Estás tranquilamente hablando con alguien cuando de pronto esa persona se pone a frotar tu barriga. Eh… ¿perdona?
Bauchpinseln se traduce literalmente como “pincelar el abdomen” y significa halagar o adular a alguien. El término viene originalmente del acto de rascarle la panza a los gatos o a los perros, y aquí se aplica como si le rascáramos la panza a nuestro compañero de conversación con halagos y piropos.
2. Kamelle (camomila o manzanilla)
La palabra Kamelle viene de la época en la que las farmacias vendían todo tipo de ungüentos y pócimas para curar las diferentes enfermedades de aquel entonces. Puede que muchas de las cosas que se encontraran en las farmacias no fueran del todo efectivas, pero los aromas y la superstición contribuían para que el paciente entrara y se dejara llevar a un mundo de sensaciones sanadoras. Una de esas curas era la flor seca de la manzanilla, que en realidad sí que tiene poderes curativos, ya que podía tratar desde un dolor de garganta hasta un estómago pachucho.
Si por lo que fuera la hoja de manzanilla se quedaba mucho tiempo en la botica, esta perdía sus propiedades sanadoras y así surgió la expresión Alte Kamelle o “vieja manzanilla”. Se puede usar en frases como “Esa historia es muy Alte kamelle” para decir que es una historia que hemos escuchado mil veces.
3. Splitterfasernackt (desnudo total)
Splitterfasernackt significa estar en pelota picada y viene de la idea de que alguien esté tan completamente desnudo como un árbol sin la corteza (Splitter) o como un jersey sin hilos, sin fibras (Faser). Usada en el día a día, esta palabra debe de sonar como algo así: “¿Por qué papá siempre tiene que ir Splitterfasernackt cuando vamos a la playa?
4. Augenweide (un placer para los ojos)
En el pasto verde, bajo el cielo azul y recostado en el tronco de un sauce llorón, se encuentra un pastor acariciado por el viento.
Ah.
Mucho antes de que la emoción por los Pokémons eclipsara la belleza del mundo real, la imagen de un valle florido o de un pastor con su rebaño merecería la denominación de Augenweide, un festín para los ojos. Para los alemanes amantes de la naturaleza, una escena así no solo sería digna de ser contemplada, si no que sería un golpe de aire fresco para el espíritu, un rejuvenecimiento del alma. Lo más curioso es que también puede ser usado para describir una persona particularmente guapa: “Mira ese Augenweide de ahí, creo que se llama David”.
5. Abkupfern (plagiar)
- “¿Qué le dice una impresora a otra?
- ¿Este folio es tuyo o es impresión mía?”
Vale, perdón.
Y es que después de tantos años usando impresoras, no apreciamos el verdadero valor que merecen estas maravillosas máquinas. Siglos antes de que todos pudiéramos echarnos la siesta en vertical esperando 200 copias de un documento al calorcito de la fotocopiadora, los copistas grababan réplicas del texto y las imágenes en cuestión sobre una placa de cobre. Al principio, se les admiraba por su duro trabajo artesano y sus reproducciones, pero poco a poco empezaron a tener una connotación negativa, tachándoles de estafadores que se aprovechaban del trabajo duro de los verdaderos artistas. Hoy en día, abkupfern (Kupfer es “cobre”) significa plagiar: ¡un final un tanto agridulce para una profesión que en su día fue muy noble!
6. Spitzbub (granuja, canalla)
Las galletas Spitzbub, con sus sonrisas maléficas y sus posibles malas intenciones, es algo muy típico en Navidad en Alemania. Traducido literalmente como “canalla” o “sinvergüenza”, la palabra también viene bien como taco o palabrota. Por ejemplo, “¡Ese Spitzbub se ha comido toda la tarta!” o “¡Ese Spitzbub me robó la tarjeta de crédito y el coche y ahora lo único que hace es gastarse miles de euros en artículos de colección de Pokémon!”
7. Mutterseelenallein (estar en la soledad total)
Soledad, todos la hemos padecido en algún momento, ¿verdad? (Espero que estés asintiendo). Para algunos, la palabra “soledad” se relaciona por ejemplo con la persona que cuida del faro, pasando los días con ningún otro estímulo que no sea el romper de las olas. Para otros, puede ser algún escritor que solo podía producir prolíficamente en la soledad silenciosa de su apartamento. ¿Y para los alemanes? Bueno, el alma de una madre, por supuesto. Espera… ¡¿Que qué?!
La palabra Mutterseelenallein deriva de la expresión francesa Moi tout seul (yo solo). Los franceses protestantes hugonotes lo decían en Berlín tras haber huído de una Francia muy católica en el siglo XVIII. Para los alemanes, esto sonaba algo así como Mutter Seele (alma de madre). Poco a poco, el término Mutterseelenallein se convirtió en un sinónimo del francés “Moi tout seul” para describir a alguien que está completamente solo.
8. Saumselig (rezagado)
Todos tenemos un amigo soñador que vive en las nubes y a su propio ritmo. Se suele tratar de alguien que dedica su tiempo a terminar poemas, a releer, a la vida contemplativa en general y que precisamente por eso llega un poco tarde a los sitios o hay que esperarle. Una persona así podría ser descrita como alguien saumselig, que va a su propio ritmo que, por cierto, suele ser un ritmo más bien tranquilito. Para los alemanes, la palabra saumselig evoca imágenes de alguien que juega distraídamente con el dobladillo de su camisa o su vestido (Saum significa dobladillo). La palabra deriva del alemán medieval sümesal y a principios del siglo XX pasó a describir un tipo concreto de vagancia y descuido que podrían ser tratados.
9. Mumpitz (travesuras)
Paradójicamente, la palabra Mumpitz (que significa tonterías, disparates, travesuras) tiene su origen en el hombre del saco alemán, ¡uuuoooo! Bueno, más o menos. La palabra en realidad viene de las onomatopeyas de dos palabras alemanas diferentes: vermummen (camuflarse) y Butzemann (el hombre del saco). Así que vermummen se convirtió en mum y se tomó el butz de Butzemann, que lentamente se convirtió en “pitz”, y de ahí mumpitz.