Ya conocemos la dinámica: los exámenes de inglés (o de cualquier otro idioma) se aproximan, los niveles de estrés van en aumento y tenemos la sensación de que los días se van acortando mientras nos vamos quedando sin tiempo para estudiar. Incluso las noches parecen más cortas mientras la sola idea de tener que enfrentarnos a ese examen de inglés, de francés o de alemán nutre nuestras pesadillas. Entrar en pánico no es la mejor manera de lidiar con el estrés, así que si tú también estás a punto de enfrentarte al IELTS, al First, al TOEFL, al DaF o a exámenes de fin de curso, sigue estos simples consejos para reforzar tu confianza para el gran día.
1. No tengas miedo de probar técnicas nuevas
Geografía, historia, matemáticas… todas estas asignaturas pueden ser interesantes (ejem) pero son un poco difíciles de conectar con la vida diaria. Los idiomas, en cambio, están vivos. Se pueden usar para comunicarse con otras personas en cualquier lugar y en cualquier momento. Busca a alguien con quien practicar ese idioma de forma online, en Skype o en foros, por ejemplo. Los estudiantes de programas de intercambio están muy interesados en encontrar un tándem.
2. Establece prioridades en tu estudio
No hay una técnica de estudio que le funcione a todo el mundo por igual. Dependiendo del nivel, cada examen de idiomas es único e intenta evaluar ciertas habilidades específicas (la comprensión y la expresión oral o escrita). Si necesitas mejorar la expresión oral, escucha un pódcast en el idioma que estás aprendiendo. Es una actividad que puedes realizar en cualquier momento. Si, por el contrario, quieres reforzar la parte escrita, da prioridad a la ortografía y la gramática. Y, sobre todo, lee mucho: busca artículos o libros sobre temas que te interesen. Planea tu estudio con tiempo, asegúrate de saber qué competencias entrarán en el examen y da prioridad a los repasos basados en mejorar aquellas competencias que se te hacen más cuesta arriba. Después de todo, a nadie le gusta un examen sorpresa, ¿verdad?
3. Crea un plan de estudio
¡Empiézalo tan pronto como puedas! Mira tu agenda y créate un plan a medida que te dé suficiente tiempo para centrarte en diferentes áreas del idioma. Dedícale entre 30 y 90 minutos al estudio al día y sé sincero/a a la hora de distribuir el tiempo: puede ser que necesites ajustar el tiempo de repaso de vocabulario o gramática en pro del tiempo que necesitas para hablar de forma más fluida, o el que necesitas para escribir mejor. Y recuerda: tú eres la persona a cargo del plan de estudio. Si te cansa tener todos los días el mismo horario, ¡cámbialo y hazlo más dinámico! De ti depende modificar tus rutinas y técnicas de aprendizaje, eso sí, lo hagas como lo hagas, ¡síguelo a rajatabla!
Independientemente de cómo te plantees el plan de estudios, lo importante es que analices bien tus debilidades y fortalezas y distribuyas las tareas de forma que estas cubran tus necesidades.
4. La mejor motivación es el trabajo en equipo
No vivas como un ermitaño, ¡un idioma es la excusa perfecta para estudiar en grupo o en parejas!
Igual se te da genial el listening, pero cuando se trata de escribir un comentario de texto te gustaría meterte bajo la sábana y no volver a salir nunca. En ese caso, intenta programar una sesión semanal de estudio con algún compañero o compañera para apoyaros en esas áreas que se os den mejor. A veces, enseñar a otra persona es la mejor manera de aprender uno mismo, así que estudiar en pequeños grupos puede ser la mejor opción a la hora de preparar un examen. Procura quedar en lugares tranquilos e informales, como una cafetería, y prepárate el temario a estudiar de antemano para que todos estéis preparados e informados de lo que hay que llevar. El lugar y la compañía harán que se calmen los nervios y que tu confianza vaya creciendo casi sin que te des cuenta.
5.Convierte tus hobbies en divertidos métodos de estudio
No se puede repetir lo suficiente: los idiomas nos rodean en nuestro día a día, así que asegúrate de cerrar el libro y empieza a aprender y practicar en todo tipo de ambientes.
¿Te gusta el fútbol brasileño? ¡Bájate algún pódcast en portugués sobre el famoso jogo bonito! Mira shows estadounidenses y apunta el vocabulario que vayas descubriendo. Estos programas son muy divertidos y te ayudarán a acostumbrar el oído. Aquí te dejamos algunas propuestas: Jimmy Kimmel Live, The Ellen Show o Last Week Tonight. Esto, además de ayudarte a ampliar tu vocabulario, te enseñará expresiones comunes con las que empezar a hablar ese idioma te resultará mucho más fácil.