Por qué aprender un idioma debería ser tu propósito para Año Nuevo

Como bien dice el dicho: ¡Año Nuevo, idioma nuevo!
El año nuevo representado por un grupo de personas con champán y bengalas.

Ya estamos cerca del Año Nuevo, el momento en el que miras hacia tu pasado con orgullo y satisfacción pero quizás también con un poquito de arrepentimiento.

¿Has conseguido todo lo que te propusiste? ¿Has obtenido ese aumento de sueldo? ¿Le diste la vuelta al mundo en 80 o más días? ¿Escribiste tu primer libro? ¿O sigues en el sofá comiendo galletas y viendo Netflix?

Bueno, es hora de pasar página. Cada nuevo año trae su propio impulso, un sentido de compromiso y la posibilidad de cambio. En cuanto a todos esos horribles clichés sobre los propósitos para Año Nuevo, si escoges los correctos, pueden resultar un factor de motivación.

¿Cuál es la razón de ser de los propósitos de año nuevo?

Vamos a suponer que tu propósito para este Año Nuevo es aprender un idioma. Al fin y al cabo sabes que hablar otro idioma es “algo bueno”, tal vez “algo que has estado pensando últimamente” o incluso “algo que has aplazado para más adelante”. Sin embargo, la pereza en tu interior te susurra: ¿para qué? ¿qué necesidad tienes de molestarte? Hay miles de cosas disputándose tu tiempo y atención y tantos propósitos en la lista de cosas pendientes, por no mencionar todas las Instagram stories de Babbel que te has perdido

¿Por qué aprender un idioma nuevo debería encabezar la lista?

He aquí por qué, pequeño diablo, he aquí por qué.

1. Show me the money

El aprendizaje de idiomas y el dineroPor un momento vamos a dejar a parte la emoción de hablar con hermosos parisinos o de pedir una caipiriña en un portugués perfecto. Saber idiomas puede ofrecerte una ventaja decisiva en el mercado laboral. Algunos análisis recientes sugieren que un segundo idioma añade por lo menos un aumento del 2% en un salario inicial y es bastante lucrativo en el plan de vida de una persona. Los idiomas tienen diferentes valores, como el alemán, por ejemplo, con un buen interés del 3,8%. Así que canaliza ese pequeño burgués que llevas dentro y la próxima vez que veas a alguien aprendiendo verbos en francés, puedes soltar una diatriba sobre cómo su capitalismo despiadado no tiene límites.

2. Más en forma. Más feliz. Más eficiente.

Aprovecha mejor tu tiempo, aprendiendo otro idioma
¿Por qué el tiempo que dedicas a ver vídeos en YouTube, partidos de fútbol o hacer infinite scrolling en Instagram lo deberías emplear en aprender otro idioma?

Porque es bueno para ti. Ahí está, ya lo dije.

El aprendizaje de idiomas mejora la funcionalidad cerebral en muchas áreas:

  • tu habilidad para solucionar problemas
  • tomar decisiones
  • realizar varias tareas
  • cambiar de idioma en el mismo discurso
  • tiene un impacto positivo en tu percepción
  • disminuye la falta de atención
  • mejora la memoria

Cuando eres mayor, retrasa la demencia e incrementa tu reserva cognitiva. Si estás preocupado porque ya has perdido tu tren, no lo estés: un estudio de la Universidad de Edimburgo ha encontrado varios beneficios cognitivos sin reparar en el momento en que se aprende la segunda lengua.
Básicamente, te da superpoderes.

3. Una suscripción al gimnasio para tu cerebro

Tu cerebro se alegrará si aprendes idiomas
¿Te has apuntado alguna vez al gimnasio para ir 1 vez en total? Normalmente, tu suscripción acaba consumiéndose en un rincón de tu billetera durante unos cuantos meses, hasta que te acabas preguntando con sentimiento de culpa si deberías cancelarla. Así que, ¿por qué no haces algo que sea más fácil, barato y del mismo modo beneficioso?

No necesitas un par de zapatos caros y una suscripción mensual carísima para ejercitar tu mente. Puedes hacerlo en cualquier momento, desde todos los sitios y progresar continuamente con tan solo diez minutos de aprendizaje al día. De hecho, es mejor aprender regularmente en pequeñas cantidades: vas a retener mucho más. Es como si tu cerebro quisiera que fueras un poco más perezoso y ¿quién eres tú para no estar de acuerdo? Además, no vas a tener que ducharte después.

4. Expande tus horizontes personales (versión de Trainspotting)

un hombre tomando una foto par el Año NuevoElige un idioma. Elige una cultura. Elige museos, películas y el caos. Elige la filosofía y el romance. Elige beber en bares repletos de humo y besar personas desconocidas bajo la lluvia. Elige cascadas, desiertos y puestas de sol. Elige entender qué diablos está diciendo el conductor del autobús. Escoge países forasteros, nuevas percepciones, comida que nunca has probado. Elige mirarte en el espejo y ver una historia detrás de cada arruga. Elige las memorias que tú quieras. Elige tu futuro. Elige un idioma.

5. Es muchísimo más fácil que dejar de fumar o de beber (sí, ¡de verdad!)

La mejor meta de Año NuevoMi profesor de francés siempre se proponía lo mismo para Año Nuevo y lo cumplía estupendamente: beber y fumar más. Pero la mayoría de nosotros nos despertamos el día de Año Nuevo con una resaca monumental y con la decisión de acabar con nuestros vicios.

¿Cuántas veces te has prometido a ti mismo que este año dejarás de fumar, beber o comenzarás a hacer deporte?

No es fácil. Este tipo de propósitos se basan en la abnegación, algo que no se le da muy bien al ser humano. Tu propósito decaerá si tu corazón no está involucrado en ello. Esto no significa que no deberías cumplir estos propósitos, pero no te centres solamente en las cosas que te gustaría eliminar de tu vida.

Concédete un propósito positivo para Año Nuevo: empieza a aprender el idioma que siempre quisiste aprender. Asegúrate de que tus objetivos sean pequeños y alcanzables: leer Dostoyevsky en ruso sería ir demasiado lejos, pero leer el periódico es más factible. Reserva 15 minutos diarios y te sorprenderás de lo rápido que vas a aprender.

Aprender un nuevo idioma hoy.
¡Prueba Babbel!
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