¿Cómo el cerebro entiende idiomas?

¿Cómo el cerebro procesa y crea lenguas?
lingüística cognitiva representado por una mujer pensando el la presentación

El campo de la lingüística estudia un amplio abanico de temas. Los lingüistas trabajan con sistemas de inteligencia artificial para enseñarles a ordenadores a comunicarse, integran comunidades remotas para aprender más sobre sus lenguas, estudian el cerebro humano para entender cómo produce y entiende idiomas, ¡o hacen algo completamente distinto! Profundizar en los subcampos de la lingüística es fundamental para entender qué investigan realmente los lingüistas. La lingüística cognitiva es uno de los subcampos de la lingüística, y por muy sorprendente que pueda parecer, no siempre resulta fácil definir lo que se esconde detrás. Sus orígenes están ligados a desacuerdos y debates fundamentales sobre la naturaleza misma del lenguaje y la mente humana, a los que participaron algunos de los lingüistas más famosos del siglo XX. Te proponemos adentrarte en este tema tan complejo como interesante con una breve introducción a la lingüística cognitiva.

¿Qué es la lingüística cognitiva?

El campo de la lingüística cognitiva investiga cómo la mente crea, estructura y entiende el lenguaje. Se trata de una de las tres disciplinas de la lingüística que, de manera general, investiga la conexión entre lenguaje y cerebro. La psicolingüística, por un lado, estudia las intersecciones entre la psicología y la lingüística. La neurolingüística, por otro lado, investiga, desde un enfoque biológico y neurológico, cómo el cerebro procesa el lenguaje. Finalmente, la lingüística cognitiva se ocupa exclusivamente de la cognición. Se trata de un tema muy amplio que abarca todos los mecanismos a través de los cuales el cerebro capta la información del entorno y la interpreta, entre otros, la atención, la memoria y la percepción.

Se puede decir que el estudio de la cognición se inició en la Antigua Grecia, época en la cual los filósofos ya reflexionaban sobre la mente y su naturaleza. La lingüística cognitiva, sin embargo, es un campo de estudio relativamente reciente, que nació junto con la psicología cognitiva a mediados del siglo XX. El nacimiento de la lingüística cognitiva tiene mucho que ver con un lingüista: Noam Chomsky. 

En 1959, Noam Chomsky publicó un artículo en el que refutaba el conductismo y, en especial, los trabajos de Burrhus Frederic Skinner. Hasta ese momento, el conductismo era la teoría dominante en el ámbito de las ciencias cognitivas. Esta teoría afirma que el cerebro es esencialmente una pizarra en blanco que responde a estímulos del mundo exterior. Skinner fue uno de los mayores representantes del conductismo y en su libro Verbal Behavior expuso una teoría de la adquisición del lenguaje según la cual los niños adquieren su lengua materna repitiendo lo que escuchan en su entorno. 

Chomsky rechazó esas ideas, afirmando que el conductismo de Skinner no podía explicar cómo los niños eran capaces de aprender su lengua materna tan rápido. Chomsky postuló, en cambio, que los seres humanos nacen con cierta capacidad inherente para aprender lenguas. Esta teoría, que se denominó “gramática generativa”, formaba parte, según Chosmky, del campo más amplio de la ciencia cognitiva.

Aunque las ideas de Chomsky fueron muy influyentes, no todo el mundo estaba de acuerdo con la idea de que en la mente existe un módulo especializado en el procesamiento del lenguaje. En la década de los 80, los lingüistas George Lakoff y Ronald Langacker combinaron algunos de sus postulados para crear un nuevo marco teórico, al que llamaron “lingüística cognitiva”. Según este enfoque teórico, el lenguaje no es un rasgo o parte del cerebro que haya evolucionado por separado, sino que surgió de la combinación con otras habilidades cognitivas.

Así, en esta versión de la lingüística cognitiva, no existe una “gramática generativa” tal y como la definió Chomsky. En su lugar, Lakoff propuso una “gramática de construcciones”. La idea detrás de este concepto es que todas las lenguas se pueden descomponer en unidades dotadas de significado, desde morfemas hasta frases enteras. Langacker, por su parte, desarrolló una “gramática cognitiva” más amplia. Mientras que Chosmky creía que el significado y la gramática eran dos ámbitos completamente distintos, Langacker postuló que todos los elementos lingüísticos pueden situarse en una misma línea continua.

Estas diferentes corrientes de la lingüística cognitiva siguen un programa diferente según la versión de la mente que defienden: modular o no modular. Según la versión dicha modular, noción proveniente de Chomsky, el cerebro se compone de “módulos” independientes y especializados y existe, por lo tanto, un módulo específico para el lenguaje. En los enfoques no modulares de Lakoff y Langacker, no existe un módulo lingüístico específico, sino que las habilidades lingüísticas forman parte de habilidades cognitivas más generales. También existe una tercera interpretación, que podría ser vista como un punto intermedio entre ambas posiciones. Según esta el procesamiento del lenguaje tienen rasgos especializados pero no es completamente independiente de otras habilidades cognitivas. 

Este debate puede parecer complejo y muy técnico, pero resulta importante entender que detrás del concepto de lingüística cognitiva puede esconderse cualquier de estas tres teorías, según quien lo utilice. Ahora bien, aunque sigue habiendo desacuerdos fundamentales en este campo, todos los especialistas en lingüística cognitiva persiguen un mismo objetivo: averiguar la naturaleza y las características de la relación entre el lenguaje y la mente.

¿A qué preguntas intenta responder la lingüística cognitiva?

La pregunta principal para la lingüística cognitiva es “¿Cuál es la conexión entre el lenguaje y la mente?”. Se trata, sin embargo, de una pregunta compleja y los especialistas en lingüística cognitiva pueden estudiarla desde diferentes perspectivas.

  • ¿Cómo procesamos el lenguaje? Esta es la gran pregunta de la que hablábamos más arriba, y aún no existe un amplio consenso al respecto.
  • ¿Cómo el lenguaje moldea el pensamiento y viceversa? Los lingüistas quieren entender cómo el lenguaje influye en los mecanismos del pensamiento y de qué manera nuestras destrezas cognitivas, como la percepción o la memoria, influye en la estructura y el uso del lenguaje.
  • ¿Cómo conceptualizamos y categorizamos el mundo que nos rodea? La lingüística cognitiva estudia también cómo los seres humanos forman y estructuran los conceptos mentales que se reflejan en el lenguaje. Dado que solo nos podemos comunicar mediante el lenguaje, resulta de gran interés investigar las lenguas para así intentar averiguar qué ocurre en la mente mientras hablamos. Para ello, los lingüistas examinan de qué manera, a través del lenguaje, se expresan procesos cognitivos complejos como la metáfora.
  • ¿Cómo transmitimos el significado? La lingüística cognitiva también se interesa por los mecanismos a través de los cuales se codifica el significado. 
  • ¿Qué factores cognitivos y culturales influyen en el lenguaje y las lenguas? La cultura y las lenguas están muy entrelazadas, por lo que esta relación es un objeto de estudio fundamental para la lingüística cognitiva. Sin embargo, averiguar qué aspectos de las lenguas son inherentes al lenguaje y cuáles están influidos por el entorno es complicado.

Como ya estarás imaginando, ¡la lingüística cognitiva es un campo de investigación sumamente complejo! Detrás de estas grandes cuestiones se esconden miles de preguntas más pequeñas, como “Cómo puede una persona percibir la diferencia entre los sonidos de las vocales?” o “¿Qué rasgos comparten todos los idiomas del mundo?”. Todavía estamos muy lejos de poder entender cómo comprendemos el lenguaje, pero cada día los lingüistas siguen investigando para averiguar qué ocurre en el cerebro cuando usamos idiomas.

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