Además, supone una fuente de formación de palabras gracias a su capacidad de constituir una raíz léxica. ¡La onomatopeya es todo un símbolo creativo! De hecho, “onomatopeya” proviene de la palabra latina onomatopoeia y esta, a su vez, proviene de la palabra griega onomatopoiía, la cual está formada por onoma (nombre) y poieîn (hacer, crear) y significa, literalmente, creación de palabras. Aquí te contamos su discreta complejidad y te proponemos onomatopeyas del español para todos los sonidos que puedas imaginar.
La RAE define la onomatopeya como la imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo y también como el vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada.
No obstante, no es considerada una clase de palabra y rara vez es aludida o descrita lingüísticamente. De ahí quizás que no haya aún una ortografía clara establecida para ella, si bien la RAE recomienda escribirlas entre comillas, separadas por comas o con signos de exclamación.
18 onomatopeyas para sonidos humanos
Alivio: ¡Uf!
Aplaudir: ¡Plas, plas!
Beso: Chuic; Mua
Bofetada: ¡Zas!; ¡Paf!
Caída: ¡Catapumba!; ¡Pumba!
Chapotear: ¡Chap, chap!; ¡Chop,chop!
Chasquido: ¡Chas!; ¡Zas!
Comer: Ñam, ñam, ñam
Conversación ininteligible: Bla, bla, bla
Eructo: Burp
Estornudo: ¡Achís!
Gruñido: ¡Gr…!
Hipo: ¡Hip!
Llanto: ¡Bua, bua!
Puñetazo: ¡Zas!
Roncar: Rrrrrrrrr
Sonarse la nariz: Moc
Tragar: ¡Glu, glu, glu!
La onomatopeya es una clase de palabra independiente y parte de la oración, es invariable y no guarda relación con otras construcciones sintácticas. Tiene un papel morfosintáctico, es decir, tiene una forma determinada y ejerce una función en la oración.
En lo que respecta a la forma de las onomatopeyas hay tres modalidades: por repetición, derivación y composición.
La repetición de las onomatopeyas cumple tres funciones principales:
- Expresar la idea de un ruido que se desarrolla continuamente o un número indeterminado de veces (ejemplo: El “tic-tac” del reloj).
- Intensificar la percepción de los fonemas, asegurando así su correcta descodificación.
- Crear un ritmo y armonía en la pronunciación que reproduzca lo más fielmente posible el ruido designado. Esto es habitual encontrarlo en los estribillos de algunas canciones como, por ejemplo:
¡Cu, cu! Cantaba la rana
¡Cu, cu! debajo del agua
¡Cu, cu! pasó un caballero
¡Cu, cu! de capa y sombrero.
(Canción infantil)
Del uso del recurso de la repetición en la onomatopeya, han surgido palabras y locuciones como: cacarear, chirimiri o sirimiri, la guagua, un yuyu, el tacataca, lelo, runrún, borbotar, al tran tran, ronronear, retintín, murmurar, cuchichear, piripi, pizpireta, tartamudear, tarambana, titiritero, memo, cuco, erre que erre, el chachachá (del tren), gárgara, el tictac (del reloj), el zigzag (del camino), el chischás de las espadas, el juego del pimpampum, el del ping-pong… ¡qué zipizape!
Las onomatopeyas también aparecen en modismos o en locuciones adverbiales. Ejemplos:
- Cuando eres rápido en algo… “lo haces en un plisplás” (o en un pispás).
- Si no estás muy convencido con algo… “no te dice ni fu ni fa”.
- Cuando alguien es muy pesado… es que estaba que si patatín patatán.
- Cuando no te encuentras muy bien… estás pichí-pichá o regulín-regulán, o así o asá.
- ¿Has estudiado mucho para un examen? Entonces probablemente te sepas el tema de pe a pa.
16 onomatopeyas para sonidos de la calle
Acelerón: ¡Brrrum, brrrum!
Claxon: ¡Piiii!, ¡piiii!
Brindis/cristal contra cristal: ¡Chin-chin!, ¡Tintín!
Golpe: ¡Cataplam!, ¡Cataplán!; ¡Cataplum!; ¡Cataplún!; ¡Catapum!; ¡Pum!
Golpe contra el agua: ¡Paf!; ¡Zas!
Golpe contra el suelo: ¡Plaf!; ¡Clonc!
Llamar a la puerta: ¡Toc, toc!; ¡Pon, pon!
Muelles del colchón: ¡Ñeeec, ñeeec!
Música con ritmo repetitivo y a mucho volumen: Chunda, chunda
Rasgadura: ¡Ris ras!; ¡Tris!
Reloj: Tic-tac, tic-tac, tic-tac
Rotura: ¡Crag!
Sirena de ambulancia: ¡Uuuuh, uuuuh! ¡Niinoo, niinoo!
Sirena de los bomberos: ¡Uuuuh, uuuuh!
Teléfono: ¡Riiin, riiin!
Timbre: ¡Rin, rin!
La onomatopeya es también un acto de conversión en palabra de un ruido de la naturaleza, que nace por imitación de sus sonidos en un intento del lenguaje por volverse icónico.
6 onomatopeyas para sonidos de la naturaleza
Burbujas: ¡Glu, glu, glu!
Golpe en un líquido, un objeto blando, un fluido viscoso: Plof
Gota de agua: ¡Ploc!
Lluvia suave: Plic, plic
Rama que se quiebra: ¡Crac!
Viento: Sss sss sss
Sin duda, sacados de la misma naturaleza, quienes más nos inspiran a la creación de onomatopeyas son los animales.
23 onomatopeyas para sonidos de animales
Aullido del lobo: ¡Auuu!
Balido de la oveja: ¡Beee!
Bufido del gato; muestra de desprecio: Fu
Canto de los pájaros: ¡Pío, pío, pío!
Canto del gallo: ¡Quiquiriquí!
Cloquear de la gallina: ¡Cloc, cloc!
Cuco: ¡Cu-cu, cu-cu!
Gallina: Co, co, co
Ganso y oca: On, on
Grillo: ¡Cri, cri!
Gruñido del cerdo: ¡Oenc, oenc!; ¡Oink!
Ladrido del perro: ¡Guau, guau!
León rugiendo: Groar, Grrr
Maullido del gato: ¡Miau, miau!
Rana: ¡Croac!
Rebuzno: ¡Hiaaa, hiaaa!
Relincho del caballo: ¡Hiiii, hiiii, hiiii!
Mugido de vaca: ¡Muuu, muuu!
Pato: ¡Cua, cua, cua!
Pavo: ¡Gluglú!
Perdiz: ¡Aj, aj, aj!
Ronroneo del gato: Rrr rrr rrr
Zumbido de abejas: Zzzzzzzz
Las onomatopeyas que surgen de la derivación resultan de anteponer o posponer un sonido expresivo a una base. Los “prefijos” recurrentes son cata- y pata-. El “sufijo” más habitual es -ba. Casi siempre, los vocablos resultantes representan golpes. Ejemplos: catapum, patatrás, pumba, pimba, bimba, tumba, etc.
También encontramos onomatopeyas por derivación sustantivadas: rumba, bamba, bomba, zambomba, etc. Así como expresiones como fresquíbiri, tontábilis, pensatibiribiris…
6 onomatopeyas para sonidos de armas
Ametralladora: ¡Ra-ta-tá!
Cañonazo/estallido: ¡Buuum!
Disparo de cañón/escopeta/fusil: ¡Pum!
Disparo de pistola: ¡Bang!; ¡Pam, pam!
Estallido pequeño: ¡Tric!; ¡Tris!
Explosión: ¡Buuum!; ¡Pum!
Por último, las onomatopeyas formadas por composición son el resultado de la combinación de varias formas de onomatopeyas de manera separada, que a su vez dan lugar a una nueva unidad léxica, que se suele usar para recrear sonidos más complejos. Ejemplos:
- ¡Chim, pum! Para representar la percusión combinada de sonidos metálicos y bombo.
- ¡La, la, la! Para representar el tarareo de una melodía.
- ¡Rataplán! Esta onomatopeya usada para imitar los sonidos de un tambor combina ¡Ra!, ¡Ta! y ¡Plan! para designar los golpes de baqueta en la caja, los redobles y, en definitiva, la gran variedad de sonidos que se obtienen de este instrumento.
10 onomatopeyas para sonidos de instrumentos
Campana: ¡Talán, talán!; ¡tolón, tolón!; ¡tan, tan!
Repique de campanas: ¡Din, don!; ¡Din, don,dan!
Campanilla: ¡Tilín, tilín!; ¡tintín, tintín!
Castañuelas: ¡Ria-pitá!
Cencerro: ¡Tolón, tolón!
Corneta: ¡Tururú!
Cornetín de órdenes: ¡Tararí!
Pito: ¡Piiii!, ¡piiii!
Tambor: Ran, rataplán; tantarán;tantarantán
Trompeta: ¡Tarara!; ¡tarará!; ¡tararí!; ¡tururú!; ¡turututú!; ¡tuturutú!
*Cabe destacar de esta lista las onomatopeyas “tilín” y “tararí”. De la primera surgió la locución verbal “hacer tilín”, que significa “resultar atractivo”. La segunda se usa como interjección para expresar burla o disconformidad.
Y, hablando de sonidos complejos, ¿habrá algo más complicado que representar la risa humana? ¡Hay tantos tipos de risas como personas en este mundo! No obstante, aquí os dejamos las más comunes.
6 onomatopeyas para la risa
Risa abierta: ¡Ja, ja!
Risa astuta: ¡Je, je!
Risa contenida: ¡Ji, ji!
Risa exagerada: ¡Jua, jua!
Risa insustancial: ¡Ji, ji, ja, ja!
Risa prepotente o irónica: ¡Ja, je, ji, jo, ju!
Risa socarrona: ¡Jo, jo!
Bueno, y ya ¡chist! (silencio) que voy a zzz, zzz, zzz (dormir).
Fuente principal: Morfología de la onomatopeya. ¿Subclase de palabra subordinada a la interjección? Jorge Rodríguez Guzmán, Universidad de Salamanca.