Los vínculos entre español e italiano son muchísimos y los motivos son bien sabidos. Principalmente se trata de dos lenguas romances, es decir, dos idiomas que descienden del latín. Además, el actual Reino de España y la región geográfica que hoy llamamos Italia siempre han mantenido una estrecha relación en el ámbito político, comercial y cultural. Por eso no resulta sorprendente que sean muchas las palabras españolas usadas en italiano, de forma similar a lo sucedido con el francés.
Como escribió Manuela Carrera Díaz, no siempre es fácil identificar si una palabra presente en italiano es efectivamente un hispanismo, es decir, un préstamo del español. Las palabras, en efecto, pueden seguir caminos bien tortuosos. Por otro lado, algunas se pierden en el tiempo, mientras otras resisten el paso de los siglos y siguen formando parte del vocabulario contemporáneo. El período de máximo esplendor de los hispanismos en italiano va del siglo XVI al XVII, una época en la que España tenía un peso político notable en Europa. Además, la paz de Cateau-Cambrésis, que puso fin a las guerras de Italia en 1559, ratificó el dominio de los Habsburgo españoles en el Ducado de Milán, en el Reino de Nápoles, en Sicilia y Cerdeña. Así, no es sorprendente que muchos hispanismos que no se presentan en italiano sí se escuchen en algunos dialectos del sur, especialmente en uno: el napolitano.
Una lista de los vocablos españoles más usados en italiano
Antes de ver cuáles son las palabras del español más habituales en italiano, hay que puntualizar que muy raramente el italiano toma prestada una palabra del español sin adaptarla. Muchas de estas palabras son, así pues, hispanismos de incógnito. Como hemos dicho, gran parte de las palabras españolas usadas en italiano entraron en este idioma entre los siglos XVI y XVII. Algunas, sin embargo, entraron mucho antes, mientras que otras no se integraron hasta el siglo pasado.
- Maiolica: se trata de un tipo de cerámica cuyo nombre en italiano corresponde a la denominación antigua de la isla de Mallorca, célebre por la producción de vajilla y objetos cerámicos.
- Brio: alegría y vivacidad, deriva del español brío, que a su vez procede del céltico brigo, “fuerza”.
- Fanfarone: deriva del español fanfarrón y se refiere a alguien que presume de hacer cosas que luego no lleva a cabo.
- Taccagno: es una simple adaptación ortográfica del español tacaño y también en italiano es sinónimo de avaro.
- Sussiego: este hispanismo tiene una historia particular. Muchas de las palabras de origen español se usan en italiano para describir ciertas conductas, especialmente las negativas. Los italianos tenían en mala consideración a los gobernantes españoles porque les parecían engreídos y presuntuosos. “Sussiego”, que deriva del español sosiego, tomó en italiano un cariz particular y constituye un claro ejemplo del fenómeno que acabamos de describir, pues describe un comportamiento afectado y altivo.
- Vigliacco: a propósito de matices negativos, este vocablo deriva del español bellaco. En italiano, además de “ruin y perverso”, como la palabra original, puede significar también “cobarde”.
- Compleanno: entró en el italiano en el siglo XVII como “compleagnos”, del español cumpleaños.
- Alfiere: muchas palabras españolas empleadas en italiano forman parte del léxico militar y “alfiere” es una de ellas: proviene de alférez, que a su vez deriva del árabe al-fāris, “caballero” o “jinete”.
- Marrano: también “marrano” procede de una palabra que el español tomó prestada del árabe (probablemente “muharram”, cosa prohibida). Hoy esta palabra en italiano equivale a “vigliacco”, pero en la España de aquella época, además de un sinónimo de “cerdo”, era un apelativo despectivo hacia los judíos y musulmanes obligados a convertirse al catolicismo, pero que seguían profesando su religión en secreto (aquí encontrarás más insultos antiguos).
- Guerriglia: una táctica de guerra basada en incursiones y ataques sorpresivos, viene de guerrilla, diminutivo de la palabra española guerra.
- Flotta: se refiere a un conjunto de buques de guerra; proviene del francés flotte, pero llegó al italiano a través de la palabra española flota.
- Risacca: describe el movimiento de retorno de una ola y procede del vocablo resaca, que actualmente en español también indica la consecuencia de una borrachera.
- Puntiglioso: este adjetivo y su correspondiente sustantivo, puntiglio, derivan de puntilloso y de puntillo, “orgullo o amor propio exagerado”.
- Baraonda: significa “confusión, alboroto” y proviene del español barahúnda, que podría ser una voz de origen onomatopéyico.
- Sangue blu: cerramos esta lista con un calco del español, utilizado para indicar a personas de noble extracción. Se dice que la expresión española sangre azul surgió como denominación de los aristócratas, que tenían la piel tan clara que se traslucían sus venas, por lo que se creía que tenían la sangre realmente azul.
Palabras españolas usadas en italiano que permanecen invariadas
- Torero
- Corrida
- Golpe
- Goleada
- Ola
- Paella
- Tequila
- Mojito
- Macho
- Canasta
- Vigilantes
- Murales
Los hispanismos del dialecto napolitano
Algunas palabras españolas usadas en italiano se han perdido a causa de diversos motivos. Sin embargo, en los dialectos del sur de Italia aún se conservan algunos de esos vocablos y son de uso cotidiano. La mayor parte se pueden oír en Nápoles, por lo que a continuación presentamos una breve lista de hispanismos del dialecto propio de esta zona.
- Abbuscare: la palabra “abbuscare” tiene dos significados en napolitano. Puede significar “recibir una paliza”, mientras que como verbo transitivo quiere decir “obtener, ganar” y, como podéis suponer, procede del español buscar. Tiene cierta lógica porque quien busca, encuentra, ¿no es cierto?
- Ammuina: significa “barullo, jaleo”, y parece derivar del español amohinar, “sentir o causar disgusto”.
- Canzo: “dammi canzo” significa “dame tiempo”, es decir, la oportunidad y la posibilidad de hacer algo. Se cree que viene del español alcanzar.
- Palomma: se trata de la adaptación fonética de nuestra paloma y tiene idéntico significado.
- Tenere: es el verbo que los napolitanos usan en lugar de los verbos italianos “avere” o “possedere” y es un claro derivado del verbo español tener.
- Guappo: es, evidentemente, una adaptación de la palabra española guapo, pero en napolitano, además del sentido original, puede describir el comportamiento de una persona insolente o descarada (también aparece en la expresión “guappo di cartone”, alguien que presume mucho, pero no hace nada).
- Scapece: se trata de una técnica culinaria derivada de escabeche. El plato más famoso en este sentido es el de “zucchine alla scapece”.
- Sguarrare: significa “abrir” y deriva de desgarrar.
- Mesale: este término significa “mantel”. Parece ser que procede del latín mensa, pero hay quien sostiene que llegó al napolitano a través de su evolución española, mesa.
Este artículo se publicó originalmente en la edición en italiano de la revista de Babbel.