Cómo aprender idiomas con la ayuda de películas

Una maratón de series y pelis puede ser tu plan más productivo del fin de semana.

Cuando estás aprendiendo un idioma, en algún momento tendrás que superar la idea errónea de que solo alcanzarás la fluidez tras recorrer un tedioso y arduo camino. Después abrazarás la tentadora ilusión de que puedes aprender de forma completamente pasiva o limitándote a ver programas y películas en inglés u otros idiomas.

Siendo realistas, el aprendizaje de una lengua no es ni completamente aburrido ni solo divertido. En Babbel solemos recomendar una dieta balanceada que incluye lecciones, práctica en el mundo real y medios complementarios como libros, pódcast y películas. Después de todo, las películas no solo te permiten disfrutar de un rato de ocio, sino que también te ilustran acerca de la cultura y enriquecen tu comprensión del idioma. Las películas en versión original te acercan a una manifestación más natural de la lengua, a su vocabulario auténtico y sus jergas, y te enseñan a relacionar las palabras con gestos del lenguaje corporal.

De modo que si te encanta el cine, tenemos buenas noticias: tus momentos en el sofá pueden ser muy productivos. Pero las películas en inglés, o cualquier otro idioma que estés aprendiendo, solo serán una herramienta de aprendizaje efectiva si las utilizas de la manera correcta. Si te tomas en serio el tema del estudio, abandona la idea de que se trata de pulsar play y desconectar. Mejor sigue algunas de nuestras indicaciones y observa cómo perfeccionas tus habilidades cada vez más. Pero si solo te interesan las recomendaciones de películas, desplázate hacia abajo.

1. Elige tu trama

Seleccionar la película correcta para aprender un idioma es casi tan importante como la forma de verla. El hecho de que un film sea atractivo a nivel cinematográfico no significa que también sea la mejor película para que avances en tu aprendizaje. Es cierto que debes elegir una película que mantenga despierto tu interés, pero si estás comenzando a aprender una lengua, será más útil que empieces con una historia que conoces o leas antes una sinopsis acerca de la trama y los personajes. Así podrás seguir mejor la película.

Ten en cuenta asimismo el nivel de dificultad de los diálogos. Si no te gusta ver películas infantiles (que a menudo tienen el vocabulario más fácil), una comedia ligera o romántica podría ser una mejor opción que un thriller psicológico. Este puede ser emocionante, pero también complejo y probablemente difícil de entender incluso para hablantes nativos.

2. Los subtítulos son tus amigos

Hasta hoy sigue abierta la discusión acerca de cómo deben verse las películas en versión original: con subtítulos o dobladas. En inglés se la conoce como subs vs. dubs debate. En Babbel hemos adoptado una posición firme del lado de los subtítulos porque los doblajes frustran el propósito de lo que estás intentando. Los subtítulos son como los ruedines de tu aprendizaje: pueden ayudarte a encontrar el equilibrio en un nuevo idioma, aunque no estén destinados a apoyarte para siempre.

En el mismo sentido merece la pena resaltar la importancia de la repetición a la hora de aprender una lengua con películas. Probablemente no obtendrás los mejores resultados si ves el film una sola vez. Así que será mejor que intentes volver a ver la película sin subtítulos cuando sientas que ya tienes la preparación suficiente. O incluso puedes ponerte el reto de desactivar los subtítulos la primera vez y de activarlos la segunda vez para comprobar qué tanto has comprendido. Y después, en algún momento en el futuro, mírala por tercera vez sin subtítulos. Si te propones seguir estas indicaciones, seguramente elegirás películas en inglés (o quizá en otro idioma) que sabes que vas a disfrutar.

3. Fragmenta la peli

No te encuentras en una sala de cine, así que no tienes la obligación de ver la película de principio a fin de un tirón. De hecho, probablemente sea mejor para tu cerebro dividirla en partes, ya que vas a necesitar concentrarte mucho más conscientemente de lo que lo harías si solo la estuvieras viendo para entretenerte. Así que intenta dividirla en fragmentos de 20 o 30 minutos para poder procesar lo que estás viendo (y también repetir aquellas partes que no captaste la primera vez).

4. Toma muchas notas

Cuando decimos que se trata de escuchar activamente, nos referimos justo a ello: escuchar activamente. Escribir las cosas que escuchas no solo te ayuda a recordarlas, sino también a practicar tu comprensión oral. El resultado no tiene que ser perfecto, ni siquiera debe estar escrito de forma correcta. Simplemente comienza escribiendo los sonidos tal como los entiendes, y luego vuelve a mirar esa parte activando los subtítulos para comprobar cómo lo has hecho. La comparación de tu comprensión inicial con la transcripción puede ayudarte a identificar puntos débiles en tu comprensión auditiva. Al mismo tiempo ganarás una experiencia del método de prueba y error acerca de cómo suena el idioma en la práctica.

Para obtener un beneficio adicional, realiza un seguimiento del nuevo vocabulario que vas aprendiendo a medida que avanzas en la película. Los medios culturales son excelentes para enseñarte palabras especializadas o coloquiales que no habrías aprendido de otra manera.

5. Toma un descanso mental

Si las indicaciones anteriores te parecen un tanto agobiantes, es porque en realidad no están destinadas a ser un ejercicio de relajación. Sin embargo, esto no significa que debas esforzarte hasta el límite del agotamiento mental. Cuando sientas que tu cerebro comienza a cansarse, date permiso para disfrutar, tanto si se trata de un programa de cocina en francés como de películas en inglés antiguas, y sumérgete de lleno en ellas. Así podrás familiarizarte con su contenido de una manera divertida y prepararte aún mejor para aprender en tu próximo intento.

Nuestras recomendaciones

  • Inglés: Moonrise Kingdom, Green Book
  • Alemán: Das Leben der Anderen, Good Bye, Lenin!
  • Italiano: La vita è bella, La grande bellezza
  • Francés: Le fabuleux destin d’Amélie, Persepolis
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