Ilustraciones de Chaim Garcia
Aprender un idioma es una de las mejores maneras de comprender otra cultura. Tienes que ponerte verdaderamente en el sitio de los hablantes nativos: pensar como ellos, intentar ver el mundo desde sus puntos de vista. Y eso puede complementarse perfectamente con algunos proverbios populares, ya que se trata de otra forma poderosa de entender la manera de pensar de un pueblo.
Las frases en alemán que encontraréis más abajo también sirven como una oportunidad para deconstruir algunos mitos acerca de la lengua alemana, como por ejemplo, que es difícil, demasiado directa, sin espacio para figuras literarias u otros alientos: estos proverbios alemanes están llenos de imágenes y metáforas.
Y si las imágenes de cervezas, salchichas, almohadas, ponis y peces fétidos que esas expresiones traen a la mente no son suficientes, el texto también tendrá algunos relatos personales. Ya que la mayoría de esas expresiones tienen bastante que ver con mi mudanza a Berlín, voy a contar algunas historias mientras explico los proverbios. Vamos a empezar por el comienzo.
Aller Anfang ist schwer: todo comienzo es difícil
Bueno, finalmente me decidí a mudarme a Berlín. Dejé mi trabajo en São Paulo, compré un billete solo de ida y reservé un hostal por dos semanas. Hablando así parece fácil, pero os aseguro que no lo fue. Cuando las dos semanas estaban a punto de terminar, descubrí de la peor manera posible que encontrar un sitio para vivir en Berlín puede llevar varios meses. Encontrar trabajo tampoco fue fácil: sí, Berlín tiene muchos puestos para ofrecer, pero encontrar uno que encaje con tus necesidades y expectativas es otra historia. Ahora, dos años después, creo que puedo decir para los que acaben de llegar: mantened la calma y no desistáis de buscar habitación en WG-Gesucht. Aller Anfang ist schwer, pero encontraréis el piso de vuestros sueños en Kreuzkölln tarde o temprano.
Kein Bier vor vier: ninguna cerveza antes de las 4
Compuesto de solo 4 palabras, ese proverbio impresiona por su simplicidad y por ser un ejemplo de que, a veces, es posible decir bastante con pocos caracteres en alemán. Yo iba a clases de alemán por la mañana y no tenía nada que hacer el resto del día, así que por supuesto que aprendí esa regla tomando muchas cervezas vor vier (antes de las 4). La primera vez que escuché esa expresión fue cuando un colega español se negó a tomar una cerveza conmigo en la hora del almuerzo. Yo sí que me la tomé y desde entonces esa es una de mis expresiones favoritas.
Alles hat ein Ende, nur die Wurst hat zwei: todo tiene un fin, solo la salchicha tiene dos
De la misma manera que la cerveza, las salchichas son asociadas casi inmediatamente con Alemania y los alemanes. Y por supuesto que eso tenía que estar en los dictados del idioma, en este caso para explicar que todo pasa. Por eso, no te preocupes mucho y tampoco te apegues demasiado a las cosas, al fin y al cabo no vale la pena. Lo que hace esa expresión tan especial es que el comienzo te hace esperar un fin profundo y filosófico: “Alles hat ein Ende, [ponga un final grave aquí]”. Pero, para nuestra suerte, la segunda parte rompe totalmente esa expectativa contando algo obvio y que involucra a las salchichas. ¿Quién ha dicho que los alemanes no tienen sentido del humor? (Si estás interesado en más expresiones sobre salchichas, ese es solo uno de varios ejemplos. Mira otros aquí, en inglés).
Der Fisch stinkt vom Kopf her: el pez empieza a apestar por la cabeza
Todavía en la categoría de comer y beber, esta expresión pone el olfato en la lista de sentidos explorados por la sabiduría popular. Cuando dicen que el pez empieza a apestar por la cabeza, lo que a propósito es verdad (texto en alemán), lo que los alemanes probablemente quieren decir es que las personas al mando son las culpables cuando algo va mal. Para mí, esa expresión también puede ser interpretada en el nivel personal: los problemas existen y empiezan en tu cabeza.
Nicht jede Kuh lässt sich melken: no todas las vacas se dejan ordeñar
Esta expresión, como yo la veo, trata sobre la resistencia, la adaptabilidad y el establecimiento de límites. A veces en la vida tenemos que hacer cosas que no nos gustan y eso puede ser especialmente doloroso cuando personas de mayor autoridad están involucradas. Sea un amigo o un familiar, un agente, un policía o incluso un extremista religioso: puede ser que en algún momento de tu vida haya personas que quieran abusar de tus libertades. En esos momentos, no te olvides: Nicht jede Kuh lässt sich melken.
Erst kommt das Fressen, dann die Moral: primero viene la comida, después la moral
Esta frase no es exactamente un proverbio, sino una línea de “La ópera de los tres centavos” del dramaturgo alemán Bertolt Brecht. Para mí, esta expresión ejemplifica perfectamente cómo las aflicciones más urgentes de la vida a veces nos previenen de filosofar sobre cosas más existenciales (e importantes). Esa expresión también se puede extrapolar a mi comienzo de la vida en Berlín: cuando llegué, al necesitar trabajo y un sitio para vivir, no tuve tiempo de pensar en los misterios de la existencia y del universo. Ahora que esa fase ya terminó por fin puedo preguntarme: “¿Quién soy yo?” “¿Qué hago en este planeta?”.
Ein gutes Gewissen ist ein sanftes Ruhekissen: una conciencia limpia es la mejor almohada
Pienso que mi conciencia siempre estuvo (más o menos) limpia y, aún así, he tenido problemas para dormir durante toda mi vida. Además, nunca he escuchado que los psicópatas sufren más con el insomnio que el resto de la población. Entonces, aunque esa expresión suene bien con sus rimas y metáforas guays, tengo que decir que discrepo completamente.
Knapp daneben ist auch vorbei: casi ganar también es perder
Esta puede ser un poco dolorosa para aquellos que han dado lo mejor y llegaron en segundo lugar –al fin y al cabo, lo importante es participar, ¿cierto?–. Errado, al menos de acuerdo con este proverbio. Pero no vamos a tomar todo tan en serio: esa es una estupenda frase para fastidiar a tu amigo alemán después de vencerlo en cualquier deporte, competición, juego de cartas o videojuego (y no van a faltar oportunidades, ya que los alemanes son unos fanáticos de los juegos).
Das Leben ist kein Ponyhof: la vida no es una granja de ponis
Y por fin, una expresión que puede ser vista como una manera bastante dura de ver la vida: Das Leben ist kein Ponyhof, por tanto, espera muchos problemas, cosas saliendo mal, etc. Pero solo si tu la interpretas así. Yo pienso que una granja de ponis suena como algo bastante aburrido y por eso estoy muy contento de que la vida no sea así.