¿Qué idioma se habla en Suiza?

En Suiza, el multilingüismo es la norma diaria.
¿Qué idioma se habla en Suiza?

Naturalmente, la gente está fascinada por Suiza, y esta admiración no es sólo un amor por el chocolate y las caminatas por la montaña (bien, quizás un poco). También es fascinante porque es una tierra compuesta por múltiples grupos lingüísticos y ha evitado en gran medida el conflicto social que ha plagado a otras sociedades multilingües a lo largo de la historia. De hecho, los suizos han convertido su identidad multilingüe en uno de sus mayores recursos naturales. Entonces, ¿qué idioma se habla en Suiza o ¿cuántos idiomas? si son más de uno.

¿Cuántos idiomas se hablan en Suiza?

Suiza reconoce cuatro lenguas como “idiomas nacionales”. Si bien los hablantes de estos idiomas se pueden encontrar en todo el país, las cuatro lenguas se limitan en gran medida a regiones específicas.

Ilustración por Victoria Fernández

Alemán suizo

El idioma más hablado en Suiza es el suizo-alemán. Sus hablantes se concentran en el norte, centro y este del país y representan un poco más del 60 % de la población. El alemán suizo o Schwyzerdütsch, como se le conoce en Suiza, es una colección de dialectos alemánicos extintos en Alemania y en Austria. Por experiencia propia te puedo decir que aunque hables el alemán estándar, te será muy difícil entender el alemán suizo. Los alemanes suizos fomentan la rica variedad de dialectos que se encuentran dentro de su comunidad, lo que significa que ni siquiera es exacto decir que hay una versión unificada del alemán suizo.

El alemán suizo que escucharás en Zurich es completamente diferente al que escucharías en Basilea o en las plazas de mercado de los pueblos alpinos. A menudo, en otros países los dialectos son despreciados e incluso desalentados, pero en Suiza los dialectos se aprecian y su uso se fomenta en todos los niveles de la sociedad. Entonces, si el alemán suizo es una lengua influenciada por un dialecto increíblemente difícil de entender, debe ser una locura intentar conversar en alemán con una persona suiza, ¿verdad?

No, no, no, afortunadamente no.

Los suizos aprenden el “alemán estándar” (Hochdeutsch) desde muy temprana edad en la escuela y, como resultado, pueden comunicarse con alemanes, austriacos y otros hablantes de alemán sin ningún problema, lo que permite el cambio al alemán estándar casi automáticamente en caso de encontrarse con un hablante de alemán no suizo. Además, como no existe una forma escrita universal de los diversos dialectos suizos, todas las leyes, periódicos, libros y otras formas de comunicación escrita están en alemán estándar. Esto explica por qué la mayoría de los suizos-alemanes llaman al alemán estándar Schriftdeutsch, literalmente “alemán escrito”. Sin embargo, incluso en esta forma escrita del alemán, hay algunos helvetismos únicos con ciertas palabras extranjeras preferidas sobre sus equivalentes alemanas. Por ejemplo, en lugar de Fahrrad (bicicleta), los suizos-alemanes prefirieron tomar prestada la palabra francesa Velo.

El Hochdeutsch no solo se encuentra en el mundo escrito. El alemán estándar se prefiere como medio de comunicación hablada en ocasiones donde la necesidad de compresión universal es mayor, como por ejemplo en debates parlamentarios, transmisiones de noticias, anuncios de transporte público o entornos educativos. Sin embargo, los niños suizos-alemanes se están rebelando contra esta ortodoxia y los intentos por registrar los dialectos suizos alemanes de manera escrita son cada vez más populares en escenarios informales como WhatsApp o Facebook.

Como regla general, cuanto más formal es la ocasión, mayor es la probabilidad de que la comunicación se lleve a cabo en el alemán estándar, especialmente si hay germanoparlantes al rededor. Por otro lado, en la esfera privada y en el ambiente familiar de los suizos alemanes, los dialectos siempre tienen prioridad.

Francés suizo

En la parte occidental de Suiza, prevalece el francés. En total, los hablantes de francés representan aproximadamente el 20 % de la población, y si estás pensando en viajar a ciudades como Ginebra o Lausana, te recomiendo que empieces con tus lecciones de francés en Babbel, pues estos populares destinos de turismo internacional son completamente franceses.

Las diferencias entre el francés suizo y el francés estándar que escucharías en Francia son mucho menos obvias que aquellas entre el alemán suizo y el alemán estándar. Si bien hay algunas diferencias en el vocabulario y las expresiones, el francés suizo no será un problema para quienes hablen francés. De hecho, las diferencias que existen suenan, a menudo, muy agradables para los oídos extranjeros. Por ejemplo, los estudiantes franceses se regocijarán con el uso de las palabras septante y nonante para setenta y noventa; nada de “sesenta y diez” (70, soixante-dix) o “cuatro veinte diez” (90, quatre-vingt-dix) ni de ninguna de esas cosas raras contra las que luchan los estudiantes de francés. Puede que el uso de palabras como esas tal vez se deba a la influencia del metódico suizo alemán.

Italiano suizo

En el sur de Suiza, a lo largo de la frontera con Italia, se encuentran los italianos suizos. Con alrededor de 673 000 hablantes, esta comunidad de italoparlantes representa la tercera agrupación nacional de idiomas más grande de Suiza, un poco más del 8 % de la población del país.

El italiano de Suiza, al igual que el francés suizo, puede ser entendido por cualquier italiano o estudiante de italiano con relativa facilidad. Aunque existen dialectos locales  como el Ticinese y otros de influencia lombarda, el italiano que se habla en Suiza es muy similar al italiano estándar y las únicas diferencias importantes provienen de préstamos de alemán y francés. Mientras en Italia entrarías en una panadería y pedirías un cornetto (croissant), en la Suiza italiana tendrías que pedir un chifer. Además, el italiano de Suiza se distingue del italiano estándar por la presencia de los llamados “calques“, que son frases que se leen palabra por palabra como traducciones literales  del francés y el alemán. Tomemos por ejemplo la palabra suizo-italiana para “carnet de conducir”. En italiano estándar sería Patente, pero los italianos suizos usan licencia de condurre (la traducción 1:1 del francés permis de conduire).

Romanche

Por último, pero no menos importante, el idioma nacional más pequeño de Suiza (que solo obtuvo reconocimiento oficial en 1996) es el romanche. A menudo, y como era de esperarse con solo 37 000 hablantes, los viajeros internacionales suelen ignorar este idioma. Sin embargo, el también conocido grisón es el idioma oficial del cantón sudoriental de Grisones, donde se usa como lengua de gobierno y educación y, al mismo tiempo, disfruta de una existencia saludable como lengua comunitaria. En parte, el hecho de que sus hablantes provengan de las partes más remotas y montañosas del sureste de Suiza explica por qué, a pesar de la invasión significativa del italiano y el alemán en las áreas tradicionales de habla romanche, esta lengua ha logrado sobrevivir hasta el siglo XXI.

El romanche es una lengua romance que ha tomado prestada una gran cantidad de su vocabulario y sintaxis del alemán. A pesar del tamaño relativamente pequeño de su comunidad, increíblemente, existen cinco dialectos romanche que se usan a diario. Con el llamado proyecto “pan-romanche”, el gobierno de Grisones ha intentado incluso introducirlo como idioma unificado, generando diferentes opiniones a nivel local.

¿Cómo de multilingüe es la vida diaria suiza?

Algunos cantones como Berna, Valais y Friburgo son oficialmente bilingües (francés y alemán); Grisones, incluso, está reconocido como trilingüe, pues tiene italiano, alemán y romanche como idiomas oficiales. Ahora bien, independientemente del área de Suiza en la que te encuentres, no tendrás que esforzarte mucho para ser testigo de la identidad multilingüe del país.

El ejemplo más obvio del multilingüismo suizo es tal vez la gran cantidad de empresas, bancos, organismos científicos y organizaciones políticas internacionales que han decidido instalarse en Suiza debido al personal multilingüe con el que cuenta el país. Sin embargo, el multilingüismo también se vive en los aspectos más pequeños de la vida cotidiana, como cuando entré en un supermercado a las afueras de Zurich solo para ser recibido con carteles que me advirtieron en alemán, francés e italiano que se castigaría a todos los ladrones. Del mismo modo, si planeas hacer un viaje en tren por Suiza y crees que encontrarás toda la información en inglés, necesitarás un poco de paciencia, ya que todos los anuncios están en alemán, en francés y posiblemente en italiano, y por último en inglés.

A los suizos se les educa en el multilingüismo desde pequeños y, en la escuela, los niños deben aprender al menos otro idioma nacional (así como un idioma “extranjero”, que generalmente es el inglés). Si bien los niños suizos deberían conocer todos los idiomas nacionales, este fascinante multilingüismo a menudo suele ir desapareciendo durante la edad adulta. Como nos pasa a todos los que hemos intentado aprender un nuevo idioma, cuando estás en un área donde rara vez escuchas otro idioma, es casi imposible salir de la burbuja idiomática… especialmente cuando todas las comunidades lingüísticas pueden acceder a televisión, películas, libros, música, etc. en su idioma nativo, y cuando las empresas se aseguran de publicitar sus productos en la mayor cantidad de idiomas posibles para garantizar que ningún consumidor se sienta excluido.

La cultura del área de cada idioma también está claramente delimitada por su lenguaje. Bajar del tren en Ginebra es como caminar hacia una ciudad típicamente francesa llena de cafés. La región italiana de Ticino está repleta de plazas y preciosas villas italianas. Y las regiones alemanas son exactamente lo que uno se imagina cuando alguien pregunta por la estereotipada escena alpina “germánica”: las salchichas (Bratwurst), casas con entramado de madera y una cacofonía de cencerros.

Creo que es hora de usar una metáfora complicada y de ponerme algo poético. Al igual que sus navajas de bolsillo mundialmente conocidas, Suiza es un país compuesto por diferentes partes, incluyendo cuatro idiomas diferentes que enriquecen la escena cultural, política y social, que florecen con la mínima interferencia del estado y de otras comunidades lingüísticas.

¿Quieres poner a prueba tus habilidades lingüísticas en Suiza?

Suiza es un país muy hermoso, lleno de montañas, lagos, pueblos históricos y pintorescas escenas alpinas. Este país es ciertamente un desafío emocionante para el viajero multilingüe en el que cada uno de sus cuatro rincones se pueden explorar junto a una amplia variedad de idiomas. Visitar Suiza es la forma perfecta de practicar otro idioma y, al mismo tiempo, podrás sumergirte un poco en las culturas francesa, italiana, romanche y alemana.

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