Naturalmente, Suiza cautiva a muchas personas, y esta fascinación va más allá del simple amor por el chocolate y las caminatas montañosas (aunque, ciertamente, esto también influye). Lo que realmente hace interesante a Suiza es su composición de múltiples grupos lingüísticos y su capacidad para evitar en gran medida los conflictos sociales que han afectado a otras sociedades multilingües a lo largo de la historia. En efecto, los suizos han transformado su diversidad lingüística en uno de sus más valiosos recursos naturales. Entonces, ¿cuál es el idioma suiza o cuántos idiomas se hablan, si hay más de uno?
¿Cuál es el idioma oficial en Suiza?
En actualidad, Suiza reconoce cuatro lenguas como idiomas nacionales. Aunque es posible encontrar hablantes de estos idiomas a lo largo de todo el país, cada una de las cuatro lenguas predomina principalmente en regiones específicas.
Alemán suizo
El suizo-alemán es el idioma más hablado en Suiza, predominando en el norte, centro y este del país, donde representa el 63% de la población. Conocido localmente como Schwyzerdütsch, este idioma es una agrupación de dialectos alemánicos. Desde mi experiencia personal, puedo afirmar que, incluso dominando el alemán estándar, resulta muy difícil comprender el suizo-alemán. Los hablantes de este idioma en Suiza mantienen y valoran la rica diversidad de dialectos existentes en su comunidad, lo que implica que ni siquiera es posible hablar de una versión unificada del suizo-alemán.
El alemán suizo que se escucha en Zúrich es completamente diferente al de Basilea o al que podrías oír en las plazas de mercado de los pueblos alpinos. A diferencia de otros países, donde los dialectos a menudo son menospreciados e incluso desalentados, en Suiza se valoran y su uso se promueve en todos los niveles de la sociedad. Entonces, podrías pensar que si el alemán suizo es un idioma marcado por dialectos increíblemente difíciles de entender, debe ser complicado intentar mantener una conversación en alemán con un suizo, ¿cierto? No, para nada. Afortunadamente, no es así.
Desde muy temprana edad, los suizos aprenden el ‘alemán estándar’ (Hochdeutsch) en la escuela, lo que les permite comunicarse sin problemas con alemanes, austriacos y otros hablantes de alemán. Esta formación les facilita cambiar al alemán estándar casi automáticamente al interactuar con hablantes de alemán no suizos. Además, dado que no existe una forma escrita universal para los diversos dialectos suizos, todas las leyes, periódicos, libros y otras formas de comunicación escrita utilizan el alemán estándar. Por esta razón, la mayoría de los suizos-alemanes se refieren al alemán estándar como Schriftdeutsch, o ‘alemán escrito’. Sin embargo, incluso en esta forma escrita del alemán, se encuentran helvetismos únicos que incluyen ciertas preferencias por palabras extranjeras sobre sus equivalentes alemanas. Por ejemplo, en lugar de ‘Fahrrad‘ (bicicleta), los suizos-alemanes suelen usar la palabra francesa ‘Velo‘.
El Hochdeutsch va más allá del ámbito escrito. El alemán estándar se prefiere como medio de comunicación hablada en situaciones donde es crucial una comprensión universal, tales como debates parlamentarios, transmisiones de noticias, anuncios en el transporte público y entornos educativos. Sin embargo, los niños suizos-alemanes están comenzando a rebelarse contra esta norma, y los intentos de documentar los dialectos suizos alemanes en forma escrita están ganando popularidad en contextos informales como WhatsApp o Facebook.
Generalmente, cuanto más formal es la ocasión, más probable es que se recurra al alemán estándar, especialmente si hay hablantes de alemán presentes. En cambio, en la esfera privada y en el ambiente familiar de los suizos alemanes, los dialectos siempre son la primera opción.
Francés suizo
En la parte occidental de Suiza, el francés es el idioma predominante. Los hablantes de francés constituyen el 22% de la población total del país. Si planeas viajar a ciudades como Ginebra o Lausana, te recomiendo que comiences tus lecciones de francés en Babbel. Estos populares destinos turísticos son predominantemente francófonos.
Las diferencias entre el francés suizo y el francés estándar, como se habla en Francia, son mucho menos marcadas que las que existen entre el alemán suizo y el alemán estándar. Aunque existen algunas variaciones en el vocabulario y las expresiones, el francés suizo no presenta dificultades significativas para los hablantes de francés. De hecho, estas diferencias suelen ser percibidas como agradables por los oídos extranjeros. Por ejemplo, los estudiantes de francés apreciarán el uso de las palabras septante y nonante para setenta y noventa, respectivamente, en lugar de soixante-dix (70) o quatre-vingt-dix (90), evitando así las complicaciones numéricas que suelen confundir a los estudiantes del idioma. Es posible que la influencia del metódico suizo alemán haya jugado un papel en esta peculiaridad lingüística.
Italiano suizo
En el sur de Suiza, justo a lo largo de la frontera con Italia, reside la comunidad de italianos suizos. Con aproximadamente 673,000 hablantes, este grupo italoparlante constituye la tercera comunidad lingüística más grande del país, representando algo más del 8% de la población total de Suiza.
El italiano hablado en Suiza, al igual que el francés suizo, se entiende con facilidad por cualquier italiano o estudiante de italiano. Aunque existen dialectos locales como el Ticinese y otros de influencia lombarda, el italiano suizo es muy similar al italiano estándar. Las principales diferencias radican en los préstamos lingüísticos del alemán y francés. Por ejemplo, mientras que en Italia entrarías a una panadería y pedirías un cornetto (croissant), en la parte italiana de Suiza deberías solicitar un chifer. Además, el italiano de Suiza se distingue del estándar por la presencia de ‘calques‘, que son expresiones traducidas literalmente del francés y el alemán. Por ejemplo, la expresión suizo-italiana para ‘carnet de conducir’ es licencia de condurre, una traducción directa del francés permis de conduire, en lugar del término italiano estándar, Patente.
Romanche
Por último, el romanche, el idioma nacional más pequeño de Suiza, solo obtuvo reconocimiento oficial en 1996. Con apenas 37,000 hablantes, no es sorprendente que los viajeros internacionales a menudo pasen por alto este idioma. Sin embargo, el romanche, también conocido como grisón, es el idioma oficial del cantón sudoriental de Grisones. Allí se utiliza como lengua de gobierno y educación, y disfruta de un vigoroso uso como lengua comunitaria. La supervivencia del romanche, a pesar de la fuerte influencia del italiano y el alemán en sus áreas de habla tradicional, se debe en parte a que sus hablantes residen en las zonas más remotas y montañosas del sureste suizo. Esto ha permitido que el romanche perdure hasta el siglo XXI.
El romanche, una lengua romance, ha incorporado una significativa cantidad de vocabulario y sintaxis del alemán. Aunque su comunidad de hablantes es relativamente pequeña, existen sorprendentemente cinco dialectos del romanche que se utilizan cotidianamente. Con la iniciativa conocida como el proyecto ‘pan-romanche’, el gobierno de Grisones ha intentado establecerlo como un idioma unificado, lo que ha suscitado diversas opiniones en el ámbito local.
¿Qué tan multilingüe es la vida diaria en Suiza?
Varios cantones en Suiza, como Berna, Valais y Friburgo, son oficialmente bilingües, con el francés y el alemán como idiomas cooficiales. Además, Grisones se distingue por ser trilingüe, reconociendo el italiano, el alemán y el romanche como idiomas oficiales. No obstante, sin importar dónde te encuentres en Suiza, podrás apreciar fácilmente la rica identidad multilingüe del país.
Un ejemplo del multilingüismo en Suiza es la gran cantidad de empresas, bancos, organismos científicos y organizaciones políticas internacionales que eligen establecerse en el país, atraídos por su fuerza laboral multilingüe. Sin embargo, el multilingüismo también se manifiesta en los detalles más sutiles de la vida cotidiana. Por ejemplo, al entrar en un supermercado en las afueras de Zúrich, me encontré con carteles que advertían en alemán, francés e italiano sobre las consecuencias para los ladrones. De igual manera, si planeas viajar en tren por Suiza y esperas encontrar toda la información en inglés, necesitarás algo de paciencia: los anuncios se realizan primero en alemán, francés e italiano, y solo después en inglés.
Desde temprana edad, los suizos reciben educación multilingüe, y en la escuela, los niños deben aprender al menos otro idioma nacional, además de un idioma ‘extranjero’, que generalmente es el inglés. Aunque idealmente los niños suizos deberían familiarizarse con todos los idiomas nacionales, el fascinante multilingüismo tiende a disminuir durante la edad adulta. Como ocurre con muchos que intentan aprender un nuevo idioma, mantener la fluidez es desafiante, especialmente en un entorno donde rara vez se escuchan otros idiomas. Esta dificultad se ve agravada en un mundo donde cada comunidad lingüística tiene acceso a medios de comunicación como televisión, películas, libros y música en su idioma nativo. Además, las empresas se esfuerzan por publicitar sus productos en la mayor cantidad de idiomas posibles para asegurar que ningún consumidor se sienta excluido.
La cultura de cada región lingüística en Suiza está claramente delineada por su idioma. Descender del tren en Ginebra es como adentrarse en una típica ciudad francesa, repleta de cafeterías. En la región italiana de Ticino, las plazas y encantadoras villas italianas dominan el paisaje. Por su parte, las regiones de habla alemana cumplen con el estereotipo alpino ‘germánico’ que muchos imaginan: salchichas (Bratwurst), casas con entramados de madera y el sonido constante de cencerros.
Creo que es momento de emplear una metáfora compleja y adoptar un tono poético. Al igual que sus famosas navajas de bolsillo, Suiza es un país compuesto por diversas partes, incluyendo cuatro idiomas distintos que enriquecen su escena cultural, política y social. Estos elementos florecen con mínima interferencia del estado y de otras comunidades lingüísticas.
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Suiza es un país extraordinariamente hermoso, repleto de montañas, lagos, pueblos históricos y escenas alpinas pintorescas. Para el viajero multilingüe, este país representa un emocionante desafío, pues cada uno de sus cuatro rincones ofrece la oportunidad de explorar una rica variedad de idiomas. Visitar Suiza es la manera ideal de practicar otro idioma y también te permite sumergirte en las culturas francesa, italiana, romanche y alemana.
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