No hay mejor ejemplo del lenguaje ingenioso y folclórico mexicano que sus refranes populares. Más cuando parece haber uno diferente para cada situación de la vida… ¿Alguna vez te has preguntado de quién es la mente maestra que pudo convertir un mensaje tan simple en una frase tan elaborada? ¡Mis preferidos son el 3, el 7 y el 14! Los refranes mexicanos son frases, por lo general irónicas y simpáticas, que tienen alguna enseñanza, consejo o sabiduría popular ocultos. No se sabe exactamente de dónde surgieron, pero sí que son utilizados cotidianamente alrededor del mundo.
1. Al nopal solo se le arriman cuando tiene tunas
Habla sobre las personas convenencieras. ¿La relación con el nopal? El nopal es una planta que pasa gran parte de su tiempo descuidada y olvidada, quizá por tener un aspecto simple y muchas espinas, hasta que da frutos (tunas) y se convierte en la consentida de todos.
2. No hay que buscarle ruido al chicharrón
Se utiliza para calmar a alguien que tiende a pensar cosas negativas o buscar problemas activamente. Por ejemplo, si una persona insiste en fastidiar a alguien y le está haciendo perder la paciencia, se le dice “no le estés buscando ruido al chicharrón”. En inglés sería algo como “don’t poke the bear”.
3. Ves que el niño es pedorro y le das frijoles
Una manera un tanto única de decir: “deja de empeorar las cosas.” Los frijoles, como ya se sabe, causan flatulencias, y más cuando se le dan a alguien con cierto historial de “intestino irritable”.
4. El que nace pa’ tamal, del cielo le caen las hojas
El que es virtuoso en algo, hasta del cielo le caerán oportunidades para brillar. En pocas palabras: no se puede evadir el destino.
5. Guajolote que se sale del corral, termina en mole
Otra manera de decir: romper las reglas a veces trae serios problemas. Como al guajolote que, por escapar, lo cubrieron de mole.
6. Para todo mal, mezcal; para todo bien, también
Este es uno de los refranes mexicanos que es muy claro. El mezcal sirve para todo: aliviar penas, curar corazones y celebrar. Lo cierto es que los mexicanos solemos inventar pretextos para juntarnos y enfiestar, ¡preferentemente con mezcal!
7. Caminando y meando, pa’ no hacer charco
Esta es la forma colorida, ingeniosa y MUY mexicana de decir: deja de estar de hablador y apresúrate a cumplir todas las cosas que tanto dices que harás. Seguro ya la estás apuntando, ¿verdad?
8. El muerto y el arrimado a los tres días apestan
Una frase “muy sutil” para cuando quieras correr a alguien de tu casa. Y no hay mucho que leer entre líneas… Como dice, los arrimados o gorrones, comienzan a estorbar a los pocos días.
9. No se puede chiflar y comer pinole al mismo tiempo.
Si silbas mientras comes pinole (maíz en polvo), escupes todo. O sea que hay situaciones en la vida en las que, por más difícil que sea, debes elegir uno u otro camino. No se pueden ambos.
10. Contigo la milpa es rancho y el atole champurrado
Este refrán es para los románticos que ya se cansaron de las frases cotidianas. Quiere decir: a tu lado todo es maravilloso. ¿También lo estás anotando?
11. No hay que dejar el sarape en casa, aunque esté el sol como brasa
Una forma muy elaborada de decir: hay que ser precavidos. Precavidos en todos los aspectos de la vida, aunque este ejemplo aluda al clima. Así que ya sabes, sigue el consejo y nunca salgas sin sarape.
12. No le estés dando vuelta al malacate porque se te enredan las pitas
Pita es un tipo de agave, cuyas hojas se usan para sacar fibras que después, con ayuda de un malacate (utensilio prehispánico), se convierten en hilos. El refrán significa: no compliques más las cosas para evitar enredos.
13. El muerto al pozo y el vivo al gozo
Puede parecer uno de los refranes mexicanos de poco tacto y un tanto obscuro, pero tiene mucha verdad detrás. Se le dice a alguien que perdió a un ser querido, o está pasando por un mal rato, para recordarle que debe salir adelante y continuar con su vida.
14. Alegre el indio y le das maracas
Te lo dirán si te ven incitando a alguien a hacer algo que le gusta. Como si a un bebedor lo invitas a un bar con barra libre o a un comprador a un centro comercial.
15. A acocote nuevo, tlachiquero viejo
“Si aún eres nuevo en algo, deja que el experto lo solucione”. El tlachiquero es la persona encargada de extraer el tlachique o aguamiel del agave, con ayuda de un acocote (un fruto hueco que sirve como envase).