¿Se puede determinar realmente el “final” de la prehistoria? Numerosos científicos conectan ese acontecimiento a la aparición de los sistemas de escritura, alrededor del año 3300 a.C en Mesopotamia. Este hito histórico es, no obstante, fuertemente debatido, ya que la gran mayoría de las lenguas humanas son únicamente orales. Así, de entre los 7000 idiomas hablados actualmente en el mundo, solo se registran unos 50 tipos de sistemas de escritura.
Fue el lingüista Nicolas Tounarder, quien, con estos datos, subrayó lo poco frecuente que es la escritura en el lenguaje humano. Algunos historiadores y antropólogos denuncian que el hecho de datar el final de la prehistoria con la aparición de la escritura es una forma de etnocentrismo, ya que deja entender que las culturas que solo usan una lengua oral son, por analogía, “primitivas”. Otros contestan diciendo que es necesario marcar el principio de la historia con algún acontecimiento y que la aparición de la escritura es una fecha tan válida como otra.
Dejando este debate a un lado, aprender un idioma nuevo es más fácil si existe algún sistema de escritura. Y probablemente ya te habrás fijado en que es más sencillo aprender lenguas que usan el mismo sistema de escritura que el de nuestra propia lengua.
Los cuatro principales sistemas de escritura
La mayoría de los sistemas de escritura no se limitan a una sola estructura. El español, por ejemplo, utiliza mayoritariamente un sistema alfabético pero incluye también logogramas. Así, 1, 2, 973, &, $, *… son caracteres que simbolizan una palabra, una idea o un concepto abstracto, tal y como los caracteres chinos.
En este artículo, vamos a recorrer la clasificación propuesta por Peter T. Daniels y William Bright en 1996, en su obra de referencia The World’s Writing Systems:
- Sistemas logográficos (los caracteres chinos)
- Sistemas silábicos (los kana japoneses)
- Sistemas alfabéticos (lenguas románicas)
- Sistemas de líneas (en hangul o coreano)
Los sistemas logográficos
Un logograma es un carácter que representa una palabra en sí, como si nuestra “P” significase “Patata” o el “@” “correo retrasado”.
La gran mayoría de los caracteres chinos son logogramas. El gran diccionario de la lengua china, publicado en 2014, registra más de 55 000 logogramas. Un número que deja entrever las dificultades que puede suponer aprender una lengua como el chino. De hecho, incluso los grandes intelectuales chinos no dominan su idioma perfectamente: recuerda que hay que memorizar cada signo, cada dibujo, y ser capaz de reproducirlo perfectamente. ¡Una simple y mínima variación puede cambiar por completo el significado de un logograma!
En estos sistemas, dominar la gramática es también una necesidad: así, a pesar de que el japonés utiliza también logogramas en su sistema de escritura, un nipón no podrá entender una novela escrita en chino si no tiene unos conocimientos básicos de las reglas gramaticales de este idioma, incluso cuando los logogramas representan palabras idénticas en ambas lenguas.
También se puede utilizar el concepto de escritura logográfica para designar los emojis y smileys como :), ;), o ^^, que transcienden las fronteras lingüísticas para plasmar emociones humanas. Finalmente, lenguas como el francés, el inglés o el español usan también elementos logográficos, como por ejemplo el et (&).
Principales sistemas de escritura logográficos
- escritura china, usada también en Japón (kanji)
- escritura en huesos oraculares (en la China antigua)
- la escritura tangut (ídem)
- escritura en el Antiguo Egipto (jeroglíficos)
- escritura maya
- escritura hitita
- escrituras cuneiformes (sumerio, acadio)
Los sistemas silábicos
Acabamos de ver que en los sistemas logográficos un símbolo corresponde a una palabra. En un sistema silábico, un carácter corresponde a una sílaba y, por lo tanto, varias sílabas a una palabra. A diferencia de los sistemas alfabéticos, los caracteres que representan los sonidos ka, ko, ke, ku no siempre comparten un rasgo común que simbolice la “k”.
La escritura silábica está perfectamente adaptada a una lengua como el japonés (hiragana y katakana), que solo cuenta con unas 100 sílabas. En cambio, un sistema de este tipo sería muy poco viable y muy complejo para el inglés, ¡ya que tendría entre 15 000 y 16 000 matices diferentes! Así pues, el uso de un sistema alfabético es, en este caso, más adecuado y simple.
La gran diferencia entre un sistema silábico y un sistema alfabético (cf. párrafo siguiente) son las unidades mínimas que representan: por un lado, sílabas, y por otro, fonemas. Para entenderlo mejor, observemos los ejemplos siguientes:
- en la palabra « sombrero », las sílabas son tres: “som”, “bre” y “ro”
- y los fonemas (sonidos) son 8: “s” “o” “m” “b” “r” “e” “r” “o”
Una sílaba es un conjunto de fonemas, mientras que un fonema es la unidad fónica (oral) más pequeña en la que se puede dividir una palabra. En algunos casos, un fonema puede ser representado por distintos signos, como es frecuente en inglés o francés.
Los sistemas alfabéticos
Estos sistemas son los que mejor conocemos y más familiares nos resultan. En ellos, el alfabeto se compone de un conjunto de símbolos (letras) que representan un fonema de la lengua hablada.
Pese a que la palabra “alfabeto” tiene su origen en los dos primeros signos del alfabeto griego (alpha y beta), el primer tipo de abecedario desarrollado fue el abjad, un sistema compuesto únicamente de símbolos para consonantes. Se trata así de un sistema dicho “consonántico”, como los que usan el árabe o el hebreo.
Los sistemas consonánticos (abjad)
Todos los alfabetos consonánticos documentados hasta ahora se escriben de derecha a izquierda, exceptuando el antiguo abecedario ugarítico. La mayor diferencia entre los sistemas consonánticos y los demás sistemas alfabéticos es la posición de las vocales.
Así, las vocales no siempre son representadas gráficamente y hay que adivinar, a partir de la fonología, el sentido que se le da a una palabra. En Wikipedia, se puede encontrar el siguiente ejemplo:
- « ذ ب ح » es una raíz “semítica” que significa sacrificar, matar. Las tres consonantes que componen esta raíz se pronuncian “ Dh”, “ B” y “Ḥ ”.
- A partir de esta raíz, se añaden diferentes vocales, implícitas o explícitas, para crear diferentes palabras, que comparten todas las mismas consonantes:
ذَبَحَ dhabaḥa : mató
ذَبَحْتَ dhabaḥta : mataste
يُذَبِّحُ yudhabbiḥu : mata
مَذْبَح madhbaḥ : el matadero
Los sistemas alfasilábicos (abugida)
Otro tipo de sistema alfabético es el “abugida”. En este caso, los símbolos consonánticos están asociados a una vocal inherente, que, sin embargo, se puede modificar o anular añadiendo un signo vocálico.
Dicho de otra manera, el elemento central de los sistemas alfasilábicos son las consonantes. En la lengua khmer, por ejemplo, hay 33 símbolos, siendo los cinco primeros : ក, ខ, គ, ឃ, ង (pronunciados kâ, khâ, kô, khô, ngô). A estas consonantes se añaden vocales para formar diferentes palabras pero no existe, como en los sistemas abjad, una “raíz semítica”.
La gran diferencia con respecto a los alfabetos latinos es que las vocales no existen independientemente de las consonantes. Así, en khmer, la primera vocal ា, solo existe si aparece con una consonante en el lugar señalado por el círculo: : កា, ខា, etc. De hecho, cuando se escribe una vocal con un teclado khmer, siempre aparece este pequeño círculo vacío: ៀ, េ …
Ejemplos de lenguas que usan un sistema alfasilábico:
- escritura devanagari (hindí, nepalés, sánscrito…)
- el khmer (y el thai, basado en este)
- el birmano
- el javanés y balinés
- el inuktitut o inuit
- la escritura etíope (idioma ge’ez)
Los sistemas de trazos
El último gran sistema de escritura es el de trazos, cuyo único representante es el idioma hangul o coreano, utilizado tanto al norte como al sur del paralelo 38.
Su historia es bastante peculiar, ya que el hangul fue inventado de A a Z, en 1443, por el monarca Sejong el Grande, con el fin de promover la alfabetización del pueblo, sobre todo de las mujeres. El hangul fue prohibido entre 1504 y 1894, después de que el sucesor del rey Sejong fuese ridiculizado y criticado en este idioma. Sin embargo, este sistema de escritura siguió siendo utilizado durante cuatro siglos en la redacción de novelas femeninas.
Como el esperanto o el lobjan, el hangul es un sistema racional, creado artificialmente por científicos. En el caso concreto de Corea, el hangul sustituyó los caracteres chinos usados hasta entonces. Muchos afirman que se trata del sistema de escritura más lógico del mundo, dado que fue concebido y desarrollado para alfabetizar al máximo número de personas. El hangul cuenta con 14 consonantes (ㄱ, ㄴ, ㄷ…) y 10 vocales de base (ㅏ, ㅓ…), es decir, dos caracteres menos que el abecedario latino, que cuenta con 26 letras. Como en español, la combinación de estas consonantes y vocales permite formar distintas palabras.