Cifras, cantos y cultos: los lenguajes de las sociedades secretas

Sghr hr z rdbqds bncd.

Esta frase puede parecer una tontería, pero en realidad es un mensaje oculto que se puede resolver utilizando un simple cifrado de cambio (o cifrado César). En este ejemplo, todas las letras se han desplazado un lugar a la izquierda, por lo que para descodificar el mensaje, solo tienes que desplazar cada letra a la derecha. Así, “s” se convierte en “t”, “g” se convierte en “h”, y así sucesivamente.

Si eres un friki de los idiomas como nosotros, seguramente lo diste todo en ese pequeño ejercicio.  ¿Lograste descifrarlo? ¡Muy bien! Sghr hr z rdbqds bncd significa: “Esto es un código secreto”.

A los seres humanos siempre nos han fascinado los códigos secretos y aquellos misterios que no son tan fáciles de resolver. Las sociedades secretas son frecuentemente el tema central de libros, películas y programas de televisión. Desde las aventuras en la serie La búsqueda a las novelas de Dan Brown, pasando por el argot utilizado en La naranja mecánica hasta el lenguaje extraterrestre en La llegada, estas formas secretas de comunicación han logrado convertir a la lingüística en el centro de atención.

Ahora bien, estas situaciones ficticias no surgieron de la nada. Todas estas series, libros y películas han sido inspiradas por los lenguajes y códigos secretos utilizados a lo largo de la historia por sociedades secretas, grupos marginados e incluso cultos. A veces sus motivos eran nobles, pero en otros casos, jugaban maquinaciones más siniestras.

Descifrando los códigos de las sociedades secretas

Una sociedad secreta es una organización o club cuyas actividades, y con frecuencia su existencia, están ocultas a personas externas. A veces, la membresía implica un código de vestimenta específico, ciertos comportamientos (o reglas muy estrictas) y un voto de secreto. Y con el secreto viene la necesidad de una forma clandestina de comunicación, a saber, un código secreto.

Quizás la sociedad “secreta” más conocida sea la masonería. Originarios de los gremios de canteros de la Edad Media, los masones son la sociedad secreta más grande del mundo (aunque su organización no necesariamente se consideran un secreto). Las logias masónicas (capítulos locales de la organización) a menudo usan lo que se conoce como cifrado francmasón o pigpen para codificar sus mensajes. El cifrado utiliza una cuadrícula simple con puntos, de modo que cada letra del alfabeto se corresponde con un símbolo específico. Un ejemplo del cifrado estándar francmasón sería:

Cada letra es reemplazada por el símbolo correspondiente en el cifrado, por lo que la “E” se escribiría como un cuadrado y la “N” se escribiría como un cuadrado con un punto en el centro. Por ejemplo, la palabra “hola” en inglés se cifra de la siguiente manera:

Otra sociedad secreta que creó un propio método de cifrado para encriptar mensajes secretos fue la Gran Sociedad Iluminada de Oculistas, una rama alemana de los masones del siglo XVIII. Los Oculistas crearon su propio cifrado, que llegó a conocerse como el código de Copiale. Te recomiendo que leas la fascinante historia de los expertos en escritura y lingüistas forenses que utilizaron la traducción automática para descifrar este código antiguo.

La privacidad y los idiomas secretos

Los cantos, también conocidos como argots o antidiomas, son idiomas, colecciones de palabras, frases o argot que usan las personas que buscan o necesitan discreción. Es posible que hayas oído hablar del Thieves ’cant (el canto del ladrón) una jerga secreta utilizada por los delincuentes en Gran Bretaña en el siglo XVII para comunicarse sin ser detectados por la policía. Muchas de sus palabras utilizadas lograron colarse en el léxico del inglés moderno, incluyendo shoplifter (ladrón de tiendas), sham (farsa), rat (“rata” en el sentido de informante) y rascal (bribón).

Luego tenemos también al polari, un canto hablado por la comunidad gay en Inglaterra en los siglos XIX y XX para protegerse de la persecución por parte de la policía y la sociedad en general. En polari, bona significaba “bueno”, dolly significaba “bonito” y drag significaba “ropa”, cuyo uso se extendió hasta la modernidad en el término drag queen.

El uso del lenguaje para influir y controlar

La mayoría nos sentimos fascinados por las historias sobre cultos y sectas secretas. Hay algo sobre lo selecto, secreto y sus dinámicas de poder que nos intriga e incluso nos asusta. Sin embargo, para liderar un culto se necesita algo muy importante: la habilidad para usar el lenguaje y, a través de él, influir y, a menudo, controlar a sus seguidores. Si bien esto puede significar simplemente hablar de una manera persuasiva y poderosa para lavar el cerebro de los seguidores, en algunos casos, va más allá de eso.