Consejos para elegir un colegio bilingüe: ayuda a tus hijos a elegir un idioma extranjero

Ayudar a nuestros hijos a elegir un idioma extranjero en la escuela no siempre es tarea fácil. Aparte del inglés, cuyo aprendizaje resulta hoy indispensable, ¿qué otros idiomas pueden ser útiles para el futuro de nuestros hijos?
Elegir un colegio bilingüe

Ilustrado por Ginnie Hsu

En la mayoría de los países de habla hispana se introduce un segundo idioma extranjero en secundaria o incluso a veces ya en primaria. El inglés es la primera lengua extranjera en la mayoría de los sistemas educativos y su aprendizaje es obligatorio, ¿pero qué otras lenguas se ofertan? ¿Y cómo puedes ayudar a tus hijos a elegir su segundo idioma extranjero? Si bien los sistemas educativos difieren de un país hispano a otro, tres son los segundos idiomas más frecuentes: el francés, el portugués y el alemán. Algunos establecimientos también proponen a sus escolares aprender italiano o incluso lenguas menos frecuentes como el ruso, el chino mandarín o el árabe.

A la hora de tomar esta decisión tan importante, la regla de oro es no dejarse llevar por prejuicios acerca del aprendizaje de lenguas, del tipo “a mis hijos se le dan muy mal los idiomas” o “las lenguas no están hechas para él”. Para cualquier persona, el aprendizaje de un idioma puede convertirse en algo fascinante, siempre y cuando se tenga interés por la cultura. Así, cada niño o adolescente encontrará un idioma hecho para él. A continuación te presento una pequeña guía para elegir el idioma que mejor se adapte a los gustos y a las necesidades de tus hijos.

El francés: el segundo idioma extranjero más frecuente pero más cuestionado

Antes de ser destronado por el inglés, el francés era el idioma de mayor resonancia internacional y el primer idioma extranjero en las aulas hispanas. Pese a haber sido relegado al rango de segundo idioma extranjero, el francés se sigue impartiendo en la mayoría de los establecimientos de secundaria del ámbito hispano. Sin embargo, dada su pérdida de importancia a nivel internacional, cada vez son más las voces que cuestionan la necesidad y/o la utilidad de su aprendizaje, sobre todo frente a otros idiomas como el alemán o el portugués.

La supuesta facilidad con la cual los hispanohablantes aprenden francés, y a la que se alude con frecuencia, es relativa. Si bien ambos idiomas comparten una gran parte de su léxico y de su sistema verbal, la pronunciación y la ortografía pueden resultar particularmente difíciles, sobre todo para quienes están acostumbrados a tener una correspondencia entre sonido y grafía, como en español.

Nuestro consejo: si tus hijos quieren concentrarse en el aprendizaje del inglés y simplemente desean adquirir las bases de otro idioma, entonces el francés puede ser una muy buena elección.

El portugués: el idioma extranjero en crecimiento

En las últimas dos décadas, el idioma portugués ha ganado terreno en las aulas de secundaria de los establecimientos del mundo hispano, sobre todo en aquellas regiones próximas a Brasil o a Portugal, como el noreste de Argentina o la Comunidad Autónoma de Extremadura. Así, la situación geográfica y la intensidad de los intercambios económicos con los países lusófonos determina, en buena medida, la inclusión del portugués en los programas escolares, así como la variedad enseñada.

El éxito del portugués en los últimos años se debe ante todo al crecimiento económico de Brasil, pero cabe señalar también que este idioma es oficial en varios países africanos y que cuenta con un total de 215 millones de locutores nativos. Otro punto a favor es su proximidad con el español, ya que ambas lenguas son iberorromances y comparten gran parte de su léxico y numerosos rasgos gramaticales.

Nuestro consejo: si tus hijos quieren aprender un idioma con gran potencial, que podrán utilizar rápidamente y sin demasiadas dificultades, ¡entonces el portugués es el candidato perfecto!

El alemán: el idioma extranjero malquerido

Dada su mala fama, varios van a ser los argumentos que tendremos que aportar en defensa del alemán. Este idioma es tildado de feo, difícil y a priori de menos utilidad si se compara con las oportunidades que ofrecen a nivel mundial el francés o el portugués. No obstante, no existe rival más fuerte frente a esos dos idiomas que la lengua de Goethe.

Seamos sinceros, unas vacaciones en la Costa Azul francesa, el Algarve o São Paulo son más tentadoras que una estadía en Alemania. ¿Pero acaso es realmente necesario aprender francés o portugués durante años solo para irse de vacaciones a la ciudad del amor o tostarse al sol en los arenales de Brasil e intercambiar un par de palabras con unos comerciantes locales que quizás incluso sepan español?

¡Sí, pero el portugués y el francés son idiomas con futuro!”, podrían objetar ciertos padres ambiciosos, sensibles al crecimiento económico de Brasil y de los países africanos francófonos. Es ciertamente un argumento de peso: fuera de Alemania, Austria, una parte de Suiza, Luxemburgo, Liechtenstein y un par de pueblos de Bélgica, las oportunidades de hablar alemán son más bien pocas. Sin embargo, dado el peso político y económico de Alemania en Europa, el alemán es la lengua del presente y del futuro europeo.

En efecto, mientras numerosos economistas londinenses temen las consecuencias del Brexit, Fráncfort, sede del Banco Central Europeo, sueña ya con convertirse en la nueva capital económica y financiera de Europa. Así, en el contexto europeo, hablar alemán podría asegurarle un futuro brillante a tus hijos. Porque aprender portugués pensando en el crecimiento económico de Brasil o francés en el futuro de los países africanos francófonos es un poco como aprender inglés para irse a Nueva Zelanda. ¿Cuántos alumnos españoles que aprenden francés o portugués acabarán realmente pisando Brasil o África? Al contrario, ¿cuántos de esos alumnos tendrán que irse algún día a Alemania para seguir formándose o incluso trabajar? Alemania no es un vecino directo de España, pero sí un país con el que mantiene excelentes relaciones. El futuro de tus hijos probablemente se juegue en Europa, y en ese continente, hay 100 millones de hablantes de alemán, frente a 80 millones de locutores de francés y 10 millones de portugués.

Nuestro consejo: si a tus hijos le gusta aprender idiomas, no suelen elegir el camino más fácil y podrían plantearse una carrera profesional en el extranjero, ¡entonces el alemán es sin duda alguna la lengua perfecta!

El italiano: un segundo idioma discreto

Para los hispanohablantes, aprender una lengua romance resulta una elección fácil. Sin embargo, salvo algunas excepciones, como en Argentina, el francés suele eclipsar al italiano. Si uno solo atiende a números, entonces no cabe duda: el francés cuenta con unos 100 millones de locutores nativos frente a los 70 millones del italiano. Pero los números no lo son todo… El francés es la segunda lengua extranjera más estudiada en los países hispanos, mientras que los locutores de italiano suelen ser menos frecuentes. Aprender italiano puede suponer, sin grandes esfuerzos, un rasgo distintivo. Además, una vez tu hijo haya adquirido el italiano, ¡le resultará mucho más fácil entender e incluso aprender francés o portugués!

Nuestro consejo: el italiano, una alternativa al francés o al portugués a la que priorizar cuando sea posible.

Idiomas menos frecuentes que marcan la diferencia

Chino mandarín, ruso, árabe… existe una multitud de otros idiomas enseñados en secundaria, aunque estos sean menos frecuentes que los acabamos de citar. Si a tus hijos se le presenta la ocasión de estudiar uno de estos idiomas “exóticos”, debería aprovecharla sin dudarlo.

Por supuesto, también pueden entrar en cuenta motivos personales. Así, si tienes orígenes chinos, rusos o magrebíes pero no dominas bien el idioma, les darás a tus hijos la oportunidad de reconectar con sus raíces. En todo caso, un idioma menos frecuente les dará a tus hijos una ventaja indiscutible. En países en los que un nivel correcto de fluidez en inglés no siempre se alcanza, el aprendizaje del ruso o del japonés puede sorprender y suponer oportunidades interesantes.

Nuestro consejo: una lengua menos frecuente puede ser una decisión inteligente y distintiva, que ayudará a tus hijos en su futuro tanto profesional como personal.

Ya tienes en mano una serie de argumentos para hablar con tus hijos sobre la elección de su segundo idioma extranjero. Pero recuerda: ¡se trata de una decisión muy importante, en la que el factor de más peso debe ser la motivación de los futuros estudiantes!

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