Desarrollo personal: crecer gracias al aprendizaje de lenguas extranjeras

Numerosos estudios han demostrado que hablar en otro idioma cambia nuestra personalidad. ¿Es el aprendizaje de idiomas la clave del desarrollo personal?
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¿Te has sentido alguna vez más vulgar y grosero o, por lo contrario, más amable y abierto al hablar en otro idioma? ¡Es completamente normal! De hecho, son varios los estudios que confirman que el aprendizaje de una nueva lengua puede cambiar el comportamiento que tenemos hacia los demás o… ¡hacia nosotros mismos! ¿En qué medida el aprendizaje de un idioma puede convertirse en una ventaja para nuestro desarrollo personal? ¡Te lo explicamos en este artículo!

Varios estudios han demostrado que el aprendizaje de un idioma extranjero puede cambiar nuestra personalidad

Los investigadores son unánimes: el aprendizaje de una lengua genera un cambio en la personalidad de los aprendientes. Los primeros estudios sobre el tema fueron realizados en los años 60 por la psicolingüista Susan Ervin-Tripp, pionera en el estudio de la psicología y el desarrollo del lenguaje en personas bilingües. Susan Ervin-Trip llevó a cabo sus primeros trabajos experimentales con adultos bilingües. Su objetivo era comprobar si el contenido del discurso de personas bilingües varía según la lengua en la que hablan.

En 1968, Susan Ervin-Trip eligió como sujetos a mujeres japonesas que vivían en San Francisco y estaban casadas con estadounidenses. Aisladas del resto de la comunidad japonesa residente en EE.UU., estas mujeres tenían muy pocas oportunidades de hablar en su lengua materna. El cuestionario preparado por Susan Ervin-Trip incluía la siguiente pregunta: « cuando mis deseos difieren de los de mi familia, siento… ». Al hablar en japonés, las participantes subrayaron sobre todo un sentimiento de «gran infelicidad», mientras que lo expresado en inglés resultó ser diametralmente distinto: los sujetos recalcaron entonces la sensación de libertad y de «poder hacer lo que una quiere».

¿Simple coincidencia? Tal vez no: Michele Koven, quien estudió en 1998 a adultos parisinos que habían emigrado a Portugal, observó diferencias similares a las identificadas por Ervin-Tripp. En este estudio Koven les pidió a los sujetos que contasen determinadas experiencias personales en francés y portugués. Los resultados apuntaron hacia cambios de carácter significativos. Así, las participantes femeninas se mostraron más propensas a defender sus ideas en sus relatos en francés, mientras que estaban abiertas a hacer más concesiones cuando hablaban en portugués.

Y eso no es todo: el estudio también mostró que la personalidad de los sujetos variaba según el idioma usado. Michele Koven pidió a los participantes que se definieran en ambos idiomas. Una de las participantes se describió a sí misma como una «habitante de los suburbios enfadada» al hablar en francés, mientras que en portugués se retrató como una «clienta de banco frustrada pero educada y paciente, que no quiere llamar la atención por ser inmigrante».

¿Qué conclusiones se pueden sacar de estos dos estudios? Es sencillo: para poder expresar sus ideas con la mayor precisión posible en una lengua extranjera, es fundamental adquirir y emplear un vocabulario preciso y variado. Por ello, el método Babbel se basa en ejercicios de conversación que se adaptan perfectamente a los diferentes contextos de aprendizaje.

¿Por qué elegir el método Babbel? No sólo te resultará fácil hacerle un hueco al aprendizaje de un idioma en tu agenda, sino que entre los temas de las diferentes lecciones encontrarás aquellos que se corresponden con tus intereses. Desarrollados por expertos en lingüística y multilingüismo, los cursos de Babbel están diseñados para ayudarte a ampliar tu vocabulario y tus habilidades lingüísticas, atendiendo a tus objetivos personales. Es una excelente manera de fortalecer tu desarrollo personal y crecer, ¿no crees?

Sin embargo, aunque estos estudios muestran resultados interesantes y significativos, estos deben ser interpretados con precaución. Ninguno de estos trabajos tuvo en cuenta el contexto en el que se aprendieron las lenguas de los sujetos, ni las diferencias intrínsecas entre cada uno de los idiomas.

Combinar desarrollo personal y aprendizaje

El contexto en el que se aprende una lengua es crucial para entender la percepción de la misma y, por tanto, el sentimiento positivo o negativo que se desprende de ella. Así, aprender una nueva lengua para viajar, para estudiar o por motivos profesionales no generará los mismos sentimientos o la misma percepción en los aprendientes y estos no tendrán la misma facilidad para adquirir el idioma. Por ejemplo, si el idioma viene impuesto es muy probable que sea percibido de manera negativo e incluso cause un bloqueo en el aprendiente.

El periodista estadounidense Robert Lane Greene puso de manifiesto el hecho de que los bilingües asocian una lengua extranjera con un contexto específico y, en particular, con experiencias emocionales concretas. A su vez, estas experiencias influyen directamente en lo que sentimos.

Por eso, el método Babbel se basa en lecciones de 15 minutos, centradas en ejercicios de conversación que se adaptan perfectamente a diferentes contextos de aprendizaje. No sólo te resultará fácil hacerle un hueco al aprendizaje de un idioma en tu agenda, sino que entre los temas de las diferentes lecciones encontrarás aquellos que se corresponden con tus intereses. ¡Una ventaja indiscutible para tu desarrollo personal!

La lengua que hablamos influye en nuestra visión del mundo

Si, como hemos visto, el contexto de aprendizaje desempeña un papel importante, ¿qué ocurre con las personas que ya han aprendido un idioma? El caso de las personas plurilingües es especialmente interesante: de hecho, muchas investigaciones apuntan a que los políglotas se desarrollan personalmente en mayor o menor medida según la lengua que emplean. Varios estudios demuestran que la estructura de una lengua puede modificar e incluso influir en nuestra forma de pensar, de reflexionar… y, por tanto, de desarrollarnos como personas.

Wilhelm von Humboldt, quien fue ministro de Estado prusiano y fundó la nueva Universidad de Berlín, es hoy conocido por sus trabajos antropológicos, cuyo objetivo era identificar lo que caracteriza a las diferentes naciones del mundo. La lengua era entonces vista como un elemento clave en la descripción de una comunidad: según Humboldt, las lenguas transmiten una visión del mundo propia de cada comunidad. Humboldt considera pues que nuestra visión del mundo es un reflejo de nuestra lengua y cultura. Por consiguiente, hablar una segunda lengua cambia nuestra perspectiva y nos permite ver nuestro entorno desde una nueva perspectiva.

Otros estudios, como el llevado a cabo sobre relatividad lingüística por Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf en la década de 1950, demostraron una fuerte relación entre la lengua y una determinada visión del mundo. Según estos dos lingüistas estadounidenses, cada cultura da lugar a un universo único que se expresa a través de la lengua. Así, cada comunidad lingüística tiene su propia visión del mundo.

Crecer como persona, descubriendo una nueva versión de ti mismo

Vistos desde la perspectiva del aprendizaje de idiomas, estos diferentes estudios apuntan hacia el hecho de que el plurilingüismo y el desarrollo personal están vinculados. Son varios los factores que explican la sensación de ser «otra persona» al hablar una lengua extranjera:

  • Diferencia en el dominio de la lengua: según el nivel de dominio del idioma, nos podemos expresar mejor sobre un abanico más amplio de temas o incluso hablar de nuestros sentimientos, emplear la ironía o hacer bromas.
  • Diferencia cultural: aprender una lengua extranjera significa conocer y aproximarse a una cultura extranjera. Los bilingües con el mismo nivel en dos o más lenguas, desarrollan sentimientos distintos a los de la lengua materna.
  • Diferencias lingüísticas: cada idioma tiene su gramática y sintaxis, lo que le confiere a sus hablantes una forma característica de expresarse.

Estos diferentes factores influyen en nuestra personalidad porque nos ofrecen la posibilidad de pensar en una lengua diferente a nuestro idioma materno, que a su vez esconde una cultura única. Cada idioma es una forma diferente de percibir e interpretar el mundo que nos rodea y, por lo tanto, una posibilidad única de desarrollarse. ¿A qué esperas para aprender un nuevo idioma con Babbel?


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