¿Qué idiomas existían antes de la colonización de América y cuáles lograron sobrevivir?

Demos un vistazo al proceso de colonización en América para entender la extensión de algunos idiomas europeos y la influencia de las lenguas nativas en los idiomas contemporáneos.
colonización de América

Ilustraciones por Louise Mézel

Para mí, referirse a Europa como el Viejo Mundo y a América como el Nuevo Mundo es una forma subjetiva de otorgarle autoridad e historia a un “mundo” y negársela a otro. Mientras en Europa la narrativa de la colonización en América menciona a varias culturas y habla de diferentes pueblos, invasiones y civilizaciones que ayudaron a cimentarse entre sí; en Estados Unidos únicamente se habla de colonizadores europeos, (ignorando completamente a los vikingos), y de pueblos nativos, es decir, de miles de culturas y lenguas agrupadas indiscriminadamente.

Ahora bien, ¿qué se puede decir de los idiomas y de las culturas que prosperaron en América antes de que los europeos impusieran su voluntad imperial colectiva y de que el español, el inglés y el portugués se convirtieran en los tres idiomas predominantes?

La llegada del español

La llegada del español

Una misión de fe

Las estimaciones sobre el número de habitantes y lenguas existentes en el continente americano antes del primer contacto europeo son inciertas. Hay quienes aseguran que en lo que hoy es México y Centroamérica se ubicaban 5 millones de personas y que hablaban unos 300 idiomas diferentes. También se ha especulado que en Sudamérica y en las Indias Occidentales unos 9 millones de nativos hablaban más de 1400 idiomas.

Lo que sí está comprobado es que la región de Mesoamérica se extendía desde Centroamérica hasta el sudoeste de los Estados Unidos y sus pueblos compartían una cultura similar, incluyendo la arquitectura, las mismas formas de escritura pictográfica y jeroglífica, los tejidos de algodón y una dieta parecida compuesta principalmente de maíz y frijoles. El comercio era común y extenso, y la sociedad se dividía en agricultores (es decir, la mayoría de la población) y en la jerarquía, que incluía a los sacerdotes, guerreros y mercaderes.

La consolidación del poder de la reina Isabel y del rey Fernando en Europa estaba íntimamente ligada a dos elementos: el idioma y la fe. Con el poder divino conferido a través del Papa, el castellano se convirtió en la herramienta clave para evangelizar y convertir a otros pueblos.

Las lenguas imperialistas de Mesoamérica

Curiosamente, este acercamiento imperialista a la lengua ya se apreciaba desde antes de la llegada de los españoles. Como parte de una estrategia de control y dominación, el imperio azteca, extendido entonces a lo largo de México y América Central, impuso el huatl como idioma oficial. El náhuatl es un idioma aglutinante que permite añadir prefijos y sufijos a las palabras y posibilita la creación de otras nuevas. Términos como aguacate, chili, chocolate, coyote, peyote y tomate se derivan del idioma de los aztecas. Hoy día, aproximadamente 1,5 millones de personas hablan diferentes variantes del náhuatl, ubicadas, en su mayoría, en el centro de México.

El imperio inca también aplicó la misma política imperialista antes de Pizarro, obligando a todos sus súbditos a hablar y entender quechua bajo la amenaza de castigo. La evolución demográfica del idioma está conectada con los colonizadores europeos. Poco después de su llegada, los españoles se dieron cuenta de que enseñar el castellano no solo era difícil, sino que tampoco fomentaba la fe católica en sus alumnos.

Como consecuencia, los misioneros y colonizadores empezaron a acudir a intérpretes locales para comunicarse con los lugareños, principalmente bajo coacción (es decir, los secuestraban), para que aprendieran el idioma y propagaran el uso de “una lengua nativa privilegiada” que sirviera para evangelizar a la población. En el siglo XVIII se prohibió oficialmente hablar quechua en los territorios conquistados. Sin embargo, palabras como Andes, cóndor, llama, puma y alpaca se integraron al español y, posteriormente, incluso al inglés. Actualmente, 8 millones de personas hablan quechua y su influencia en la sintaxis española de algunas regiones es innegable.

La llegada del portugués

La llegada del portugués

El portugués llegó a América en el año 1500, ocho años después de Colón, cuando Pedro Álvares Cabral pisó tierra en lo que actualmente conocemos como Brasil. Su primer contacto con los nativos fue con la población costera tupis. La llegada progresiva de mujeres y familias europeas promovió el predominio del portugués y la extinción de las lenguas nativas. Dos de los idiomas documentados por los portugueses durante la colonia fueron el tupinambá, hablado por los tupis, y el kiriri, hablado originalmente en el norte de Bahía y alrededor del río São Francisco.

El tupinambá se usó para nombrar muchos lugares y localidades en el territorio recién descubierto. Palabras como Abacaxi (piña), mandioca (harina de yuca), caju (anacardos), tatu (armadillo) y piranha (piraña) se instalaron en Brasil y algunas de ellas incluso cruzaron el atlántico.

Los idiomas muertos

Aunque hay intentos de revivirlo e incluso cursos en línea para aprenderlo, el tupinambá está oficialmente extinto. De las 1300 lenguas indígenas brasileñas que existían previas a la colonización de América, hoy día solo quedan 300. Ahora bien, esto no quiere decir que ningún idioma o tribu haya sobrevivido a la colonización. Actualmente, hay aproximadamente 350 000 nativos viviendo en comunidades indígenas y más de 192 000 que viven en centros urbanos.

La llegada del inglés

La llegada del inglés

Los primeros encuentros con los peregrinos que desembarcaron en Cape Cod en 1620 fueron muy tensos. Mientras el miedo reinaba en el ambiente, dos nativos se encargaron de servir como mediadores: Samoset y Squanto.

Samoset, miembro de la tribu Abnaki, entabló amistad con los peregrinos de su colonia, contando que fue secuestrado por los exploradores y llevado a Inglaterra, donde aprendió inglés. Samoset era un indio Patuxet, que en 1614 fue capturado por los ingleses y llevado a España para ser vendido como esclavo, que finalmente logró escapar a Inglaterra y aprendió el idioma.

Idiomas antiguos para una nueva generación

La familia de idiomas sioux incluye tres dialectos, uno de ellos es el lakota. Solo 2000 personas lo hablan actualmente. Sus hablantes, que tienen en promedio 65 años, se ubican en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska. Como la mayoría de las lenguas nativas estadounidenses, este se habla en las reservas.

La familia de idiomas salish es muy numerosa. Extendidas desde el oeste de Montana hasta la costa del pacífico y hacia el norte hasta la Columbia Británica en Canadá, 47 tribus hablan 27 dialectos diferentes de salish. La comunidad más grande de habla salish está compuesta por las tribus confederadas Salish y Kootenai en la reserva de Flathead en el noroeste de Montana y tiene menos de cincuenta hablantes.

En los últimos años se ha despertado un interés por revivir esta familia de idiomas, especialmente porque la mayoría de sus hablantes está por encima de los 50 años y el tiempo no está de su lado. No obstante, con el propósito de nutrir a una nueva generación de hablantes, instituciones como la escuela Nkwsm en Arlee, Montana, están trabajando en un plan de estudios regular en el que asignaturas como matemáticas, ciencias sociales y ciencias son enseñadas en salish.

Otras culturas han sido más afortunadas y han logrado mantener sus tradiciones. El navajo pertenece a la familia Athabaskan, incluye 44 idiomas y es hablado por 170 000 personas en regiones discontinuas incluyendo la costa del Pacífico, el suroeste de los Estados Unidos, el noroeste de Canadá y el interior de Alaska. Instituciones como la Universidad Técnica de Navajo, el Instituto de Artes Indias Americanas y las universidades estatales de Arizona y New Mexico enseñan navajo como idioma. ¡El impacto cultural de esta lengua ha llevado a que Star Wars sea doblada al navajo!

El futuro de las lenguas americanas

¿La dominación es una parte inevitable del intercambio cultural? ¿Son el celo religioso y la avaricia económica los únicos motores del desarrollo humano y de la curiosidad? ¿Qué papel desempeñan los idiomas en nuestra percepción de la historia, especialmente cuando ciertos idiomas y culturas no reconocen la “historia” del mismo modo en el que la definimos los occidentales?

Desmitificando al “noble salvaje”

Sydney Possuelo exploró Brasil e investigó comunidades nativas durante toda su vida. Su intención inicial, típica de mediados del siglo XX, era incluir a los pueblos nativos en lo que sus contemporáneos llamaron “la hermandad de los hombres”, reconociéndolos como iguales en el estatus social y en sus derechos, buscando su completa y justa integración en la sociedad.

Gradualmente, Possuelo convirtió su punto de vista inclusivista en una sutil evaluación del equilibrio de poder. Muchas tribus vieron a sus miembros ser erradicados por epidemias y otras enfermedades europeas ajenas a sus sistemas inmunológicos. Otros grupos se retiraron al bosque y rechazaron cualquier conexión con extraños. Actualmente, personas como Possuelo han unido fuerzas con otros nativos y no nativos brasileños y del resto de América para defender la supervivencia y el bienestar de los pueblos nativos.

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