Excéntrica pero no estrambótica, extraña pero no insólita, exagerada pero no esperpéntica. Así es la equis, una de las letras más sexys de nuestro alfabeto.
Una de las letras menos utilizadas de nuestro idioma —por usarse, no se usa ni para definir su propio nombre—, la equis es la estrella indiscutible de las matemáticas, la reina de las fórmulas, las ecuaciones y las incógnitas. Eso sí, ten en cuenta que si hay que enumerar sus virtudes, ella preferirá hacerlo con números romanos (y por supuesto, su número favorito es el 10).
A la equis le gustan especialmente los miércoles y hay que reconocer que es una letra cinéfila, aunque las películas que define no son para todos los públicos. Pero es que además la equis nombra un tipo de rayos que desnuda nuestro esqueleto y deja ver todas nuestras fracturas.
Pero aún no te hemos contado lo más interesante de esta letra, lo que la convierte en una excéntrica excepción de nuestro idioma: ¡La equis puede pronunciarse de cuatro maneras diferentes! Y en un idioma como el nuestro, en el que tanto nos gusta presumir de que todo se pronuncia exactamente igual que se escribe, esta característica no deja de ser un verdadero rasgo de exuberancia.
El sonido más frecuente
Quizá el sonido que más asociamos a la equis es el que pronunciamos cuando decimos examen o taxi, es decir, una k seguida de una s. Aparece entre vocales, pero también es posible verlo cuando la equis va seguida de consonante, como en texto o al final de la palabra como en relax.
Se trata de un sonido abrupto, que casi rompe las palabra en dos y que no siempre pronunciamos. En el castellano peninsular es común escuchar la equis cuando va seguida de consonante como una simple [s], lo que ocurre a menudo en palabras como excursión o experto. Eso sí, si queremos enfatizar siempre procuraremos que la equis suene como [ks].
Por qué lo llaman X cuando quieren decir S
En el diccionario solo existen 99 palabras que empiezan por equis y en la mayoría de los casos se trata de palabras de origen griego que pronunciamos siempre con s porque… ¡no sabemos pronunciarlas de otra manera! Inténtalo: xenofobia, xerografía, xilófono… ¡imposible pronunciarlo como una [ks]!
La equis mexicana
Seguro que más de una vez te has preguntado por qué México se escribe con equis si en realidad se pronuncia con jota. En un principio la palabra, de origen náhuatl, se pronunciaba como una [sh] y como este sonido en castellano antiguo se escribía como equis, se quedó con esta letra. Con el tiempo el sonido [sh] en castellano fue evolucionando hacia una jota, por lo que la RAE, que eso de sembrar polémica también le gustaba en el siglo XIX, decidió que todas las palabras que se escribieran con equis pero se pronunciaran con [j] debían empezar a escribirse también con esta letra, la jota.
La cosa no sentó muy bien en México. Que les hubieran quitado el sonido original a la palabra, tenía un pase, pero que además quisieran ahora cambiarles la grafía… ¡ni modo! La equis se convirtió en una cuestión de identidad y aunque desde la península siguieron insistiendo con lo de escribir términos mexicanos con la dichosa jota (de hecho se sigue considerando correcto por la RAE, aunque no recomendado), en México tuvieron claro que Oaxaca, Xalapa, Texas y por supuesto México siempre se escribiría con equis.
Y saliéndonos un poco del país norteaméricano, esta evolución del sonido y la grafía de la equis explicaría algunos fenómenos como los apellidos Jiménez-Ximénez o Mejía-Mexía. Todo depende de si conservan o no la grafía antigua, aunque la pronunciación no debería ser diferente.
La equis como [sh]
Por último, no podemos olvidar que algunos topónimos procedentes de lenguas precolombinas todavía conservan la pronunciación de la [sh] original. Es el caso de la ciudad guatemalteca de Xela o de la Punta Xicalangó en México.
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