Guía de Berlín: manual definitivo para impresionar a un alemán

Berlín te da la bienvenida, ahora todo lo que tienes que hacer es… bueno, sobrevivir a la ciudad. En este artículo te enseñamos 7 frases claves para impresionar a los alemanes.

Berlín. Seguro que has oído muchas cosas sobre ese lugar tan mítico. Todos los jóvenes cool van allí de vacaciones y cuando vuelven te tienes que tragar todas sus historias de mochileros, de clubs y de fiesta, de todos los espacios artísticos posibles, de su interesantísima historia, de las numerosas opciones gastronómicas y de las gangas que se pueden comprar en las decenas de mercadillos que encontraron en su guía de Berlín. Luego están los jóvenes todavía más cool, que son los que se mudaron a Berlín hace ya tiempo dejándote atrás en tu oh-lo-siento ciudad superanticuada. Y ahí estás tú, estalkeándolos, encantado con sus hashtags #dönermachtschöner #sundayfunday y retuiteando First we take Manhattan, then we take Berlin.

Admitámoslo, donde vives ya no queda nada auténtico ni genuino (lo siento, Barna, désolé, París). En menos de nada preparas una maleta de mano apta para lowcosts y te diriges al aeropuerto con la ambición de conquistar esta curiosa ciudad, sin mirar atrás. No hace falta que les cuentes demasiado a tus amigos, simplemente morirán de envidia al saber que te mudas a una ciudad que tiene 379 120 blogueros de todas las partes del mundo.

¿Qué sabes realmente sobre Berlín?

Aparte de que se trata de una ciudad donde reina el contraste, la cultura underground y muchos rincones deseando ser descubiertos. Hagámoslo simple: Berlín es la capital de Alemania, el país donde viven los alemanes. ¿Y qué sabes de estas personas? Sí, son personas un tanto frías y hablan un idioma que da un poco de miedo escuchar sin entender.

¿Qué tal vas de alemán? ¿Mal tirando a fatal? Bueno, no desesperes. Hemos elaborado una cuidadosa fórmula para que puedas impresionar a los alemanes y dejarles (aún más) de hielo. Todo lo que necesitas es desprenderte por completo de la vergüenza e intentar articular las siguientes 7 frases en las escenas de la vida cotidiana que te convertirán en Kennedy 2.0. – ICH BIN EIN BERLINER. Pronto verás cómo caen las mandíbulas de los alemanes gracias a las frases que les dejarán ojipláticos, ahí van:

1. Darf ich das in Papier eingeschlagen bekommen?

  • Traducción literal: “¿Puede envolvérmelo, por favor?”

Bienvenido a Berlín y a todo lo que sus Flohmärkte (mercadillos) y tiendas tienen para ofrecerte. Cuidado, cualquier cosa que compres, por muy pequeña que sea (en serio, da igual lo que sea) te lo darán tal cual, sin bolsa de plástico ni envoltorio de por medio. ¿Que por qué? Bueno, en Berlín ya se sabe desde hace tiempo que las bolsas de plástico acaban en el océano, atrapando a inocentes tortugas y delfines que no tienen la culpa de nada. Ahora que puedes decir esta frase por fin podrás participar en la mejora del medio ambiente y empezarás a apreciar la variedad de papeles de regalo que la ciudad puede ofrecerte (a veces, simple periódico). Di la frase a cualquier cajera o vendedor que encuentres y verás su cara de sorpresa. Se habrá quedado #boquerón #ojiplática.

2. Das Kind werden wir schon schaukeln.

  • Traducción literal: “Haremos que este niño se balancee”. Significado: “No te preocupes, esto lo solucionamos”.

Por favor, no recojas a niños de la calle y empieces a zarandearlos en el aire, ya que esto te causará gran cantidad de problemas (irónico, teniendo en cuenta que el significado de la frase es “esto no será un problema, yo me ocupo”). Así que cuando tu vecino malhumorado se queje porque haces demasiado ruido o porque tu bici está aparcada demasiado cerca de su puerta, conviértete en un tierno gatito soltándole esta frase.

3. Mach bloß keine Fisimatenten.

  • Traducción literal: “No intentes ninguna Fisimatente“. Que viene a decir: “No se te ocurra inventarte una excusa estúpida”.

Esta es una buena frase para soltársela a tu compañero de piso Hans, sí, el que es un poquito vago y prometió hace ya una semana que compraría papel higiénico. O tal vez se la puedes soltar a los jóvenes que tienen el politono a tope a tu lado en el metro. Y luego está Anna, esa amiga de la que siempre te preocupas demasiado, a la que le podrías soltar la frase pegando un grito mientras te despides. Boom, ya lo tienes, ¡tres conversaciones con tan solo una frase!

Ahora analicemos en detalle la palabra Fisimatenten: en realidad, viene del francés “visiter ma tante” que significa “visitar a mi tía”. ¿Y esto por qué? Bueno, solía ser la excusa de los soldados vagos en tiempo de guerra cuando llegaban tarde. “¿Dónde has estado?” “Ah, nada, estaba visitando a mi tía”. Así que si alguien te dice esto, ya puedes llegar puntual… o traerte a tu tía contigo.

4. In welchem Kiez sind wir hier?

  • Traducción: “¿En qué barrio estamos?”

Si de repente te encuentras perdido en el laberinto que es la ciudad de Berlín, tienes dos opciones: darte por vencido y sentarte a leer Kafka o puedes ignorar todos los nombres raros de las calles y los puntos cardinales para centrarte en el elemento más importante para tu orientación: el Kiez (en slang berlinés, el barrio) en el que te encuentres. Usa esta simple frase para preguntarle a cualquiera que pase por allí y tus probabilidades de sobrevivir aumentarán exponencialmente. No solo te permitirá volver a casa sano y salvo, sino que impresionarás a todo un barrio con la pregunta perfecta. De hecho, serás tan admirado que te será difícil abandonar el barrio en cuestión.

5. jwd (janz weit draußen), pronunciado: [‘iot ve: de:]

  • Traducción literal: “muy lejos fuera”. Significado: “En medio de la nada”.

Antes o después, deberás elegir tu Kiez: esto significa, a efectos reales, tu selección de comida, de amigos, de tiendas, viene a ser la gran decisión de tu vida. Cada barrio de Berlín tiene su propio ritmo y sus habitantes estereotípicos. Ya es bastante que cada vez que quieres quedar con tu amiga Greta haya que organizar toda una serie de opciones de transporte público, sincronizar relojes, barajar opciones y dar con un punto medio que esté lo suficientemente cerca de ambas y que además sea equidistante a vuestras zonas de comfort. Tendrás que hacer algunas bromas para salirte con la tuya: “Te cocinaré algo riquísimo… pero solo si vienes a mi casa” o “Tengo marujeo del bueno… pero solo si vienes al bar de la esquina” o “Asúmelo, vives tan jwd… vente y de paso conoces un poco la ciudad”. Aunque sea mentira, tu amiga quedará tan impresionada por tu manejo del Berliner Schnauze (la forma auténtica de hablar en Berlín) que hará esos 40 minutos de trayecto en transporte público solo para llegar a tu Kiez.

6. Alles paletti, danke!

  • Traducción: “Todo bien, ¡gracias!”

¿Quieres transmitir un poco de optimismo internacional a Berlín pero sin perder el rollo decadente berlinés? Esta frase, normalmente dicha al terminar una conversación o diálogo, te hará brillar como nunca antes. Por ejemplo, en el caso anterior del papel de envolver de la tienda, podrías haber añadido al final “Alles paletti, danke!” y seguro que más de uno habría llamado a la prensa porque habrías impresionado a un alemán por partida doble. ¡Inaudito!

7. Wo ist der nächste Späti?

  • Traducción: “¿Dónde está el Späti más cercano?”

No pasarán muchos días hasta que llegue el momento, concretamente hacia las 8 de la tarde, en el que te darás cuenta de que las tiendas “normales” están cerradas. Justo en ese momento te acordarás de que necesitas una botella de vino ya que se la prometiste a tu amiga Isi, a la cual le has hecho venir de su Kiez al tuyo por cuarta vez esta semana. Entonces pasearás por el canal en busca de algo abierto y te darás cuenta de que los horarios de apertura son una convención social estúpida pero también necesaria, ya que de esta manera los dependientes de los supermercados podrán estar disfrutando de una cena con sus seres queridos a la vez que harán que TU cena sea un fiasco.

En ese momento es cuando el pensamiento de que “Berlín no está tan bien” se te pasa por la cabeza, ¡pero espera! Hay un lugar mágico llamado Spätkauf, abierto casi casi 24/7 y que podrás encontrar en cada esquina (o en la mayoría de ellas). Así que cada vez que necesites… ¡cualquier cosa! Desde papel higiénico hasta un mechero, pasando por leche desnatada o champú, simplemente formula la pregunta mágica a cualquiera que pase por la calle. Sí, puede que acabes dando un paseo con unos simpáticos alemanes que te lleven hasta su Späti favorito, prendados de tu control sobre su idioma. Pero bueno, eso también es parte de la vida berlinesa, ¡así que disfrútalo!

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