El tenis es un deporte que goza de gran popularidad desde hace años en países como España. El mérito es de una larga lista de tenistas que desde hace décadas han copado los primeros puestos de los rankings mundiales, desde Manuel Santana, Manuel Orantes, Álex Corretja o Carlos Moyá, hasta los más jóvenes, como Pablo Carreño o Roberto Bautista, sin olvidar al omnipresente Rafa Nadal. Tampoco se puede olvidar a las grandes del tenis, como las históricas Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez o, más recientemente, Garbiñe Muguruza y Carla Suárez Navarro. Por detrás del indiscutible dominio del fútbol, el tenis es el deporte con más seguidores en España. Los torneos internacionales, en los que a menudo participan jugadores de origen español, reciben un notable apoyo mediático, que sigue con interés una afición cada vez mayor. Esa es la razón por la que hemos decidido escribir una breve guía con los principales términos del tenis.
Últimamente habrás oído hablar de servicios, reveses, voleas, cabezas de serie y muchas otras palabras vinculadas al mundo del tenis. Los términos empleados por los comentaristas de este deporte no siempre son fáciles de entender (por no hablar del sistema de puntos, que merecería un artículo aparte) y por esa razón se nos ha ocurrido crear un glosario al que podrás recurrir en caso de que estés presenciando un partido y temas que tu ignorancia sobre el tenis te haga quedar en mal lugar o, mejor, tengas la intención de exhibir tus conocimientos al respecto. La terminología del tenis es bastante compleja y probablemente un solo artículo no baste para repasarla por completo, pero por algo se empieza, ¿no?
Los términos del tenis: los golpes
Antes que nada, hay que saber cómo se llaman los golpes y aquí viene la primera buena noticia: los imprescindibles son tres.
Servicio (o saque): es el golpe con el que comienza el juego, con el que se inicia el punto. Cuando el servicio produce un punto directo sin que el adversario alcance a golpear la pelota, se llama ace. La respuesta, en cambio, es el golpe con el que el adversario intenta interceptar el servicio.
Drive y revés: la diferencia entre drive y revés viene marcada por la mano dominante, es decir, la mano con la que se agarra la raqueta. Si se sostiene la raqueta con la mano derecha, un drive es el golpe que se da cuando se tiene la pelota a la derecha; y en cambio, cuando se golpea la pelota a la izquierda, es un revés. El revés (y también el drive, aunque en casos muy raros) se puede ejecutar con una mano o con las dos. En el primer caso se llama revés a una mano y en el segundo, revés a dos manos.
Además de estos tres golpes fundamentales, hay otros golpes que conviene conocer:
- la volea o golpe de aire es el golpe que se ejecuta al vuelo, es decir, sin dejar que la pelota bote en el suelo;
- la media volea es un golpe muy poco habitual y suele efectuarse cerca de la red. Se efectúa una fracción de segundo después del rebote y es muy difícil de controlar, por lo que no es frecuente que se realice más de un par de veces por partido;
- el smash o remate, una especie de golpe de ataque en voleibol, un golpe fuerte y potente que se hace por encima de la cabeza y con el brazo extendido.
- el lob o globo, un golpe de parábola muy alta que se usa para sobrepasar a un jugador que está junto a la red;
- el dropshot o dejada, que es un golpe que idealmente se da junto a la red, de modo que se sorprende al adversario cuando este se encuentra al fondo de la pista.
Además: un punto termina esencialmente de dos formas, con un golpe ganador (o winner), es decir, un golpe que el contrario no logra alcanzar, o con un error, o sea, cuando el adversario alcanza la pelota, pero lo consigue devolverla.
Los términos del tenis: ¿cómo funciona la puntuación y qué significa bagel?
No hay ninguna duda de que el sistema de puntuación en el tenis es uno de los aspectos más difíciles de entender. Los términos del tenis son complicados ya de por sí, pero comprender cómo se asignan los puntos es tal vez la parte menos intuitiva. Por ejemplo, quien suma más puntos no es necesariamente el vencedor del partido.
Para vencer un partido, normalmente es necesario ganar dos sets. Para ganar un set hay que ganar 6 juegos (o 7, en el caso de que se llegue a 6 empates; en tal caso se juega el tie-break, es decir, el juego de desempate, en el que quien antes suma 7 puntos se adjudica el set). Para ganar un juego, es necesario ganar al menos 4 puntos, con un margen de dos puntos sobre el contrario. Los jugadores se alternan en el servicio entre un juego y el otro, de modo que un jugador saca hasta que se termina el juego. Una vez adjudicado el juego, el servicio pasa al adversario.
No es raro oír, cuando el encuentro ha terminado, “juego, set y partido“, la traducción de “game, set and match“. Son las palabras que pronuncia el árbitro para anunciar que el partido ha terminado y que hay un vencedor.
La unidad mínima del sistema de puntuación del tenis son los puntos, que se cuentan de una manera muy particular, cuyo origen es antiguo y misterioso: el primer punto es 15, el segundo es 30 y el tercero es 40. Si un jugador ha ganado tres puntos y el otro uno, la puntuación será de 40 a 15. Cuando un jugador gana el cuarto punto, gana el juego. Sin embargo, si los jugadores han ganado tres puntos cada uno (es decir, empate a 40), se sigue jugando hasta que uno de los dos anote dos puntos seguidos. En ese caso se habla de iguales (o deuce) cuando los jugadores están empatados y ventaja (o advantage) cuando uno de los dos tiene ventaja de un punto. Sencillo, ¿no?
Además: entre los términos del tenis de uso más habitual se cuenta el break, que en español se conoce como quiebre o ruptura de servicio y no tiene nada que ver con una pausa (a pesar de que sí se habla de toilet break cuando un jugador solicita ir al cuarto de baño). Hay un break cuando quien gana el juego no es el jugador que está haciendo los saques, sino el contrario. Se trata de un término muy importante, ya que en el tenis profesional es difícil ganar un juego si no se está en la posición del jugador al servicio, puesto que el de saque es un golpe habitualmente muy potente que concede una gran ventaja a quien lo efectúa. En general, se puede decir que quien hace el saque tiene más probabilidades de ganar el juego. De ese modo, si se consigue ganar el juego siendo el contrario, aumentan considerablemente las posibilidades de ganar el set.
Curiosidad: en inglés el cero se conoce como love. Exacto: “amor”. De entre los términos tenísticos, la historia de esta palabra es la más particular. Una de las teorías que tratan de explicarlo asegura que, en los albores de este deporte, en francés el cero se denominaba “ouef“, es decir, huevo, por la forma similar de ambos objetos. Los ingleses habrían adaptado la expresión a su propio idioma a partir de su fonética, de forma que de “l’ouef” se pasó a “love”, que efectivamente suena muy parecido. Hay otra palabra interesante entre los términos del tenis inglés: bagel. Cuando un set termina 6-0, se dice que el jugador le ha metido un bagel al adversario. Y el motivo es bastante gráfico si se tiene en cuenta que un bagel es un panecillo con forma de rosco.
Ojos de halcón y cíclopes
Ahora que tenemos dominados los tipos de golpes y el sistema de puntaje, vamos a ver cómo se desarrolla el juego en sí. Para comprender bien los términos del tenis, es importante tener en cuenta la diferencia entre golpe cruzado y paralelo. En realidad se trata de una diferencia bastante fácil de intuir: cuando la pelota está a mi derecha y la dirijo hacia la derecha de mi contrincante, he ejecutado un golpe cruzado; y viceversa, si dirijo la pelota hacia la izquierda de mi adversario, será un golpe paralelo. Por cuestiones biomecánicas, jugar un golpe cruzado es más fácil que lanzar un golpe paralelo. Pero ese no es el único motivo: además, la red de la pista de tenis está ligeramente más elevada a los lados. Por eso el golpe paralelo es en general más arriesgado que el cruzado. Sin embargo, si se hace bien, puede resultar un golpe ganador o dar la vuelta a la dinámica de un intercambio.
Para que sea válido, el golpe debe ir a parar a cierta sección del campo. Si no es así, un juez de línea (es decir, uno de los árbitros que se encuentran detrás de los jugadores y cuyo cometido es exclusivamente comprobar si la pelota ha salido o no de la línea que les corresponde) cantará la pelota fuera, con lo que dará por terminado el punto. Pero ¿qué sucede si el juez se equivoca? Se pueden plantear dos situaciones: el juez de silla, el que ocupa una silla alta en medio del campo y que es la máxima autoridad durante el partido, podrá corregir el canto (el término técnico es overrule) y reasignar el punto, es decir, hacer que se juegue de nuevo. O bien el jugador que no está de acuerdo puede efectuar un challenge o desafío al pedir que se compruebe analizando las imágenes grabadas. En los torneos más grandes (y mejor pagados) del mundo se utiliza un sistema de cámaras que recrea la trayectoria de la pelota devuelta e indica la validez o no del golpe. La tecnología más extendida se conoce como Hawk Eye (ojo de halcón) y por este motivo puede que oigas decir, de vez en cuando, que un tenista “ha pedido el ojo de halcón“: esto significa que ha solicitado que se verifique mediante la tecnología si el canto del juez era correcto o no.
Además: en los años 80 se utilizaba otro tipo de tecnología, ahora desaparecida, que se llamaba Cyclops y que se limitaba a decretar si un servicio era válido o no.
Terminología del tenis: cuadros, cabezas de serie y perdedores afortunados
No vamos a entrar en detalle en el funcionamiento de la clasificación (o ranking), quién tiene derecho a jugar un torneo y quién no, etc. Solo diremos que, tanto para hombres como para mujeres, son cuatro los torneos más importantes, y duran dos semanas cada uno. Son los slams: el Abierto de Australia, que se celebra en enero en Melbourne; el Roland Garros o Abierto de Francia, que se lleva a cabo entre mayo y junio; Wimbledon, el más célebre, que se disputa en julio en Londres; y finalmente el Abierto de Estados Unidos, que se juega en septiembre en Nueva York. Estos son los torneos más prestigiosos, los mejor pagados y los que más puntos reportan. Ganar uno de estos cuatro, aunque sea una sola vez en toda su carrera, es el objetivo más ambicioso de todo tenista profesional.
Hay otros torneos de prestigio, pero ninguno se acerca ni de lejos al estatus de esos cuatro. Uno es el torneo de final de año, en el que se clasifican los ocho mejores tenistas de la temporada. El femenino (WTA Finals) se disputa actualmente en Shenzhen, en China, mientras que el masculino (ATP Finals) se celebrará en Turín, Italia, a partir de este año.
Con excepción de estos dos torneos, que siguen una fórmula particular, el tenis tiene una norma muy sencilla: si ganas sigues adelante, si pierdes quedas eliminado. La clasificación, así pues, siempre se hace por eliminación directa, y el modo en que se sortean los jugadores sigue ciertas reglas de acuerdo con la clasificación de los tenistas participantes. En este ámbito, el término que no hay que olvidar es “cabeza de serie“. Fundamentalmente, los mejores tenistas son los cabezas de serie y se benefician de un sorteo favorable, de modo que los que copan los primeros puestos de la clasificación solo se enfrentan en las fases finales del torneo. ¿Te has dado cuenta de que, cuando aparece la puntuación de un partido, junto al nombre de algunos jugadores hay un número entre paréntesis? Se trata de su número de cabeza de serie (seed en inglés). Cuanto más bajo es el número, mejor es el jugador.
Además: al mirar un cuadro (también llamado draw) puede que veas una “Q” al lado del nombre de un jugador, o bien “LL”. ¿Qué significan estas letras? La “Q” hace referencia a qualified, es decir, clasificado, que en tenis es un jugador que ha tenido que pasar por un torneo de clasificación porque, de acuerdo con la que tenía, no tenía derecho a participar en ese torneo. “LL”, por su parte, significa lucky loser, o sea, perdedor afortunado. Se refiere a un tenista que ha perdido en el torneo de clasificación, pero termina entrando en el cuadro para reemplazar a otro jugador clasificado que, por el motivo que sea, se ha retirado.
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