Si no sabes mucho sobre el afrikáans, es posible que estés pensando: ¿No es solo una de las muchas lenguas africanas que se hablan en Sudáfrica? Lamentablemente, en el afrikáans no hay nada sencillo. El afrikáans se desarrolló en África, pero más del 90% de su vocabulario procede del neerlandés, idioma del que deriva. Además, no solo se habla en Sudáfrica, sino también en Namibia y, en menor medida, en Australia, Botsuana, Reino Unido, Nueva Zelanda y Zimbabue. Vamos a investigar cómo lo que se denominó despectivamente “neerlandés de cocina” se convirtió en una lengua diferenciada que hoy hablan más de 17 millones de personas.
¿Qué es el afrikáans? ¿Es lo mismo que el neerlandés?
El afrikáans deriva del neerlandés, un idioma bajo franconio de la rama germánica occidental de la gran familia de las lenguas germánicas. En otras ocasiones ya exploramos las lenguas germánicas nórdicas y occidentales, así que esta vez nos centraremos en el vínculo familiar que une el neerlandés y el afrikáans. Aunque durante mucho tiempo se consideró un simple dialecto del neerlandés, el afrikáans es hoy una lengua por derecho propio. Aun así, guardan un gran parecido, al menos en su forma escrita. Veamos unos ejemplos:
Afrikáans | Neerlandés | Español |
Hoe gaan dit? | Hoe gaat het? | ¿Cómo estás? |
Wat is jou naam? | Wat is jouw naam? | ¿Cómo te llamas? |
Die vrugte hier smaak sleg. | Het fruit smaakt hier slecht. | La fruta aquí sabe mal. |
Se parecen bastante, ¿verdad? Las diferencias más evidentes entre ambos idiomas están en que en el afrikáans la gramática es más sencilla y la ortografía, más regular que en el neerlandés. No es de extrañar que para los hablantes de ambas lenguas sea relativamente fácil entenderse entre sí; de hecho, más que entre los hablantes de neerlandés y de frisón, mucho más cercanos geográficamente. Por supuesto, hay variaciones léxicas que pueden llevar a confusión a los hablantes de estos idiomas. Por ejemplo, no es conveniente pronunciar la palabra piel (“patito” en neerlandés) durante una conversación en afrikáans si no quieres parecer muy vulgar.
Breve historia del afrikáans
Entonces, ¿cómo logró el afrikáans independizarse de su lengua matriz y adquirir el estatus de idioma? Se podría argumentar que empezó siendo una lengua criolla, con la estructura del neerlandés simplificada y la influencia añadida de los colonizadores portugueses y franceses, de las lenguas indígenas joisán y bantú y de otros idiomas que hablaban asiáticos esclavizados llevados a África, como el malayo.
El afrikáans es, sin duda, un claro subproducto del colonialismo. Se trata de una forma modificadadel dialecto holandés del neerlandés del siglo XVII, que se exportó a la colonia africana más meridional, el Cabo de Buena Esperanza, parte de la actual Sudáfrica. Los primeros colonizadores agrarios que se establecieron allí se conocían como bóeres, que significa “granjeros” (y a los que hoy se llama, de forma genérica, afrikáneres). Los gobernantes coloniales de la Europa continental los condenaron al ostracismo (aunque, obviamente, no tanto como a los indígenas). Su lenguage coloquial, el afrikáans, se conocía originariamente como “neerlandés del Cabo” o, más peyorativamente, “neerlandés de cocina”, una lengua “sucia” que solo se usaba para hablar con los esclavos. Probablemente despertaba prejuicios elitistas similares a los dirigidos contra los hablantes de inglés vernáculo afroamericano (AAVE) o de ciertos dialectos del sur de Estados Unidos.
Sin embargo, el nombre que este idioma recibe hoy procede del término Afrikaans-Hollands, es decir, neerlandés africano. A principios del siglo XIX, la consideración del afrikáans fue mejorando y empezó a aparecer más a menudo en periódicos y obras literarias. Curiosamente, en la misma época en que se asentó su forma escrita, basada en el alfabeto latino, el afrikáans también se utilizaba en las escuelas musulmanas, lo que lo convierte en uno de los pocos ejemplos históricos de adaptación de una lengua germánica a la escritura árabe.
Sea como sea, la popularidad del afrikáans fue en aumento y en 1925 fue reconocido oficialmente como una lengua en sí misma y no una variedad del neerlandés. Desde entonces, es el idioma habitual usado en el espacio público y en la educación en Sudáfrica. Algunos lingüístas señalan que los descendientes no blancos y multirraciales de blancos e indígenas que aprendieron el neerlandés como segunda lengua tuvieron una gran influencia en la consolidación del estatus del afrikáans. Además, el afrikáans tiene sus propios dialectos locales, incluida una jerga carcelaria secreta con mucha influencia del zulú. Hoy, estas variantes son principalmente geográficas, pero, gracias a la estandarización lingüística del afrikáans, no hay grandes diferencias entre ellas.
¿Dónde se habla afrikáans?
La mayoría de la gente solo piensa en Sudáfrica cuando oye afrikáans, una asociación justificada. Es la única lengua indoeuropea, además del inglés, entre los 11 idiomas reconocidos oficialmente por el Gobierno sudafricano. Alrededor de siete millones de personas en Sudáfrica (el 14% de la población, mayoritariamente blancas) son hablantes nativas de afrikáans. Ocupa el tercer lugar por peso demográfico, tras el zulú y el xhosa. Además, es la lengua oficial más extensa geográficamente. El afrikáans no puede separarse de la historia colonial y del apartheid en Sudáfrica. La proporción de sudafricanos negros que hablan afrikáans como lengua materna es menor que la de los hablantes de alguna de las otras nueve lenguas autóctonas, como el sotho septentrional o el setswana. Muchas escuelas predominantemente negras han optado por enseñar en inglés en lugar de en afrikáans. Algo que también se extiende a un movimiento activista más amplio que presiona para que esta lengua se excluya del mundo académico, ya que la relacionan con los opresores.
El inglés, el otro idioma habitual entre los sudafricanos blancos, se está convirtiendo cada vez más en la lengua por defecto para la comunicación pública y oficial. Al igual que en Sudáfrica, el 10% de la población de Namibia habla afrikáans y suele utilizarlo como lengua franca. La proporción de hablantes de afrikáans es menor en Botsuana, Suazilandia y Zimbabue. Naturalmente, en la era de la globalización y la migración continua es fácil decir que el afrikáans se encuentra en muchos rincones del mundo, como Australia, Bélgica, Canadá, Alemania, Nueva Zelanda, el Reino Unido y, por supuesto, los Países Bajos.