¿Serías capaz de pronunciar estas 8 palabras en español?

A continuación te presento una guía básica para que tu pronunciación en español sea impecable (o casi). Como somos muchos, la pronunciación varía según el país o la zona, aquí os recordamos las particularidades de cada lugar.
CH: es igual que en inglés cuando pronunciamos “church”. Escucha, seguro que te suena oírlo en la palabra chorizo.
J: esta es una de las letras más difíciles de pronunciar, ya que en muchos idiomas este sonido ni siquiera existe. Sí, se trata de la “j” fuerte, la de jamón, se usa de manera parecida en inglés con las haches aspiradas, por ejemplo en “ham” (que significa “jamón” por cierto, ¡bada bum!)
G: la “g” seguida de “e” o “i” suena como la “j”, fuerte. La “g” seguida de la “u” y luego de “e” o “i” hace que la “g” suene suave, siendo la “u” muda. ¡El mejor ejemplo, la cerveza “Guinness”!
LL: la elle suena similar a la “j” inglesa. Llámame se parece a la “j” de “jumper”. También se puede pronunciar la “y” al principio de una palabra de la misma manera, “yolk” es yema en español.
S y C juntas: como por ejemplo en la palabra escéptico. Aquí te tendrás que tomar tu tiempo: para muchos la “c” es como una “th” inglesa cuando esta va seguida de “e” o de “i” como céntimo o cigarro. Sin embargo, otras personas pronuncian la “c” como lo haría una persona de Latinoamérica o de algunas regiones de España, esto es, como una “s”, como por ejemplo, decir ciudad pronunciando la “c” como en “city”.
RR: puede que hacer el sonido de la doble erre sea lo más difícil a la hora de hablar español bien. Algunas personas incluso le echan la culpa a sus lenguas, por no ser capaces de moverse o vibrar todo lo rápido que sería necesario. Pero hay que tener fe amigos, no hay que volverse desesperados. La “rr” sale de la punta de la lengua y va hasta el paladar, donde tiene que quedarse un poco para provocar esa “r” fuerte. Intenta pronunciar la palabra “throat” enfatizando la “r”, así conseguirás esa vibración en el paladar. Ahora recuerda, no todas la palabras que tienen una erre precisan de ese sonido, pero este sí se aplica a las palabras que empiezan por “r” como Los Ramones, a las erres que siguen a una “n” como Enrique o a las palabras que cuentan con doble erre.
Z: la zeta española se pronuncia como la “c” en “ce” y “ci”. ¿O nunca has visto las aventuras de El Zorro? Después de haber aclarado eso, ahora solo tienes que aplicar esos “efectos especiales” a las siguientes palabras. Ármate de valor, ¡tú puedes!
Armadillo: empezando con ar (“r” suave, ya que no es la primera letra de la palabra ni sigue a una “n”) – ma – di – llo (pronunciado como el “jo” de “joker” o el “yo” de “Yo me llamo…”).
Sonrojado: OK, esta palabra es un poco más difícil. Tenemos una “r” que sigue a una “n” y, tras ella, una “j”. Vamos a dividir la palabra en sílabas: son – ro – (¡esa “r” vibrante!) – ja – (la “j” fuerte) – do.
Ascensor: el truco para pronunciar la “s” a la cual sigue una “c” es hacerlo con cuidado. As – cen (como la “th” en “theft”) – sor.
Zurcir: esta palabra tiene doble sonido “c/z”, pero no temas y al menos inténtalo. Recuerda, si la “c” pronunciada como una “th” en inglés (como “thought”, por ejemplo) no es lo tuyo, siempre puedes escudarte en la “c” pronunciada como lo haría un andaluz o un latinoamericano, es decir, como una “s”.
Juguetón: volvamos a la “j” dura de jamón para empezar a pronunciar esta palabra. Ju – gue (con la “g” normal ya que va seguida de “u+e”) – tón.
Aguja: uff… esta es complicadilla. A- gu – es fácil, con la “g” suave, como en gurú, – ja – como la “j” fuerte de jamón.
Desarrolladores: vale, aquí hay algunas letras dobles que nos pueden marear, pero no por ello vamos a desistir. Vamos a separar las sílabas como lo hemos estado haciendo hasta ahora: De – sa – (lengua detrás de los dientes para conseguir la vibración de las erres) – rro – lla (ahora el sonido parecido a la “j” de “jelly”)- do – res.
Jamonero: la “j” aquí sí qu es la “j” fuerte. Inhala y exhala ese sonido tan español mientras vas calentando motores, más bien dicho, cuerdas vocales. Ja – mo – ne – ro.
Y recuerda, “jajaja” no es una persona alemana asintiendo… ¡Sino una persona española riéndose!