Egipto, la escritura y los dioses
En Phaedrus, uno de sus famosos Diálogos, Platón relata el mito egipcio del origen de la escritura. En él, el dios Theuth inventó la escritura y, con gran entusiasmo, comunicó su descubrimiento al rey Thamus, alabando su capacidad de “hacer más sabios a los egipcios” y de “mejorar sus recuerdos, ya que es un elixir de memoria y sabiduría”. Sin embargo, esto no le causó ninguna gracia al rey Thamus, quien acusó a Theuth de lo contrario, es decir, de promover “el olvido en las mentes de aquellos que aprenden a usar la escritura, pues dejarán de ejercitar su memoria”. Así, el rey Thamus afirmó que escribir “no es un elixir para la memoria, sino para el recuerdo”, que ofrece “una sabiduría aparente, pero no la verdadera sabiduría”, y convierte a los lectores en autómatas descerebrados que solo saben repetir y están desprovistos de la verdadera percepción.
Independientemente de si el mito parece una descripción del sistema educativo actual o una manifestación antigua de las reacciones instintivas de Luddite, la necesidad de escribir surgió del anhelo práctico de registrar con precisión ciertas informaciones que eran consideradas esenciales. Y, siendo honestos, pocos podrían o estarían dispuestos a memorizar dichas nimiedades.
Dibujos en cuevas, tokens en granjas
Las primeras representaciones del mundo natural datan del Paleolítico (unos 30 000 o 40 000 años atrás), cuando los humanos comenzaron a pintar y a hacer inscripciones en las rocas y paredes de las cuevas. Los académicos e investigadores aún debaten si se trata meramente de pinturas, de imágenes que ilustran una historia o si, más bien, eran parte de algún ritual espiritual o ceremonia religiosa.
El salto de los dibujos pictográficos a la escritura se dio cuando las sociedades de cazadores-recolectores desarrollaron la agricultura y se establecieron en campamentos. Con el fin de hacer inventario de la tierra, del grano o del ganado, los primeros agricultores utilizaron tokens de arcilla de varias formas (cónicas, ovaladas) con tallados que describían los bienes comprados o intercambiados.
Muy pronto, los humanos se encontraron en una encrucijada. Conceptos abstractos como números y transacciones comenzaron a gestarse en forma de protoescritura. Los símbolos de Vinča encontrados en los Balcanes, que datan del VI al V antes de Cristo, han generado debates sobre si deberían considerarse una forma primitiva de escritura sistematizada. Dado que su significado aún no se ha descubierto, solo podemos fechar con exactitud los primeros sistemas de escritura en los siguientes ejemplos.
1 . Los primeros sistemas de escritura
La escritura sistematizada apareció originalmente en diferentes partes inconexas del mundo:
- Sumer, sur de Mesopotamia, entre 3500 y 3000 a. C.
- Mesoamérica en el año 300 a. C.
- China alrededor del año 1200 a. C.
El sistema de escritura egipcio, que surgió alrededor del 3200 a. C., pudo haber estado influenciado por el sumerio (como consecuencia del contacto comercial), pero no existen evidencias concluyentes. El sistema de escritura sumerio es un buen comienzo. Se trataba de un sistema cuneiforme, consistía en marcas en forma de cuña inscritas con lápices en tablas de arcilla. Este surgió de las pictografías (imágenes que representan objetos) y finalmente adoptó el principio de rebus, bajo el que las formas específicas se pueden leer como objetos o como un conjunto de sonidos. Por ejemplo, en inglés el dibujo de un “ojo” podía leerse como eye y como I (yo), creando una mayor flexibilidad fonética e incrementando el potencial de desarrollos futuros en la escritura fonética. Hacia el 2600 a. C., el sistema cuneiforme evolucionó en un sistema de escritura completo con signos y fonogramas.
Para entonces, otra civilización ya había desarrollado su propio sistema de escritura: los egipcios. Estos lograron perfeccionar los jeroglíficos, un sistema de escritura basado en imágenes que también representaba sonidos. El sistema de escritura egipcio no tenía vocales (tuvimos que esperar a los griegos para eso) y algunos jeroglíficos podrían tener dos o tres significados diferentes. Este se basaba en un alfabeto de consonantes en lugar de un grupo de sílabas. Para imaginárnoslo en español, escribiríamos algo como: “cmnz llvr cnd ll s f” (comenzó a llover cuando ella se fue) con un pictograma de lluvia junto a “llvr“, una mujer junto a “ll“ y dos pies y una flecha después de “s f”. Ahora, reemplaza las letras latinas en este ejemplo por imágenes, ¡y voilà! Obtendrás el sistema de escritura funcional de los antiguos egipcios. No obstante, este resultaba algo ambiguo: cuando los eruditos no sabían qué significaba una u otra vocal, tendían a usar la letra “e” para llenar los vacíos, por lo tanto, “nfr” se vuelve “nefer”, ¡como en Nefertiti! Bueno, bueno, no nos emocionemos, la verdad no sabemos si estamos diciendo el nombre correcto, esto es solo una aproximación de lo que sabemos.
Ahora bien, ¿y si cada imagen pudiera representar un objeto o un concepto abstracto con la misma facilidad? Una vez alcanzado el límite, uno tendría miles (o teóricamente un sinfín) de morfemas para representar una miríada de objetos e ideas, en vez de fonemas para representar sonidos. Esto fue lo que China logró alrededor del año 1600 a. C. con su sistema de escritura: acumuló miles de ideogramas que hoy pueden variar desde los 300 caracteres básicos necesarios para pasar el examen oficial de chino elemental nivel 2 Hànyǔ Shuǐpíng Kǎoshì (汉语 水平) hasta los más de 80 000 comprendidos en el Dictionary of Chinese Variant Form (Zhōnghuá zì hǎi, 中华 字 海).
Sin embargo, los caracteres chinos también pueden ser ambiguos. El que se usa para “caballo”, 媽 mā , es el mismo que para “madre”. Para diferenciarlo, se necesita un componente semántico junto al fonético. En este caso, 女 nǚ (mujer, en chino), indica que estamos hablando de una mujer. Así que “madre” en caracteres Han se escribe como el compuesto 女 媽, con el carácter fonético 媽 que se lee en voz alta y el radical semántico 女 que no se lee, simplemente indica contexto e intención. De ahí la categorización como sistema de escritura logográfico, algo como los emojis que usamos para dar sentido a las palabras que escribimos. Y cuidado, no quiero afirmar que los humanos modernos seamos incapaces de comprender el humor o la ironía sin señales extras. ¿O sí? 😜
2. El primer alfabeto: el abyad fenicio
La primera civilización reconocida por crear un sistema fonético completamente independiente de uno pictográfico o silábico fue la fenicia. Alrededor del siglo XV a. C., los fenicios crearon un alfabeto compuesto puramente por consonantes, un abyad, en el que un símbolo representaba un sonido consonántico. El fenicio se componía de 22 letras y se escribía de derecha a izquierda, ocasionalmente en bustrófedon (de derecha a izquierda, luego de izquierda a derecha en la siguiente línea, y así sucesivamente). Su origen se remonta a los jeroglíficos egipcios y su influencia se puede ver en el alfabeto griego, que adoptó el método fenicio de la escritura.
Sin embargo, mucho antes de que los griegos añadieran vocales y crearan su propio alfabeto, diferentes culturas se aventuraron a crear sistemas de escritura compuestos únicamente por consonantes, como los antiguos hebreo y arameo (que, a su vez, influenciaron el alfabeto árabe). Una característica en común es la ausencia de vocales, aunque no del todo, ya que los idiomas semíticos como el hebreo o el árabe cuentan con matres lectionis (madres de lectura), símbolos que pueden marcar la presencia de una vocal o su función como consonante según el contexto (un carácter con dos sonidos posibles). El hebreo y el árabe usaban marcas diacríticas alrededor de las consonantes para indicar las vocales, pero nunca las usaron sistemáticamente hasta el punto en que se estandarizaron y, actualmente, solo se usan como herramienta de aprendizaje para los alumnos.
Entonces, ¿cuál fue el primer alfabeto puramente fonético con letras que representaran sonidos?
Adivinaste bien, el alfabeto griego. Influenciado por el alfabeto consonántico fenicio, el griego introdujo las vocales, lo que no solo aumentó la claridad, sino también la economía en la escritura. Como Grecia era en realidad un conjunto de ciudades-Estado con diferentes dialectos, el alfabeto griego variaba localmente. Al final la variante jónica fue adoptada por todas las ciudades-Estado, mientras que la variante eubea viajó a la península itálica, resultando en el alfabeto latino (filtrado a través del etrusco) y el alfabeto cirílico más al este.
3. Alfasilabarios o abugidas
¿Qué pasa si tu lenguaje es una mezcla clara de sonidos consonantes que terminan en un sonido vocálico, organizados en bloques de sonido o sílabas? Ma-mi-mu-me-mo, por ejemplo. ¿Cómo representarías estas sílabas con elegancia? Bueno, así como las especificidades fonéticas del alfabeto egipcio influyeron en su sistema de escritura. Esta lengua compuesta puramente de sílabas discretas parece muy madura en comparación con cualquier sistema silábico de escritura. El Hiragana y el katakana son dos ejemplos perfectos de un silabario. Cada símbolo se lee como una sílaba (hiragana: ま ma, み mi, む mu, め mí, も mo; katakana: マ ma, ミ mi, ム mu, メ me, モ mo), haciendo del japonés un sistema silábico (y al mismo tiempo logográfico, con el kanji añadido, donde los ideogramas representan conceptos o palabras).
Otros sistemas de escritura utilizaron tanto el sistema alfabético como el silabario. El devanagari es uno de ellos y se utiliza para escribir en hindi, maratí, nepalí y otra docena de idiomas. Las consonantes tienen una vocal adjunta que se puede cambiar o silenciar usando matras o cualquier otro signo diacrítico escrito encima, debajo, antes o después de la consonante. El devanagari también posee vocales independientes, pero este acoplamiento común de consonantes con vocales en un fonema crea un alfasilabario. Ciertamente, este sistema de escritura no es tan económico como el alfabeto fonético griego, pero se hizo tan popular que se extendió por el sur y sudeste de Asia, y se sigue usando hasta el día de hoy.
4. Sistemas de escritura funcional
Asumiendo que el desarrollo de los sistemas de escritura representa un tipo de progreso (un punto de vista discutible pero igualmente interesante), ¿cuál sería el próximo paso después de los alfabetos fonéticos? Consideremos el hecho de que la lectura de las diferentes letras en el alfabeto latino no dice nada sobre su fonología, la letra “x” no representa el sonido hecho con la boca y la lengua para decir “x”. Las similitudes fonéticas entre la B y la V se ignoran en su representación gráfica. ¿Qué ocurre si se crea un sistema de escritura que indica gráficamente la fonética que debe representar?
Esta fue la lógica que motivó a Sejong el Grande (rey de Corea) a crear el hangul en 1444 y a difundirlo en 1446, un sistema de escritura en el que cada letra representa su expresión fonética y, por lo tanto, se agrupa con otras similares. Por ejemplo, ㄱ equivale a la “k” y representa la lengua bloqueando la garganta. ㄴ equivale a la “n” y representa la forma en que la lengua toca las encías superiores, mientras que ㅅ corresponde a la “s” y representa la forma de los dientes. El hangul se escribe en bloques, siendo visualmente similar al chino, pero diferente en todo lo demás. Este sistema de escritura tuvo un éxito inmediato debido a su simplicidad y elegancia. Sin embargo, años después, la resistencia elitista, aristocrática y académica obstaculizó su éxito. Hasta hace poco el hangul se seguía mezclando con caracteres chinos (hanja) y fue únicamente en el siglo XXI cuando logró convertirse en el sistema de escritura (casi) exclusivo de Corea (el hanja todavía se usa en la literatura menos popular).
Otros sistemas de escritura funcional son el tengwar, inventado por JRR Tolkien como guión incluido en sus novelas, y el método Pitman, un sistema de taquigrafía inglesa creado por Sir Isaac Pitman (1813-1897), que se usó por primera vez en 1837.
Entender los diferentes sistemas de escritura es un entrenamiento mental para cualquier persona cuya lengua materna use el alfabeto latino. Seamos honestos, a veces ya resulta bastante complicado tratar de comprender otros idiomas y culturas, ¡imagínate cómo será interpretar y entender las representaciones gráficas de los sonidos de tu interlocutor! Sin embargo, no podemos negar que la invención de la escritura y el desarrollo de sus diferentes sistemas es una parte fundamental de la historia, el arte y la fonética humana que no se pueden reducir a la simple intención de traducción. ¡Puede que incluso resulten extrañamente motivadores al aprender un nuevo idioma!
No obstante, el escepticismo del rey Thamus sigue teniendo cabida actualmente. No queda otra cosa más que cuestionarnos si la escritura nos ha permitido ser más iluminados o simplemente estar más informados sobre el mundo. ¿Es la palabra escrita una puerta de entrada a un poder mayor a través del conocimiento o es más bien un receptor de propaganda y engaño?
Si pudieras comenzar de nuevo, ¿aceptarías la escritura?