Los 3 idiomas más difíciles de aprender para hispanohablantes 

Si estás listo para asumir un nuevo desafío, aprender un idioma difícil te servirá. Estos 3 idiomas son los más difíciles de aprender para los hispanohablantes.
Una mujer decidida cruzando un puente estrecho y difícil que representa la experiencia detrás de los idiomas más difíciles de aprender para los hispanohablantes.

Hay algunos idiomas que tienen cierta similitud con el español, ya sea en ortografía, gramática y pronunciación, lo que hace que sea fácil para los hablantes nativos de español aprender. Hay otros idiomas que son muy diferentes, tienen pocas o ninguna similitud con el español hasta el punto en que parece un poco más difícil convertirse en un experto. Es importante tener en cuenta que aunque algunos idiomas pueden ser difíciles de comenzar y pueden tomar más tiempo para aprender, no es imposible. Con los métodos de aprendizaje, la motivación y el compromiso adecuados, es posible asumir este desafío y hablar con fluidez. Aquí están nuestros 3 idiomas más difíciles de aprender para los hispanohablantes. Y como dato curioso, uno de estos idiomas también es el idioma más difícil del mundo.

El idioma más difícil del mundo

El chino mandarín

Aunque el chino mandarín es el idioma más hablado del mundo, también es el idioma más difícil del mundo. A diferencia del español, el chino mandarín no necesariamente tiene su propio alfabeto. En su lugar, tienen un sistema de escritura logográfica que consiste en miles de símbolos y caracteres que tiene significados detrás de cada uno de ellos en lugar de los sonidos que se escucharían en el alfabeto en español. En segundo lugar, el chino mandarín es un idioma tonal y consta de cuatro tonos: Un tono ascendente, un tono descendente, un tono ascendente-descendente y un tono plano. Esto significa que el tono que usas siempre importa cuando hablas este idioma, incluso al leer caracteres o texto que pueden parecer similares entre sí. Por ejemplo, la palabra ma puede significar “madre”, “caballo”, o “insulto”, dependiendo del tono, razón por la cual el tono que uses puede tener un significado diferente detrás de tu mensaje. En general, elegir el tono correcto y aprender a usar el tono correcto son los factores clave para dominar el chino mandarín, que también es la parte más difícil de aprender este idioma. 

Alemán

Lo primero que puede venir a tu mente sobre la dificultad detrás del idioma alemán son sus palabras largas. Y sí, con solo mirar las palabras, alemán puede parecer un idioma intimidante para los hispanohablantes al principio. Además de eso, el alemán consiste en palabras compuestas que son 2 palabras juntas para crear una palabra al final. Dentro del vocabulario alemán, es común tener más consonantes juntas que vocales, lo que requiere mucha práctica en la pronunciación. Además, el alemán es conocido por tener muchas palabras que pueden confundir a los hispanohablantes sobre las diferencias, cuando en realidad estas palabras significan lo mismo. Un ejemplo común son las palabras alemanas der, die, das, den, dem, y des. La gente puede tener dificultades para encontrar la diferencia entre estas palabras cuando todas estas palabras simplemente significan “el” a diferencia del español. Cuando se trata de la gramática, hay 3 géneros: masculino, femenino y neutro, lo que dificulta adivinar el género de las palabras alemanas solo por una primera mirada o por instinto. También los sustantivos en alemán tienen género y pueden cambiar dependiendo de estos cuatro casos que el lenguaje sigue: El nominativo (sujeto), acusativo (objeto directo), dativo (objeto indirecto) y genitivo (posesivo).

Ruso

El ruso utiliza el alfabeto cirílico que incluye 33 letras, 6 más que el alfabeto español. Si echas un vistazo al alfabeto cirílico puedes ver algunas letras familiares, pero no significa que estas letras tienen el mismo sonido y pronunciación que las letras en el alfabeto español. Por ejemplo, la letra “B” en el alfabeto cirílico hace que suene como la letra “V”. También es importante tener en cuenta que las palabras rusas incluyen más consonantes juntas que vocales, lo que lo convierte en un desafío para la pronunciación. Para agregar, los estudiantes de ruso se confunden cuando se omite el verbo “ser” en tiempo presente, lo que dificulta tratar de formar oraciones básicas en sus etapas iniciales de aprendizaje. Por ultimo, el ruso tiene seis casos que son más casos que el español y son los siguientes: Nominativo, genitivo, dativo, acusativo, instrumental, y casos preposicionales. En general, una vez que domines la pronunciación detrás del alfabeto criílico, distinguir las diferencias entre este alfabeto con el abecedario en español será más fácil, así como la pronunciación a medida que avanzas en tu aprendizaje.

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